¿Desaparecido y “convencido”?

Luego resultó que no estaba desaparecido, sin embargo…

César Iván Mendoza Regal participó en varios eventos en el extranjero. Uno fue representando la Red de Cultura Inclusiva-Cuba ante la Comisión Interamericana de la Organización de Estados Americanos para los derechos de las personas con discapacidad, en Méjico, septiembre del 2017. Allí, el joven abogado denunció fragantes violaciones a los derechos humanos y otras realidades que molestan a los gobernantes cubanos. Yde manera pública y notoria, manifestó temor a las represalias gubernamental es una vez regresara a la isla, por lo que solicitó protección al Tribunal de dicha institución panamericana.

En su provincia natal de Pinar del Rio,César Iván, dirigía el Centro de Estudios para el Desarrollo Local (CEDEL), una organización no reconocida de la sociedad civil. En poco tiempo este abogado consiguió notoriedad dentro del movimiento disidente cubano. Pero en octubre de 2017, cuando se disponía viajar al extranjero, agentes de la policía política lo detuvieron en el Aeropuerto Internacional José Martí. Su papá presentó una denuncia policial por“desaparición”, y después la retiró. Días más tarde se ahorcó.

César Iván ya había perdido a su madre y único hermano, ambos fallecidos. No conociéndose otros familiares cercanos, la supuesta desaparición posterior a su detención por la policía política causa desconcierto y preocupación a vecinos y correligionarios. Comenzaron a circular rumores de que se desempeñaba como informante al servicio del Ministerio del Interior, y ahora había abandonado su disfraz. Otras pistas indicaban que permanecía detenido, sin pasar por alto la posibilidad del internamiento forzoso en un hospital o clínica psiquiátrica, por causa delos efectos del oscuro confinamiento inicial, unido al trágico fin de su padre. Hasta hubo sospechas de un amuerte encubierta.

¿Qué hacer por cualquier persona en situación tal?

El 15 de febrero de 2018, los miembros de la Red de Cultura Inclusiva: Eduardo Ortiz Ramírez y Juan Carlos Linares Balmaseda, presentaron un hábeas corpus en el Tribunal Provincial de La Habana a nombre de César Iván. El Tribunal alegó que no estaba desaparecido sino detenido y presentado en la Sala de Instrucción del Departamento de los Delitos contra la Seguridad del Estado, por un presunto delito contra el orden público.

El 8 de marzo, Gerardo Lazcano Naranjo y Juan Carlos Linares Balmaseda visitaron Villa Marista, cuartel nacional de la Seguridad del Estado. Intentaban averiguar acerca de la expedientada causa,pero ante las secas y negativas respuestas oficiales sobre el paradero del abogado perdido, se retiran aún más desconcertados con este caso.

Con posterioridad Eduardo Ortiz Ramírez y Juan Carlos Linares Balmaseda contratan a una abogada para continuar las indagatorias. Tras varias gestiones,la letrada  logró entrevistarse el 23 de marzo con Cesar Iván en Villa Marista. En declaraciones manuscritas por la abogada, él detenido renunciaba al derecho de ser defendido.

Para bien del esclarecimiento del caso, el Comité contra la Desaparición Forzosa de las Naciones Unidas emite una recomendación,el 11 de octubre de 2018, en la que insta a las autoridades cubanas a emprender “una acción urgente” para localizar al detenido y presentarlo a sus allegados, y brindar medida cautelar (protección) a los activistas defensores de derechos humanos interesados en este caso: Roberto Jiménez, Juan Carlos Linares Balmaseda, Eduardo Ortiz Ramírez y Boris González Arena.

Con el ánimo y la intención de poner luz al asunto, el 13 de noviembre Eduardo Ortiz Ramírezy Juan Carlos Linares Balmaseda viajan a la provincia de Pinar del Río. Allí acuden a la Dirección Provincial de Justicia, donde según información suministrada por amigos colegas, allí se actualidad se encontraba laborando Cesar Iván. Al arribar, solicitaron conversar con él, y la recepcionista lo localizó. En breve hizo acto de presencia en la sala de recepción. Eduardo y Juan Carlos lo saludaron extendiéndole la mano, el reciprocó el gesto, y preguntó: “¿Quiénes son ustedes?”

En cuanto Eduardo y Juan Carlos se identificaron de nombre y como miembros de la Red de Cultura Inclusiva, y le expresaban estar preocupados por su integridad física y mental, notaron una transformación radical en su interlocutor. Empezó a  mostrar nerviosismo, y a repetir en voz baja:“Yo no tengo nada que ver con eso”. “Ni quiero hablar con contrarrevolucionarios”. “Por favor, abandonen esta institución, porque me veré en la obligación de llamar a la Seguridad del Estado, con la que colaboro desde hace un año (exactamente el tiempo transcurrido luego de haber sido detenido)”.

Eduardo y Juan Carlos regresaron a La Habana, y constataron que al menos César Iván Mendoza Regal no está desaparecido. Sin embargo, si con sentido de justicia se puede decir que quedó explícita su manifiesta doblez, existe la duda de que goce de equilibrada salud emocional.

 

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