Tecnología
AERONÁUTICA
Propulsión e instrumentación - 1ª parte
El motor de hélice
Introducción
s posible volar sin motor, como sucede en el caso de los planeadores, que pueden desplazarse muchos kilómetros aprovechando las térmicas y el impulso del viento, y sustentarse en el aire gracias a materiales de reducido peso y disposición de alas de gran envergadura. Pero estas aeronaves, al carecer de cualquier elemento de propulsión, no pueden despegar por sí mismos y necesitan ser remolcados por aviones con motor hasta una altura adecuada, momento en que son liberados para que puedan planear por sí solos. Por ello, los aviones comerciales disponen siempre de al menos un motor.
Los planeadores pueden
volar sin motor, aprovechando las térmicas y el impulso del viento
El motor de combustión interna
El motor de combustión interna, desde que fue probado en los primeros modelos, dio un excelente resultado, y eso explica que haya conseguido permanecer sin apenas modificaciones a lo largo de muchas décadas, siendo todavía utilizado hoy en día en diversos aparatos. Sólo a partir de mediados del pasado siglo XX, comenzó a ser sustituido por el motor de reacción en los aviones comerciales, por su mayor potencia y velocidad. Actualmente, la práctica totalidad de la aviación comercial y militar utiliza sólo motores reactores, quedando el motor de hélice reservado para algunos tipos de avioneta y otros aeroplanos que no requieren desarrollar grandes velocidades, así como pequeños aviones de carga que necesitan pistas cortas para el aterrizaje.
Como se dijo, los primeros motores utilizados en aviación eran de combustión interna. Poseían uno o más cilindros y llevaban acoplada una hélice. Este tipo de motor consta de una cámara (el cilindro) cuya cavidad interior es cilíndrica. A través de esta cavidad, y muy ajustado a sus paredes, se desplaza el pistón, realizando en su movimiento una compresión-expansión de los gases contenidos en la cámara.
El excelente resultado de
los motores de combustión interna explica que haya conseguido mantenerse
hasta la actualidad como medio de propulsión en variados aparatos de
velocidad subsónica
El pistón tiene acoplada en su parte posterior una pieza giratoria dotada de eje, la cual fuerza al propio pistón a realizar el movimiento de compresión-expansión cíclicamente. Cuando el pistón ha llegado al estado de expansión el cilindro presenta su máximo volumen, y es en ese momento cuando se inyecta combustible al cilindro. El pistón sigue su movimiento y comprime el combustible, y en ese instante se produce una chispa eléctrica generada por una bujía que la hace prender. Como el combustible se encuentra comprimido, en vez de arder explosiona, empujando el pistón hacia fuera. La fuerza de la explosión es suficiente para que la energía que recibe el pistón haga girar la hélice y permita, además, volver al realizar el siguiente ciclo de compresión.
Los motores de explosión suele ir acoplados en el morro si se trata de aviones de un solo motor, o debajo de las hélices si monta varios motores. En cuanto al tamaño de la hélice, debe aumentar en proporción al tamaño del aparato, y en este caso el motor suele llevar más de un cilindro.
Los cilindros dispuestos
en forma "radial" se distribuyen como en forma de radio alrededor del eje de la hélice
La disposición de los motores de más de un cilindro más utilizada fue la llamada "radial", en la cual los cilindros se distribuían alrededor del eje de la hélice como en forma de radio. También fue utilizada una variante de esta disposición denominada "gnomo", donde los pistones permanecían fijos y eran los cilindros los que se movían arrastrando las palas de la hélice.