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Sistemas de codificación informática (continuación)

eamos ahora nuestras necesidades. Como se dijo antes, necesitamos representar unos sesenta símbolos distintos.

Esto significa que debemos utilizar como mínimo 6 bits para representar cada símbolo, puesto que con 5 sólo se puede distinguir entre 32 símbolos diferentes.

Otra necesidad es que nuestro código sea seguro. Es decir que estemos convencidos de que cuando decodificamos una serie de bits, la información que éstos representan es la misma que cuando se codificó.

La razón de ser de esta seguridad se debe a que por motivos físicos se ha podido alterar el estado de algunos de los elementos eléctricos que almacenan la información, y donde había un estado de activado ahora tengamos el estado desactivado o viceversa. También puede ocurrir que esta información se transmita por una línea de comunicación y en el camino se pierdan o alteren algunos bits.

Este fenómeno se conoce con el nombre de ruido y el resultado es análogo al que se da cuando estamos hablando con otra persona y se produce un sonido que nos impide entender lo que se nos dice. Nosotros solucionamos el problema pidiendo que se nos repita lo que se nos ha dicho y de forma análoga se resuelve con las máquinas. Pero, para poder pedir una repetición, es necesario, primero que nos enteremos de que no hemos recibido correctamente la información.

Supongamos que tenemos establecido el siguiente código para transmitir los números:

Supongamos ahora que nos quieren transmitir un 6, para lo cual nos enviarían 0110. Pero en la transmisión se produce un fallo que hace que se cambie el último bit de la derecha. Es decir, nosotros recibimos 0111 que, según nuestro código, es un 7. Además no podemos saber que se ha producido un fallo en la transmisión porque ignoramos el símbolo que nos han emitido.

Podría no haber habido fallo y que fuera un siete, o que se haya cambiado el primer bit y lo que nos querían transmitir era un ocho, o que se haya cambiado el tercero y lo emitido fuera 0101, es decir un 5.

No tenemos forma de averiguar con seguridad si lo que hemos recibido es correcto. Por lo tanto, es necesario inventar algún procedimiento que nos permita reconocer la existencia de un error de transmisión o de almacenamiento de la información.

Normalmente, esto se consigue añadiendo más bits al código de los que son estrictamente necesarios. Esto implica una redundancia, de igual manera que cuando hablamos usamos más palabras de las imprescindibles, para suplir las posibles pérdidas en la transmisión de nuestras palabras hasta el oyente.

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