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La pérdida de fertilidad de las tierras

n problema de conservación tan importante como el de la erosión de la tierra es el de pérdida de fertilidad.

Originalmente la agricultura se apoyó en la fertilidad natural de la tierra y, en áreas en que éstas eran profundamente ricas en minerales, se podían conducir los cultivos durante muchos años sin más añadido que el de los nutrientes de la propia descomposición de plantas y animales.

En las cuencas de los ríos, tales como el Nilo, anualmente quedaban inundadas por ricas capas de cieno, que restauraban la fertilidad natural. En áreas volcánicas en actividad, Hawai por ejemplo, la fertilidad de la tierra ha sido renovada por la deposición periódica de cenizas.

En áreas volcánicas activas, la fertilidad ha sido renovada por la deposición periódica de cenizas

En otras áreas, de todas formas, la fertilidad natural se agotó rápidamente. Esto era realmente así en la mayoría de tierras de bosques, particularmente en los húmedos trópicos, porque las talas continuadas en esas áreas causó una declinación rápida de la fertilidad y rendimiento de las cosechas; la fertilidad solo podía ser restaurada abandonando esas zonas y dejando que la vegetación del bosque natural retornara.

Tras un periodo de tiempo la tierra se rejuvenece, el manto se cubre de vegetación, y el subsuelo comienza a recibir las materias que necesita de la descomposición de especies vegetales y animales que van pereciendo, recuperando el bosque el máximo de minerales para mantener el ciclo.

La agricultura primitiva en esos bosques era de naturaleza cambiante: se aclaraban áreas de arbolado y el material leñoso se quemaba y se añadía a la tierra en forma de cenizas; después de unos años de cultivo se abandonaban esas parcelas y se aclaraban bosques nuevos. Mientras tanto, las zonas abandonadas quedaban en barbecho regenerándose hasta que volvieran a ser útiles.

En la agricultura primitiva se aclaraba una zona del bosque, y tras unos años de cultivo, una vez perdida la fertilidad, se abandonaba y se aclaraban bosques nuevos

 Estos métodos agrícolas pueden parecer devastadores, pero el daño producido a los bosques era realmente pequeño, dados los niveles de población y las extensas tierras disponibles.

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