Natureduca - Portal educativo de ciencia y cultura |
Lengua
LINGÜÍSTICA
La comunicación - 12ª parte
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
Las funciones del lenguaje
os preguntamos ¿Para qué sirve el lenguaje? La
respuesta resulta obvia después de las páginas anteriores. La finalidad o
función del lenguaje es la intercomunicación entre los seres humanos -sin
olvidar que, simultáneamente, cumple un papel esencial en la organización de la
realidad, en su conceptualización: el lenguaje "sirve" para pensar, como el
pensamiento "sirve" para hablar-. Pero la comunicación puede centrarse en muy
diversos aspectos, tantos como elementos intervienen en el acto de comunicación.
Función referencial
Parece evidente que, en primer lugar, el lenguaje sirve para hablar de las cosas. Gracias a él, nos libramos de la abrumadora -o imposible- tarea de señalar las realidades acerca de las cuales queremos decir algo. Un niño que comienza a hablar puede señalar con el dedo un vaso de agua, un muñeco o un cochecito para indicar algo sobre estos objetos, pero puede decir, estén o no delante los mismos, "agua", "muñeco" o "coche". El lenguaje nos ahorra el gesto de señalar. Y además, ¿cómo señalaríamos cosas como "libertad" o "hemisferio"? A esta función, que se centra en la realidad, en la situación, para aludir a ella, la llamamos referencial (el lenguaje se refiere a una situación) o representativa (los signos representan a las cosas).
Función expresiva
Pero el lenguaje también sirve para hablar no de algo objetivo, de realidades comunes al emisor y al receptor, sino del mundo propio del emisor, de lo más subjetivo de sí mismo, sus sentimientos y emociones; a veces, hasta el punto de que el receptor no sea capaz de interpretar adecuadamente qué está diciendo el emisor, e incluso de que el emisor pueda hablar sin dirigirse a nadie. Un conductor que viaja solo contempla un accidente: varios coches destrozados, un cuerpo tendido en la carretera; antes de parar, musita: "¡Qué horror!" Sus palabras no se han dicho para nadie, son como una prolongación del horror y de la compasión que, simultáneamente, ha sentido. Si, no obstante, alguien le oyera, percibiría, más que la realidad objetiva del accidente, otra realidad, la inquietud o el espanto, que en el interior de ese hombre se ha producido.
Un director de teatro pide a un actor que, con dos palabras ("esta tarde"), intente construir diversos mensajes; los demás actores son capaces de distinguir hasta cuarenta. La entonación del actor ha convertido estas palabras en mensajes expresivos de entusiasmo, sorpresa, alegría, terror, etc.
La función del lenguaje que aquí se pone en juego se denomina expresiva (porque da cuenta de la interioridad del emisor) o emotiva (porque se centra en su realidad emocional).
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14