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Geografía física (continuación)

os Pirineos pertenecen a los sistemas de origen geológico alpino formados durante la época terciaria. La zona axial del conjunto constituye en gran pliegue de materiales cristalinos y paleozoicos comprimido y elevado a gran altitud. Es en los Pirineos Centrales donde se encuentran las principales cumbres, como el Pico de Aneto (3 404 m), en Aragón, y la Pica d'Estats (3.070 m), en Cataluña. Los Pirineos Orientales y Occidentales, por su parte, van perdiendo altura conforme se acercan al mar. Los circos glaciares y los lagos del mismo origen --llamados ibones en Aragón y estanys en Cataluña-- son abundantes. El nombre de Prepirineo se aplica a una serie de pliegues formados por sedimentos mesozoicos al S de la zona axial y agrupados en dos grandes sectores separados por una depresión.

Las grandes masas calizas de las Sierras Interiores avanzan en dirección E-O desde la sierra del Cadí (2 561 m) hasta culminar en la zona aragonesa del Monte Perdido (3 355 m). La cubeta de la Depresión Media se extiende de Pamplona a Jaca al N de las fallas de las Sierras Exteriores, entre las que destacan la del Montsec (1 677 m) y la de Guara (2 077 m). La depresión del Ebro forma una amplia cuenca de sedimentación bordeada de importantes sistemas montañosos: los Pirineos al N, el Sistema Ibérico al O, el Sistema Costero-Catalán al E y el Sistema Cantábrico al NO. Pertenece en su mayor parte al territorio aragonés y es una de las principales vías de comunicación del interior peninsular con el litoral mediterráneo. La acumulación de materiales, en especial margas, areniscas, yesos y calizas, tuvo lugar en la Era Terciaria.

El río Ebro y sus numerosos afluentes actuaron como los principales agentes erosionadores del conjunto, excavando valles y creando diversos niveles de terrazas escalonadas en el somontano o piedemonte pirenaico. Extensas planicies de margas cubren el paisaje y llegan a su punto álgido de aridez en los Monegros, una llanura de bad-lands o tierras estériles con las vertientes surcadas por la erosión. La principal unidad de relieve del S de España es el enclave montañoso que se extiende entre el mar Mediterráneo y la depresión del Guadalquivir. Está formado por un sistema terciario de origen alpino que ha dado lugar a una multitud de macizos aislados por altiplanicies, depresiones y valles transversales que acentúan la sensación de discontinuidad del conjunto. Las cordilleras Béticas se estructuran en torno a tres sectores básicos: las serranías Subbéticas, la depresión Intrabética o Penibética y la cordillera Penibética. Las serranías Subbéticas se levantan entre las últimas estribaciones de Sierra Morena, al E, y la Sierra de Ronda, al O, delimitando la cuenca del Guadalquivir por su parte meridional.

Los pliegues de material calizo llegan a su máxima altitud en el pico de La Sagra (2.381 m). La Depresión Intrabética comprende un gran valle longitudinal que comprende diversas cuencas interiores, como la depresión de Granada o las hoyas de Guadix y Baza, separadas entre sí por pequeñas barreras montañosas. Actúa como gran vía de comunicación entre el litoral mediterráneo y el valle del Guadalquivir. La cordillera Penibética está formada por diversos macizos de rocas cristalinas y metamórficas que resiguen la costa entre el Peñón de Gibraltar y el cabo de Palos. Las mayores cumbres del conjunto se encuentran en Sierra Nevada, con el pico de Mulhacén (3.478 m), el más alto de la península Ibérica, y en la sierra de los Filabres (Almería), donde destaca el picacho de la Veleta (3.392 m). Los Filabres son, además, uno de los lugares más áridos de España, pues se trata de la región de Europa con menor índice de precipitaciones. La cuenca del río Guadalquivir o depresión Bética se abre paso entre Sierra Morena al N y las cordilleras Béticas al S para acabar su recorrido en el océano Atlántico sin afrontar grandes obstáculos. La fosa contiene sedimentos terciarios y cuaternarios desigualmente erosionados por la fuerza de las aguas.

Los Filabres es una de las zonas más áridas de España debido a su bajo índice de precipitaciones

En la zona oriental los valles resultantes del desgaste son anchos y enmarcados por las terrazas fluviales, con una altitud media de 200 m sobre el nivel del mar. En el sector occidental predominan los páramos de sedimentación reciente. Las zonas del litoral de España presentan una gran variedad morfológica. Predominan las costas acantiladas como punto de contacto entre los sistemas montañosos y las aguas marinas, ya sea del mar Mediterráneo, el océano Atlántico o el mar Cantábrico. En el litoral mediterráneo de la península Ibérica, desde el cabo de Creus al estrecho de Gibraltar, pueden distinguirse tres sectores. El litoral catalán, en primer lugar, se caracteriza por su forma rectilínea, con un sólo saliente de importancia, el delta del Ebro, al sur de Tarragona. El cabo de Creus, la última estribación de los Pirineos Orientales, da lugar a una costa acantilada que delimita por el sector septentrional la Costa Brava. Ésta zona litoral se extiende hasta Blanes y la componen una multitud de pequeñas playas rodeadas de colinas boscosas. El corredor del Maresme, entre la sierra del Montnegre y el mar, prolonga el mismo paisaje hasta Barcelona, situada enmedio de los deltas fluviales del Besòs y el Llobregat.

Al S de la Ciudad Condal el macizo del Garraf ocasiona un súbito escarpamiento de la costa que vuelve a ofrecer una suave llanura de sedimentación cerca de Tarragona. Desde el delta aluvial del Ebro hasta el cabo de Palos se extiende la costa levantina, el segundo sector del litoral mediterráneo. Las playas dominan las llanuras castellonense y valenciana, a pesar de algunos salientes rocosos, especialmente la península de Peñíscola, o lagunas como la Albufera de Valencia. La costa acantilada predomina en el tramo que empieza en el cabo de la Nao y culmina en el cabo de Palos. El litoral mediterráneo andaluz, finalmente, es recto y abrupto por la presencia de la cordillera Penibética, con numerosas hoyas o llanuras formadas por sedimentación aluvial nacidas entre las estribaciones montañosas. El litoral atlántico meridional abarca el espacio comprendido entre el estrecho de Gibraltar hasta la frontera portuguesa. Lo forma una costa baja y regular, con dunas litorales y zonas pantanosas en el golfo de Cádiz, donde desembocan los ríos Guadalquivir, Odiel y Guadiana.

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