Natureduca - Portal educativo de ciencia y cultura |
Lengua
EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA
La lengua oral - 4ª parte
El diálogo (continuación)
Tipos de diálogo (continuación)
a discusión se encuentra más sujeta a un tema explícitamente formulado que al fruto de la negociación entre los hablantes. En ella el interés del tema sí resulta esencial: discusiones de negocios, de asuntos familiares, de política.
Entre los interlocutores hay un cierto reparto de actitudes, ya que no pueden estar de acuerdo en todo. No hay diálogo sin opiniones diferentes, sin controversia, y el objetivo de la discusión es precisamente reducir esas diferencias.
Finalmente, otras clases de diálogo tienen una expresión más formal y estricta, como por ejemplo los debates, las mesas redondas o los exámenes orales.
Lengua oral, lengua coloquial
Aunque se emplea a veces en situaciones no coloquiales, básicamente la lengua oral es coloquial. Como ya se dijo, está caracterizada como una variedad de uso de la lengua común y ya hemos indicado algunas de sus peculiaridades fónicas, gramaticales y léxico-semánticas. Tres rasgos parecen esenciales para caracterizarla:
La lengua oral es, básicamente, coloquial,
sobre todo en una conversación entre amigos o familiares. El nivel de coloquialidad dependerá del grado de amistad o familiaridad.
La deixis, es decir, la necesidad de situar cuanto se dice en el espacio y en el tiempo, en relación con el hablante y el oyente. Las palabras funcionan como mostración y ordenación de la realidad extralingüística y su valor depende de la situación en que se habla. Son palabras deícticas los pronombres personales ("yo" y "tú" señalan a los interlocutores; la 3.ª persona, a todo lo demás), los posesivos, los demostrativos, ciertos adverbios ("aquí", "allí", "ahora").
La elipsis, en su sentido más amplio, supone la expresión de elementos que, gracias al contexto (palabras de los interlocutores) y a la situación, se pueden recuperar de modo inequívoco.
La abundancia de recursos expresivos y apelativos, además de los fáticos o de contacto, prevalece sobre la función referencial del lenguaje. La participación emocional del hablante, el control de las reacciones del oyente y la intervención sobre éste resultan fundamentales. Ello afecta a los tres planos de la lengua: al fónico (peculiaridades de articulación y entonación), al gramatical (orden de palabras más psicológico que lógico) y al léxico-semántico (predominio de la connotación).