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Geografía física

spaña es un Estado de la península Ibérica, en el extremo SO del continente europeo. Limita con el mar Cantábrico y los Pirineos, frontera con Andorra y Francia, al N; con el mar Mediterráneo al E; con el Mediterráneo y el océano Atlántico al S, y con Portugal y el Atlántico al O. La capital es Madrid.

Comprende además, los enclaves norteafricanos de Ceuta y Melilla, los archipiélagos de las Baleares, en el mar Mediterráneo, y las Canarias, en el océano Atlántico. El medio físico de España presenta una multitud de unidades de relieve que abarcan toda la variedad de características morfológicas.

La Meseta constituye el núcleo fundamental del conjunto. Situada en el centro de la península Ibérica, está formada por un bloque macizo de tierras que se extienden a unos 600 m de altitud y ocupan un 45 % del territorio estatal. Se caracteriza por ser un paisaje monótono de grandes zonas planas salpicadas de escasas elevaciones. Limita al N con la Cordillera Cantábrica, al NO con los Montes de León, al E con la cordillera Ibérica, que la separa de la depresión del Ebro, al S con Sierra Morena y al O con las llanuras portuguesas, ya al borde del océano. Esta zona constituye una penillanura, una masa montañosa cuyos pliegues han sido completamente aplanados por los agentes erosivos. La desigual intensidad de la erosión a lo largo del tiempo ha dado lugar a dos regiones claramente diferenciadas dentro de la Meseta separadas por el Sistema Central.

La Meseta Norte, con forma de cubeta africana atravesada por el curso del Duero, comprende las zona de Castilla-León. Agrupa dos penillanuras situadas respectivamente entre los 700-800 y los 900-1 000 m, y formadas por sedimentos paleozoicos, rocas metamórficas y cristalinas (pizarras, granitos, cuarcitas y gneis). La Meseta Sur comprende las comunidades de Castilla-La Mancha y Extremadura, territorios surcados por las dos grandes cuencas fluviales del Tajo y el Guadiana. La zona occidental forma una penillanura marcada por las afloraciones de granitos y cuarcitas en dirección NO-SE. Los sedimentos tabulares dominan la región oriental, marcada por profundos valles excavados en la plataforma caliza por el Tajo y sus afluentes.

El Sistema Central constituye una dorsal montañosa interpuesta del tipo horst o de pilares tectónicos elevados y orientados en diversas direcciones. En la zona de contacto con el Sistema Ibérico adopta la constitución de un macizo con las formas aplanadas que llegan a su altitud máxima en la sierra de Ocejón (2 048 m). La sierra del Guadarrama, donde destaca la elevación de Peñalara (2 430 m) se extiende desde Somosierra a las proximidades de Ávila. La cordillera se prolonga por la sierra de Gredos, dominada por el Pico del Moro Almanzor (2 592 m), hasta alcanzar la depresión de Béjar y el río Alagón. Al S del Tajo los Montes de Toledo nacen de una dislocación del zócalo herciniano que ha producido una serie de elevaciones moderadas (apenas superan los 1 500 m). La desigual fuerza de desgaste ha modelado allí dos zonas plenamente diferenciadas, con una red hidrográfica occidental que presenta unos valles muy encajonados, antítesis de los valles anchos que forman la oriental, la región de la Mancha. En el NO peninsular destaca el macizo Galaico, formado básicamente por materiales paleozoicos de rocas metamórficas y cristalinas con importantes intrusiones de granitos. Sucesivos ciclos de erosión han dado origen a una combinación de bloques montañosos plagados de depresiones. La cuenca del río Miño separa las elevaciones occidentales, de altitudes modestas, de las orientales, enlazadas con los macizos astur y leonés. Ésta última zona presenta una serie de alineaciones que alcanzan con facilidad los 2 000 m sobre el nivel del mar en las sierras de Moncalvo y Cabrera. El curso del Sil corta transversalmente la masa montañosa y separa al S el núcleo de Cabeza de Manzaneda (1 700).

La Cordillera Cantábrica o montes cántabro-astures se alarga entre el macizo Galaico, al O, y la región vasca, al E, dibujando una estrecha faja litoral que separa de la meseta, y surcada de ríos cortos, pero caudalosos, al N. Los Picos de Europa, en Asturias, constituyen el punto más alto de esta cadena montañosa. El conjunto está formado por materiales paleozoicos en su parte más occidental, mientras que en la oriental aparecen bloques de orogénesis alpina con gran cantidad de sedimentos. Una depresión tectónica se extiende desde Oviedo a Santander entre una primera línea de elevaciones menores cercana a la costa y las sierras del interior, superiores a los 2 000 m.

La Cordillera Cantábrica está formada por una estrecha faja litoral que separa de la meseta; en ella se encuentran los Picos de Europa, que constituyen el punto más alto de esta cadena montañosa

Los Picos de Europa, entre el Sella al O y el Deva al E, forman un enorme horst calcáreo, profundamente erosionado, que alcanza los 2 642 m en la Peña Cerredo. Entre la Meseta y la depresión del Ebro se extienden los sedimentos mesozoicos y terciarios que forman, en dirección NO-SE, el Sistema Ibérico. Esta unidad de relieve se alarga desde las estribaciones de la Cordillera Cantábrica a la costa Mediterránea, delimitando los afluentes de las cuencas de los principales ríos de la vertiente atlántica. Está formada por dos núcleos montañosos al N y al S separados por el valle del Jalón. En el sector septentrional, las sierras de la Demanda (2 262 m) y del Moncayo (2 313 m) muestran una extensa variedad de afloraciones mesozoicas, especialmente cuarcitas y conglomerados. El sector meridional se subdivide en tres bloques: los montes de Albarracín y Cuenca al O, las sierras de los Monegros, Gúdar y Sant Just, sobre el Bajo Aragón, al E, y el Maestrazgo al S.

La Sierra Morena se alza con una marcada dirección NO-SE entre la Meseta y la depresión del río Guadalquivir. Constituye el reborde meridional de la Meseta Sur y presenta las mismas superficies de erosión que ésta, con un claro predominio de pizarras y granitos, así como una línea de crestas de calizas y cuarcitas. El desfiladero de Despeñaperros es el único paso que facilita las comunicaciones entre los dos lados de la sierra. Dentro de los relieves exteriores a la Meseta destacan las montañas del País Vasco, entre el Sistema Cantábrico, al O, y los Pirineos, al E. De elevaciones moderadas, su pico culminante es el monte Aitzgorri (1 544 m). La formación de la cordillera se debe a la deposición de sedimentos mesozoicos en una cubeta de sedimentación ubicada entre los materiales paleozoicos astures y pirenaicos. La gran orogénesis alpina provocó el plegamiento del conjunto con una dirección variable, valles profundos e inmensas cuestas.

El Sistema Costero-Catalán separa las tierras llanas de la depresión interior del mar Mediterráneo. Lo forman montañas de altitud moderada --no alcanzan los 2 000 m-- que se extienden en dirección SO-NE desde los confines del Sistema Ibérico, en el Maestrazgo, hasta tocar los Pirineos. Una depresión longitudinal en forma de fosa tectónica precostera divide el sistema en dos: la cordillera Litoral que tiene sus principales elevaciones en el Garraf y la sierra de Collserola, y la cordillera Prelitoral, donde destacan el macizo del Montseny (1 712 m) y las sierras de Montsant y Montserrat. La gran barrera del Pirineo o los Pirineos forma una extensa línea de montañas entre España y Francia. Con una longitud aproximada de 450 km, tiene sus extremos en el cabo de Creus, en el Mediterráneo, y el cabo de Higuer, en el Cantábrico. Las comunicaciones entre los dos lados de la cordillera son difíciles a causa de las altitudes que se alcanzan y aprovechan los pocos pasos naturales existentes (Pertús, Canfranc y Roncesvalles).

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