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La conservación de los combustibles fósiles y los minerales

e asocian varios tipos de actividades con la conservación de los combustibles fósiles y los minerales. Primero, en cuanto a las reservas disponibles, con objeto de que sirvan a los propósitos más necesarios, dado el largo periodo de tiempo que se precisa para su formación.

Segundo, por los problemas asociados con la extracción de combustibles y minerales y su transporte, proceso, fabricación, y todo lo que puede afectar directamente la cantidad o calidad de otros recursos o el ambiente general. Tercero, los efectos resultantes de la utilización de estos recursos, principalmente los referentes a polución de la atmósfera, una de las consecuencias más graves, pues puede traspasar fronteras y depositarse en bosques o lagos en forma de lluvia ácida.

Los modernos métodos de refinado ha permitido reducir muchas pérdidas que se producían durante ese proceso.

Los combustibles fósiles y minerales se encuadran en dos categorías en lo que respecta a sus posibilidades de reaprovechamiento: los que se consumen tras su uso, y los que retienen sus características físicas y químicas, permitiendo ser reutilizados para otros uso. Si el petróleo se sigue utilizando a su cadencia actual, se agotará el suministro o reducido su nivel de consumo por el alto costo que alcanzará ante su escasez. Porque se reconoce la situación, la conservación requiere asignar el recurso sólo a los usos más imprescindibles, y restringirlo en aquellos casos en que otros materiales con menos probabilidades de agotarse puedan sustituirlo.

Los siniestros en la manipulación y transporte del petróleo

Los modernos métodos para refinar el petróleo también ha reducido muchas pérdidas que se producían en ese proceso. Todavía en la actualidad se producen pérdidas accidentales.En los últimos tiempos han ocurrido una serie de siniestros, algunos de ellos muy significativos. 

Las fugas de petróleo han causado daños extensos a la fauna y recursos recreativos en Santa Bárbara, California, en 1969, como resultado de fallos en los aparatos de seguridad disponibles. Igualmente en Lousiana en 1970 y en el pozo Ixtoc1 en la bahía de Campeche en 1979, se produjeron grandes fugas de petróleo, ésta última inundando las costas de México y Texas.

También en los mares se pierden anualmente toneladas de petróleo, en unos casos a causa de las actividades impropias de los buques tanque que limpian sus sentinas en pleno océano, y en otros casos por las pérdidas accidentales debidas a deficiencias en las construcciones de los buques.

La accesibilidad al crudo y el desarrollo de las técnicas de extracción

Frente al beneficio de la extracción del petróleo que se halle concentrado o poco disperso y por tanto con grandes expectativas de extinción, se encuentran las técnicas y medios que podrían manejarse para acceder a aquellas zonas del mundo con grandes reservas de crudo, pero que resulta antieconómico por la accesibilidad o logística que es preciso desplegar; o también de fácil acceso pero de difícil extracción por tratarse de crudo que se encuentra en zonas de arena. Tanto como el petróleo es abundante y se encuentra concentrado, menos interés se mostrará en desarrollar las técnicas que permitan acceder a aquellos otros que se encuentran más dispersos, o que muestran más dificultades.

Las previsiones actuales ya obligaron al estudio de nuevas técnicas, y actualmente se dispone de tecnología para conseguir concentrar suministros de crudo de baja calidad de pozos arenosos. Básicamente, la forma de liberar el crudo de estos pozos de arena es mediante técnicas de minería de superficie. La arena extraída se calienta y se transforma en crudo por hidrogenación a alta presión.

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