Los nuevos obstáculos arquitectónicos empeoran. Desaparecen sus frágiles tapas y quedan como huecos en las aceras
Por Jaime Leygonier.
La Habana, septiembre, 2017./ En “Construyen más obstáculos arquitectónicos en las aceras”, en agosto, expliqué y probé con fotos, que la campaña de colocar en las aceras habaneras relojes medidores del consumo doméstico de agua,crea obstáculos peligrosos. Pero en septiembre empeoró
Como demuestran las fotos y constatan vecinos.
Según María del Carmen, ama de casa, vecina de Santos Suarez: “Debido al trabajo chapucero de empleados de la Empresa “Aguas de la Habana”, los relojes sobresalen en las aceras o están hundidos en huecos. Ya eso es malo; pero ahora desparecen sus tapas de plástico”.
Señalando con su muleta el hueco, agrega: “Así, aunque no sobresalgan ni estén hundidos, al romperse, por su fragilidad,se conviertenen trampas para los transeúntes, particularmente los discapacitados y ancianos. Además, con o sin tapa, se llenarán de agua y servirán de criaderos de mosquitos”.
Alejandro, ciego: “Ya me iba mal con tantas roturas, desniveles y escalones en las aceras y calles, ahora es peor ylas autoridades lo pueden y lo deben remediar. Que lo hagan bien”.
…O violar alegremente la “Convención internacional sobre los derechos de los discapacitados”, que el Gobierno de Cuba firmó y ratificó. Con informe a la O. N. U. en el 2012, diciendo que trabaja por cumplir el principio de” la accesibilidad”.*
Nota:
* El autor testimonia que el jueves 14 de septiembre, lo arrestaron y que durante el interrogatorio, el agente de la Seguridad del Estado que se hace llamar “Alejandro”, le preguntó sobre el coordinador de la red de asistencia a los discapacitados, Juan Carlos Linares: “Él, dice que el Gobierno viola los derechos humanos de los discapacitados”- dijo. Le respondí que esa violación era cierta, le explique lo de los relojes y que el Gobierno, se beneficiaba al ser informado de ello por los escritos de Linares y mios, pues con llamar por teléfono, podía hacer que los capataces ordenaran poner adecuadamente esos relojes.
Días después, los relojes siguen sirviendo de tropiezo y Juan Carlos Linares, está casualmente preso.