Historia y Arte
EL SIGLO XX
Pintura y escultura - 5ª parte
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Las vanguardias históricas (continuación)
El cubismo
uele considerarse a Cézanne como el gran precursor del cubismo y ciertamente cuadros suyos, como los de la serie de La montaña de Santa Victoria ya asumen una estética geometrizante y limitada de color, para representar la naturaleza. Ahora bien, cuando Cézanne pintó estas obras, era ya un hombre maduro de casi 60 años y para que el cubismo naciera fue preciso el atrevimiento de los 26 años que, en 1907, tenía Picasso (1881-1873) cuando pintó Las señoritas de la calle de Avinyó.
Al año siguiente, otro pintor, Georges Braque (1882-1963) realizó unos paisajes con casas que un crítico definió como cubos. A partir de ese momento Picasso y Braque comenzaron juntos la investigación creadora de una de las vanguardias más trascendentes del siglo, el cubismo. Iniciada esa tarea, pronto hizo su aparición la tercera gran figura del nuevo "ismo", el español Juan Gris (1887-1927) quien supo aportar matices originales a la nueva estética a la que dedicó toda su vida.
Botella de anís (1914) de Juan
Gris, un artista recurrente con el collage, un estilo
introducido por el cubismo.
En el cubismo suelen distinguirse dos tendencias: la analítica y la sintética. El cubismo analítico, que es el inicial, se extendió hasta 1911 y se caracteriza por el intento de análisis que el pintor hace de la realidad y que le lleva a plasmar ésta como si se observara desde distintos puntos de vista simultáneamente. Con ello se pierde todo intento de perspectiva habitual y el color se limita hasta crear obras de una sola gama cromática (grises y ocres) porque sólo interesa la forma.
El cubismo sintético, fiel a aquellos cubos o formas geométricas que estuvieron en el origen de la vanguardia, tiende a la síntesis de los cuerpos en esas formas primarias. La tendencia sintética es más rica de color e introdujo uno de los grandes descubrimientos del cubismo, el collage (papeles y objetos más o menos bidimensionales pegados en el cuadro).
Entre los pintores que dedicaron parte de su obra al cubismo merecen destacarse Robert Delaunay que crearía una corriente denominada "orfismo", Fernand Léger, Francis Picabia y Marcel Duchamp o los españoles María Blanchard o Daniel Vázquez Díaz.
La interpretación escultórica del cubismo corrió a cargo de artistas como el ruso Alexander Archipenko (1887-1964) que trabajó tanto la madera pintada como el metal; el rumano Constantin Brancusi (1876-1957) cuya obra terminaría decantándose por la preferencia de las formas ovoideas o Henri Laurens (1885-1954) que realizó obras que parecían la traslación a tres dimensiones de cuadros cubistas. El propio Picasso desarrolló una interesante obra escultórica cubista y otros artistas, como Julio González (1876-1934), Pablo Gargallo (1881-1934) o Henry Moore (1898) realizaron obras que merecen el calificativo de cubistas.
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