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Lengua
GRAMÁTICA
El sintagma verbal - 3ª parte
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Los morfemas del verbo (continuación)
Modo
l modo es una categoría gramatical que expresa la actitud del hablante ante lo dicho. En castellano existen tres modos: el imperativo, el indicativo y el subjuntivo.
El imperativo realiza la función apelativa del lenguaje: indica órdenes ("¡habla!"), instrucciones ("doblad el papel") o ruegos ("acércame el libro, por favor") que el hablante dirige a un interlocutor para conseguir de éste que realice una acción determinada. Sólo posee, lógicamente, la 2.ª persona de singular y de plural. No puede depender de ningún verbo al que se una con "que", y no admite la presencia de "quizás" ni de "no", lo que es tanto como decir que sobre las expresiones con imperativo no es posible dudar, preguntar ni negar, sino responder a ellas con una conducta, haciendo o no lo que exigen.
Frente al imperativo, que pretende actuar sobre la realidad, los modos indicativo y subjuntivo se refieren a ella; las formas del indicativo como a una realidad objetiva, sin que el hablante intervenga emocionalmente en ella ("duermen", "han preguntado", "lloverá"); las del subjuntivo, mostrando un mundo subjetivo de duda, temor o deseo ("quizás duerman", "¡que no pregunten!", "¡ojalá llueva!").
Las formas de indicativo pueden aparecer, en la oración, como principales o como subordinadas; las de subjuntivo, aunque pueden formar oraciones independientes, suelen subordinarse a verbos que expresan duda ("dudo que vuelva"), deseo ("quiero que lo hagas"), emociones o sentimientos ("lamento que te vayas"): son las únicas posibles tras verbos de voluntad o deseo seguidos de "que" o tras la interjección "ojalá".
En muchas ocasiones, el subjuntivo viene impuesto por la subordinación del verbo a otro, sin que ello implique participación subjetiva alguna del hablante ("la clase acabará cuando toque el timbre", "he traído el libro para que lo veas").
El imperativo se utiliza para mandar. Los
profesores suelen emplear este modo para ordenar a los alumnos que estudien,
atiendan o que guarden silencio
Tiempo
El tiempo es una categoría gramatical que sitúa el contenido significativo del verbo en un momento simultáneo, anterior o posterior respecto al momento del habla. Existen, según esto, el presente, el pasado o pretérito y el futuro. Estos tiempos pueden medirse a partir del momento del habla: "canto", "he cantado", "canté", "cantaré", tienen sentido en relación con el instante en que se enuncian; se llaman tiempos absolutos. Los restantes ("había cantado", "cantaba", "cantaría", etc.) se miden en relación con los absolutos ("anunció que vendría") o a partir de otra indicación temporal que el contexto proporciona ("ayer a estas horas ya habíamos comido"); se llaman tiempos relativos.
Aspecto
Una última categoría gramatical comportan las formas verbales: el aspecto. Consiste en una información acerca del desarrollo de la acción verbal, la cual puede verse en castellano como acción en curso, cuyo término no se contempla ("vivo en Madrid", "a las nueve llovía mucho"), o bien como acción que ha concluido ("viví en Madrid", "esta noche ha llovido mucho"). En el primer caso, se habla de aspecto imperfectivo; en el segundo, de aspecto perfectivo. Todas las formas simples, excepto el pretérito perfecto simple, tienen aspecto imperfectivo; todas las formas compuestas junto con el pretérito perfecto simple señalan aspecto perfectivo.
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