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Lengua
LINGÜÍSTICA
La lengua mediática - 7ª parte
El lenguaje periodístico (continuación)
Características del lenguaje periodístico (continuación)
ernando Lázaro Carreter ha observado cómo, frecuentemente, aparecen en el periódico registros lingüísticos no exigidos por el tipo de información que se da, contrarios a los principios mencionados de corrección, claridad y objetividad. Así, por ejemplo, el literario o pretendidamente tal (figuras retóricas, procedimientos rítmicos, adjetivación valorativa...); el jurídico-administrativo (perífrasis, fórmulas, léxico abstracto, eufemismos...), y determinados rasgos de la lengua coloquial e incluso vulgar.
El uso literario parece responder a un deseo de creatividad del periodista o periódico, que les lleva a olvidar que cuando comunican noticias no son hablantes privados sino públicos, o al propósito de sorprender al lector e interesarlo más. El uso del lenguaje jurídico-administrativo guarda relación tanto con el prestigio de lo que se supone lenguaje del poder como con la vaguedad de los contenidos que transmite, se debe tanto a la distante seriedad que implica como al empleo automático que de él hace el periodista. Por último, el uso de los registros coloquial y vulgar suele responder, cuando es deliberado, a un ficticio acercamiento al lector, y, cuando no, a un escaso control de la lengua, por rapidez, descuido o incompetencia.
Lenguaje periodístico y lengua estándar
El lenguaje del periodismo, como en general el de los medios de comunicación de masas, tiene una gran influencia sobre la lengua estándar. Por una parte, difunde los distintos registros del castellano, incluidos aquellos que un hablante normal no suele utilizar una vez acabada su escolarización: variedades no coloquiales, lenguaje de la política, la ciencia, la cultura. Por otra, tiende a nivelar y homogeneizar a los hablantes, extendiendo una lengua normalizada.
Sin embargo, no siempre la lengua de los medios es correcta y apropiada: en ella son frecuentes los extranjerismos -anglicismos sobre todo-, los calcos semánticos de otras lenguas, los derivados incorrectos, las construcciones sintácticas deficientes y el recurso a ciertos registros lingüísticos inadecuados a la situación (el más abundante, el jurídico-administrativo, plagado de abstracciones y vaguedades, de perífrasis y eufemismos). Todo ello se debe a un conjunto de causas, entre las que se encuentran la rapidez con que se elaboran los mensajes o se traducen informaciones de otras lenguas, la imitación de usos considerados prestigiosos o la ultracorrección.
Mensajes no lingüísticos en el periódico
Junto a los mensajes lingüísticos, en el periódico aparecen otros que, en general, refuerzan o matizan aquéllos y, a veces, tienen una entidad más propia. He aquí un inventario de tales mensajes: el lugar del periódico, la sección y la página en que una información aparece; la extensión de la noticia, que el lector capta visualmente, antes de leerla; los tipos empleados; el tamaño de los titulares; las fotografías, dibujos, caricaturas, chistes; las columnas, fondos, recuadros; la utilización del color; el formato de la plana; la calidad del papel e impresión, etc.
Así pues, diversos sistemas de signos, la mayoría de ellos icónicos, se movilizan al servicio de una comunicación global. Por supuesto, cada uno de estos sistemas comunica a distintos niveles y con distinto alcance: el formato o la calidad de impresión proporciona una "imagen" del periódico; una fotografía orientará decisivamente la información escrita; la sección en que se encuentre la noticia hará que ésta sea leída de una manera u otra.