HISTORIA Y ARTE - EL SIGLO XIX: Manifestaciones artísticas - 9ª parte

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Historia y Arte

EL SIGLO XIX

Manifestaciones artísticas - 9ª parte


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El Impresionismo y el Postimpresionismo (continuación)

 partir de 1880 se produjo en la obra de Renoir un cambio que le llevó a buscar de nuevo la línea como lo demuestran sus Bañistas de 1887. En esta etapa Renoir se sintió interesado por el volumen y encontró en el desnudo femenino donde desarrollar ese interés. No obstante, al final de su vida Renoir volvió a reencontrarse con el color y a abandonar, por completo, el dibujo.

Vinculado, también, a los primeros impresionistas estuvo Degas (1834-1917), pero su obra ya no fue tan claramente partícipe de la vanguardia que representaban sus compañeros. Degas no pintó al aire libre, ni se sintió atraído por la naturaleza; sus dos temas preferentes fueron las bailarinas de ballet y el aseo femenino. Ahora bien, Degas sí sintió un notable interés por la luz, en este caso artificial, de los teatros y los cafés, y su estilo de pincelada suelta así como el deseo de captar el instante fugaz lo aproximaron definitivamente al Impresionismo, al que se sintió muy ligado.

Como derivación del Impresionismo apareció, en los años 80, una tendencia denominada puntillismo, que coincidió con la divulgación de teorías científicas sobre la luz, el color y la visión. La nueva técnica pictórica suponía la desaparición de la línea y la aplicación de los colores en su forma pura, a modo de punteado. Con este sistema era la vista del espectador la que hacía la mezcla de color y creaba las gamas.

Entre los pintores puntillistas destacó Seurat, con obras como Una tarde de domingo en la Grande Jatte. Otro seguidor de esta técnica fue Signac que, sin embargo, ya utilizó colores mezclados.

Una tarde de domingo en la Grande Jatte, de Seurat. Instituto de Arte de Chicago
Una tarde de domingo en la Grande Jatte, de Seurat. Instituto de Arte de Chicago

El movimiento impresionista fue netamente francés y durante su primera etapa tuvo una vigencia que bien puede calificarse de corta. Su mérito, no obstante, reside en el hecho de haber sido el estilo que rompió con el pasado y que abrió las puertas al arte moderno. Buena muestra de ello fue el resultado de la obra de los pintores que han venido a denominarse postimpresionistas, esto es Toulouse-Lautrec, Van Gogh, Gauguin y Cézanne.

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