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Lengua
LINGÜÍSTICA
La lengua mediática - 8ª parte
El lenguaje periodístico (continuación)
Diversidad del lenguaje periodístico
n lo esencial, el periodismo emplea el lenguaje verbal, en la variedad estándar de la lengua, y en su dimensión escrita. A su amplitud temática cabe añadir cierta diversificación, reflejo de la de los medios (grandes diarios, revistas populares, prensa especializada...) y de la de sus lectores. Pues bien: unos receptores más numerosos y homogéneos, un soporte diferente, y su coexistencia con otros códigos, explican las peculiaridades del lenguaje verbal tal cual se utiliza en los demás medios (radio, televisión).
En efecto, la radio y la televisión emplean la lengua oral, recuerde ésta en mayor o menor medida a la escrita, o difiera notablemente de ella. Eso hace a sus mensajes menos permanentes: pueden ser conservados por el magnetófono o el vídeo, pero ni es habitual ni parece propio de la situación de recepción. La vuelta atrás es imposible; la reflexión sobre lo dicho, más difícil. El lenguaje es más claro, simple y repetitivo.
La lengua hablada proporciona muchas informaciones sobre el emisor (timbre de voz, sexo, edad, procedencia social, estado de ánimo...) y la imagen añade otras (indumentaria, movimientos, gestos...). La comunicación audiovisual se hace así más concreta y directa, más perentoriamente dirigida al oyente o al espectador, pese a que éstos se encuentren separados de quien les habla. Se trata de una lengua que parece exigir más atención y más inmediata respuesta que la lengua escrita; es más difícil, cuando surge, no reparar en ella, mientras que atender y responder a un texto escrito obliga a un esfuerzo mayor.
Además, la radio y, sobre todo, la televisión se dirigen a receptores menos diversificados que la prensa; es un público más amplio, a cuya uniformidad se apela más que a su diferencia. Eso justifica la pretensión de usar una lengua estándar más abierta que la del periódico y de incluir registros no formales, usos coloquiales y aun vulgares.
Finalmente, es un lenguaje que se apoya en otros sistemas de signos específicos (sonidos no articulados y música, en la radio; los mismos y la imagen, en la televisión), de una gran inmediatez y eficacia comunicativa, y, en general, más dirigidos a los sentimientos que a la razón de los receptores.
Pese a lo dicho, también el lenguaje verbal que utilizan estos medios presenta considerable diversidad; un informativo y un concurso, por ejemplo, no recurren a la misma clase de lengua, y, hasta cierto punto, cada periodista o locutor, cada presentador o "showman", emplea una lengua con características propias y exclusivas, tanto más acusadas cuanto lo expresivo o artístico predomine sobre lo estrictamente informativo.