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Lengua
EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA
El texto - 9ª parte
La narración
Introducción
extos aparentemente tan diversos como un cuento, una noticia, una biografía,
un diario de a bordo, un guión cinematográfico, un chiste y una fábula pueden
reducirse a la categoría general de narración o relato. Como si la necesidad de
contar fuera consustancial a la naturaleza humana, las sociedades de todas las
épocas han conocido el relato.
La pintura, la escultura, la representación teatral con o sin texto (mimo), el cine y el cómic, entre otros, indican cómo hay narraciones que trascienden el soporte verbal. Hay relatos que se refieren al mundo real de los hablantes (la noticia, la biografía, la anécdota) y otros que se sitúan en universos ficticios, sean verosímiles (la novela realista) o inverosímiles (el cuento maravilloso, la fábula).
¿Qué hay de común en todos estos textos? O, dicho de otra manera, ¿cuáles son los elementos estructurales del relato? Si se entiende éste como "un discurso que integra una sucesión de acontecimientos de interés humano en la unidad de una misma acción" (es la definición de C. Brémond), parece necesario distinguir, al menos, los siguientes: argumento, tiempo, espacio, personajes, punto de vista y tema.
El argumento
No hay narración sin argumento, sin que "pasen cosas". El argumento es la sucesión de acontecimientos que el relato presenta en un orden temporal, coincidente o no con el de la realidad en que supuestamente han ocurrido. De modo que una narración puede no empezar "por el principio", como ocurre en un buen número de novelas policíacas: se relata un episodio enigmático (un crimen) y para explicarlo se retrocede en el tiempo.
El argumento puede analizarse en unidades narrativas mínimas (funciones) que se enlazan para formar secuencias. El ritmo del relato depende de la cantidad de acontecimientos narrados.
El tiempo y el espacio
La sucesión de acontecimientos implica necesariamente la presencia del tiempo: en un relato pueden transcurrir días, meses o años, que evocan un tiempo "real", cuyo orden lineal se reconstruye o se somete a cambios diversos ("flash-back", suspensión del tiempo, elipsis, etc.). Toda narración es la historia de un cambio (un niño se hace adulto, un héroe cumple su misión, un personaje resuelve un problema) y ese cambio no puede ocurrir sino en el tiempo.
Hay que distinguir entre el tiempo transcurrido y el tiempo aludido, aquel en que los acontecimientos se sitúan (el de los orígenes, propio del mito; el contemporáneo, de la noticia; el futuro, de la ciencia ficción) y que constituye una coordenada esencial del relato.
Otra coordenada de gran importancia para la comprensión del relato es el espacio: lugar o lugares en que ocurren los hechos. Suele distinguirse espacio geográfico (Madrid o Berlín, Siberia o el Oeste americano) y social (grupos, sectores, clases sociales representadas). Puede ser imaginario (el Olimpo, el País de las Maravillas) o no aparecer explícitamente, igual que el tiempo aludido: en tal caso, esa inconcreción juega un papel en la narración misma ("en un país muy lejano...", "en una ciudad que está en el mapa moral de España...", "en el país de Nunca Jamás...").