GEOGRAFÍA - PAÍSES: Francia - 4ª parte
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Geografía

PAÍSES

Francia - 4ª parte


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Geografía económica

letra capitular El territorio francés se divide en dos grandes áreas económicas: una industrial, la del N y del E, y otra donde los núcleos industriales son escasos y aislados, la del O y el S. Francia tiene una economía desarrollada en la que participan el sector público y el privado. La función planificadora del Estado ha constituido una de las características principales de la economía desde 1946, momento en que se iniciaron los planes económicos y se crearon los organismos para su elaboración y ejecución: el Conseil du Plan (Consejo del Plan), y el Comissariat Général (Comisaría General), dependientes del primer ministro y sometidos a la aprobación de la Asamblea Nacional. Estos planes se orientaban hacia las soluciones económicas a corto plazo, dependiendo de las condiciones de cada momento. De este modo, el primer plan (1947-53), tenía como principal objetivo la reconstrucción de las estructuras industriales de base arruinadas durante la guerra; el octavo plan (1981-85), por otro lado, pretendía alcanzar la reducción de la dependencia energética de Francia respecto a otros países.

A principios de la década de 1990 el Estado controlaba en gran parte los grandes sectores económicos (finanzas, energía, comunicaciones), y esp. los industriales (químico, aeronáutico y automovilístico, entre otros). Por su producto nacional bruto, el Estado francés era, a fines de la década de 1980, la quinta potencia económica del mundo, después de E.U.A., Japón, la antigua U.R.S.S. y Alemania. Francia cuenta con una tradición agrícola desde muy antiguo. Es un país productor y exportador, que actualmente se sitúa en los primeros lugares de la producción agrícola de la UE. El notable desarrollo de las actividades agrarias tuvo lugar a partir de la década de 1950, cuando, gracias a una decidida política del Estado, se llevó a cabo una progresiva mecanización, la especialización en los cultivos y el aumento del tamaño de las explotaciones.

La población dedicada al sector primario a principios de la década de 1990 representaba un 6,8 % del total de la población activa, aportando alrededor de un 3,6 % del producto interior bruto (PIB). Territorialmente, las regiones agrarias más prósperas son las grandes llanuras cerealísticas del centro y del N, donde las explotaciones de mayor extensión y la intensa capitalización han favorecido la creación de una agricultura moderna que produce altos rendimientos. Francia se sitúa entre los primeros productores mundiales de trigo y maíz, cultivado principalmente en Beauce, Brie y Picardía. También es destacable la producción de la remolacha y la patata en Picardía y Alta Normandía.

El viñedo constituye la segunda especialización agrícola del país y la segunda más importante del mundo, después de la italiana. En la producción vinícola se distinguen las regiones con denominación de origen, especializadas en vinos de calidad. Entre ellas destacan la de Burdeos (Médoc, Entre-deux-Mers, etc.), la de Champaña --famosa por la producción de vino espumoso--, y la del valle del Saona (Beaujolais, Côte-d'Or). La producción de frutales (melocotones, peras, cerezas y almendras), y legumbres se concentra pralte. en el valle del Loira y del Garona, en Bretaña y en los regadíos del S. Los cultivos hortícolas son importantes en los valles fluviales próximos a los núcleos urbanos que constituyen los principales mercados: bajo Loira-Nantes, Garona-Agen, bajo Ródanos (Aviñón, Montpellier, Nimes), y valle del Sena-París.

El notable desarrollo del sector ganadero proporciona al país más de la mitad de su producción agraria. Destaca, en primer lugar, el bovino especializado en la producción de carne y característica de las regiones del macizo Central, Baja Normandía, el Maine y los Alpes, mientras que el sector dedicado a la leche (tercer productor mundial), se concentra en los Alpes (Saboya), el Jura, los Vosgos y el Pays du Bray. La ganadería ovina, destinada a la producción de carne y lana, es la segunda en importancia y se concentra principalmente en el macizo Central, los Alpes y los Pirineos. Finalmente, el porcino se halla especialmente desarrollado en la región de Bretaña.

La pesca ocupa un lugar destacado, situándose como uno de los primeros productores de la UE. En este sector destaca, sobre todo, la tradicional región pesquera de Bretaña, donde se encuentran algunos de los principales puertos del país (Lorient, Concarneau, Le Guivilvienc y Saint-Malo). Sin embargo, el puerto pesquero más importante es el de Boulogne, en la costa de Calais. Actualmente, la pesca industrial (concentrada en estos puertos) y la del bacalao, han desplazado a la pesca artesanal. Francia cuenta con una larga tradición minera y con un importante potencial de recursos.

A pesar de que la actividad y el número de trabajadores del sector ha decrecido considerablemente desde la década de 1960, la modernización de la minería del carbón ha conllevado un importante aumento en la productividad. Los principales yacimientos se localizan al N y NE, aunque no son suficientes para abastecer la demanda nacional, por lo que se hace necesaria la importación. Tras Rusia, Francia es el segundo país de Europa productor de mineral de hierro, procedente pralte. de la cuenca minera de Longwy-Metz-Thionville, cerca de la frontera con Luxemburgo.

La bauxita y las sales potásicas son los otros dos minerales destacados. La extracción de bauxita se concentra básicamente en la región de Provenza y Languedoc. Los principales yacimientos de sales potásicas se encuentran en la región de Alsacia. Francia cuenta con otros recursos minerales de importancia secundaria, como el zinc, el plomo y el oro. Uno de los países más industrializados del mundo occidental, las fuentes de energía constituyen un punto estratégico de su economía. La relativa dependencia energética respecto a otros países ha comportado la intervención del Estado en este sector: la minería del carbón está nacionalizada desde 1946, y la mayor parte de la producción y distribución de la electricidad y de la producción de gas natural están en manos de compañías estatales. La relativa escasez de yacimientos importantes de gas natural y petróleo ha favorecido la promoción de otras fuentes de energía, como la nuclear, que han convertido a Francia en una potencia mundial de este sector. 

Por otro lado, y a causa de la configuración geográfica, la producción de energía hidroélectrica se realiza a partir de los saltos de agua de las zonas montañosas como los Alpes, los Pirineos y el macizo Central, así como de algunos ríos importantes como el Sena, el Ródano o el Durance. Como en otros países europeos, las primeras industrias se concentraron cerca de las fuentes de energía y de los recursos, como las regiones mineras de Flandes, Lorena y Alsacia, y de otros centros como París o Lyon (regiones de industrialización antigua). Estas zonas continúan teniendo un peso importante en la actividad secundaria del país, a pesar de que en ocasiones se han visto afectadas por graves crisis estructurales y procesos de reconversión. Por otro lado, la aparición de nuevos sectores industriales menos dependientes de las fuentes de energía, favorecieron el desarrollo de otras ciudades y regiones, sobre todo en la mitad suroccidental.

La característica más destacada de la industria francesa es la potente participación del Estado, especialmente a partir de la Segunda Guerra Mundial, con la práctica ausencia de los grupos privados. Existe un sector industrial muy diversificado que cubre prácticamente todos los campos; sin embargo, la industria pesada es la que posee mayor importancia dentro de la economía nacional. La siderúrgica se localiza fundamentalmente cerca de los yacimientos de hierro y de carbón, en un gran arco que va desde Dunkerque hasta Lorena. Destacan la industria del aluminio --obtenido a partir del tratamiento de la bauxita--, la construcción de automóviles y de aviones, las mecánicas, las eléctricas y las químicas. El automóvil constituye uno de los sectores capitales de la economía, con importantes empresas (Renault, Peugeot-Citröen), que sitúan al país como cuarto productor mundial de turismos, después de E.U.A., Japón y Alemania.

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