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Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte - 9ª parte
l s. XIX estuvo caracterizado por el triunfo del romanticismo y, a nivel socioeconómico, por la Revolución Industrial. Las obras literarias poseían una importante carga ética, como se puede apreciar en autores como William Wordsworth. Su Baladas líricas (1798) escrita en colaboración con Samuel Taylor Coleridge (1772-1834) muestra una tendencia a las tradiciones populares y al placer por el retorno a la naturaleza. Otros escritores de esta época son: Robert Southey (1774-1843), que se basó en la mitología para componer sus poemas épicos Thalaba el destructor (1801) y Madoc (1805); Walter Scott (1771-1832), poeta y novelista muy conocido por sus obras de ambientación histórica --El anticuario (1816), La novia de Lamermoor (1819), Rob Roy (1818), Ivan Hoe (1820), El pirata (1822); y Lord Byron (1788-1824), una de las grandes figuras del romanticismo inglés, con obras como Manfred (1817), Cain (1821), Childe Harold (1812-1818 y Don Juan (1819).
La muerte de la reina Victoria en 1901 simbolizó el fin del período victoriano, que fue una de las épocas más brillantes de la literatura inglesa. Como en el resto de Europa, aparecen una serie de escritores comprometidos social e ideológicamente. De todo ello se derivará un cierto pesimismo, como se refleja en las novelas de Aldoux Huxley --Contrapunto (1928)--. A principios del s. XX destacan: la novelística de George Moore (1852-1933), quien supo retratar en sus novelas la sociedad inglesa victoriana; Arnold Bennet (1867-1931); E.M. Foster (1879-1970) con Howard's End (1910) y Pasaje a la India (1924); y David H. Lawrence (1885-1930) con Mujeres enamoradas (1920) y El amante de Lady Chatterley (1626). El panorama literario inglés se vió enriquecido con la llegada de: James Joyce (1882-1941) --de este autor cabe citar Dublineses (1914) y, sobre todo, Ulises (1922)--; Grahan Greene (1904-91), con obras como El poder y la gloria (1940) y El tercer hombre (1950), y Virginia Woolf (1882-1941), representante del movimiento impresionista inglés; algunas de sus obras son El faro (1928) y Las olas (1931).
El drama inglés del s. XX está marcado por las tendencias europeas y tal vez empujado por el nuevo teatro que proponen dramaturgos como Henrik Ibsen o S. O'Casey. Resaltan los siguientes dramaturgos: Arthur Wing Pinero (1855-1965); George Bernard Shaw (1856-1950) con Casas de viudos y Pigmalión; Oscar Wilde (1854-1900), representante de la comedia costumbrista --El retrato de Dorian Gray (1891), Salomé (1893)--; T. S. Eliot (1888-1965), autor de obras impregnadas de lirismo como Muerte en la catedral (1935); y Somerset Maughan (1874-1958). La poesía de principios de s. fue marcadamente metafísica y academicista, destacando poetas como T. S. Eliot.Pasada la Segunda Guerra Mundial hallamos una serie de escritores más comprometidos. En novela sobresalen el ya mencionado G. Green y C. S. Lewis (1898-1963), autor conocido por su gusto por la ciencia-ficción; su trabajo más representativo es Out of the Silent Planet (1947). La literatura posterior a los años cincuenta ha experimentado varias formas. Las generaciones jóvenes cultivan la narrativa, el teatro y la poesía, algunos con rasgos heredados de la primera mitad de siglo. En el teatro destaca Samuel Becket, cuyos primeros trabajos aparecieron en Francia. En poesía cabe mencionar a Dylan Thomas, creador de una poesía formal y alegórica, y al grupo de poetas The Movement --Kingsley Amis, D. J. Enright y John Wain--.