BOLIVIA YA TIENE SATÉLITE DE COMUNICACIONES

Y al final resultará que todos tienen el suyo y las tarifas continuarán subiendo: otra de esas grandes contradicciones de la telefonía de nuestro tiempo; aunque es verdad que hay servicios competitivos pero no está lejana la fecha en la que el coste del teléfono apenas provocaba un gasto de 5.000 pesetas/año y hoy en día esa cantidad es cada mes y menos mal que uso el teléfono para lo imprescindible.

 

Pero vayamos al satélite boliviano que fue bautizado TUPAC KATARI o TU ESTRELLA, cuya historia arranca en febrero de 2010 cuando el presidente boliviano decide dotar a su país de su propio satélite de comunicaciones y con ello tratar de mantener las telecomunicaciones bajo el paraguas de la ABE (Agencia Boliviana Espacial) de cara a acercar las comunicaciones a la mayoría de los habitantes pero, sobre todo, uniendo las áreas más remotas y abaratando costes a los usuarios.

Previamente, Evo Morales había logrado en las oficinas de la ITU (Ginebra) un segmento orbital para colocar el ingenio tras firmar el acuerdo con la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de la República Popular de China con la firma del contrato para realizar el lanzamiento el 13 de diciembre de 2010; siendo financiado el proyecto con un préstamos del Banco de Desarrollo de China firmado el 22 de diciembre siguiente, después del lanzamiento desde la plataforma XiChang y con las siglas TKSAT-1. El nombre es un homenaje al inca que en el XVIII desafiaba, desde lo que entonces se conocía como Alto Perú, a los españoles y que, una vez capturado, fue atado a cuatro caballos que lo acabaron descuartizando. Dicen que en ese trance el inca gritó “Yo volveré y seré millones” y ahora ese satélite, esa estrella, ilumina al país en materia de comunicaciones, el más pobre de América Latina. Evo Morales espera también que el 20 de diciembre de cada año, desde ahora, en su país se conozca como el Día Espacial de Bolivia.

 

El satélite comienza a funcionar tras su lanzamiento desde el gélido territorio chino y sus características básicas son:

-Órbita geoestacionaria a 36.000 kilómetros de altura sobre la línea ecuatorial.
-Dos estaciones de control, seguimiento y operación, ubicadas en Amachuma (La Paz) y Guardia (Santa Cruz de la Sierra).
-Varios miles de telecentros replicantes de su señal en todo el territorio boliviano para dar cobertura universal. A primeros de marzo de 2014 ya existían mil y se esperaban añadir 1500 más en el mundo rural, están instalados principalmente en escuelas y centros de enseñanza.
-Pesa 5,2 toneladas y su antena desplegada alcanza los 28 metros en donde van instalados también los paneles para captar la energía solar que se espera tengan una vida operativa de quince años.

Y el coste inicial es de 302 millones de dólares y ZP condonando la deuda como si fuera el rey Midas. El boliviano de a pie, no obstante, disfrutará de la gratuidad en los servicios de telefonía, televisión e Internet y para ello el gobierno financiará el contrato y el coste de mantenimiento con base a los presupuestos. Con lo que nos encontramos que sin querer nos transportamos a los períodos revolucionarios de los bolcheviques en la URSS cuando decretaron la gratuidad total del correo y el sistema colapsó.

Un ambicioso proyecto que contrasta con España donde no dejan de asaetearnos con subidas astronómicas en todo tipo de servicios, siendo la vergüenza las telecomunicaciones y la electricidad [y seguirán subiendo para mayor recochineo]. El Tupac Katari colocó a Bolivia en el uso de las comunicaciones satelitales, se sacude la servidumbre y se lo da gratuitamente a la población [aunque no hace falta ser muy entendido en economía para ver que todo lo que sale del presupuesto lo está pagando el pueblo, por lo que el proyecto no deja de ser un brindis al sol, vaya, más o menos como el céntimo sanitario, hicieron una chapuza y ahora toca arreglar el desaguisado: lo importante es asfixiar al ciudadano y los impuestos la panacea]. Me encantaría, aquí y ahora, se hiciera lo mismo y poder liberarnos de los astronómicos beneficios de las compañías -recordemos eran de todos, que Bruselas obligó a privatizar- y que los gobiernos de turno se gastaron la “plata” y nos dejaron la deuda sin el paraguas del tejido “público” que aguantaba tarifas contra viento y marea. Bruselas nos decía que la competitividad nos traería una gran rebaja y esto sería el paraíso [aún hay ilusos que los creen en el Este de Europa].

El equipo que lleva adelante todo el proceso en esta nueva etapa de las comunicaciones bolivianas ha sido confeccionado con cerca de un centenar de personas que, en sucesivas pruebas, han resultado ser los mejores profesionales [eso dice la propaganda gubernamental], al menos esa es la teoría que esperemos no sea como aquel célebre eslogan de un político del triángulo del noroeste peninsular que “propugnaba el gobierno de los mejores” y lo primero que hizo fue un “corralito” a los funcionarios con la paga de Navidad; de golpe nos devolvía a prácticas de la II República y ahora nos lanza el órdago de la declaración unilateral de independencia. Vaya que de un tiempo a esta parte siempre acabo diciendo lo mismo: virgencita que me quede como estoy. ¡Menudo consuelo!
De entrada ya ganaron algo incalculable: formación en China y, posiblemente, alguna persona saldrá que descollará en el mundo de los proyectos espaciales y las nuevas tecnologías con lo que automáticamente habrá conseguido algo que no siempre es posible, un lugar en su país. En estos momentos casi tres mil comunidades y unos 400 municipios disfrutan del salto tecnológico que, además, se emplea en la educación y la medicina con lo que se cohesiona esa población multicultural y multiétnica del país andino.

Los sellos de 1,50 Bolivianos (Evo Morales en una orla, Tupac Katiri orbitando y logo del ministerio correspondiente). El de 9 bolivianos honra la ABE (muestra el cosmos, el satélite en órbita, colores nacionales, etc.) Diseño de la Agencia Boliviana Espacial, impreso en offset papel couché engomado, hojas de 80 ejemplares y 30.000 series completas en la Industria Lara Bisch S. A. Se lanzaron 200 sobres de primer día el 18 de diciembre de 2013.

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