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Geografía
PAÍSES
Polonia - 3ª parte
ntes de la Segunda Guerra Mundial, la economía polaca era básicamente agrícola. Como en muchos países del este europeo, su industrialización se inició después de 1945, con los primeros planes económicos del nuevo estado socialista, aunque Polonia pudo contar con una cierta base estructural al anexionarse, tras la guerra, la región de Silesia, anteriormente en territorio alemán, y que se hallaba en un estado de semi-destrucción. De hecho, la guerra tuvo un especial efecto en Polonia, dejando un país destrozado en todos los órdenes. La incorporación de Silesia lo convirtió además en una potencia minera, con un gran volumen y diversidad de minerales en su subsuelo, especialmente de carbón y cobre, haciendo de la industria extractiva un pilar fundamental de su desarrollo. Polonia cuenta igualmente con importantísimas reservas de azufre, cinc, plomo y sal.
El nuevo estado de orientación socialista establecido después de 1945 inició una política de reconstrucción del país y de modernización de todos los sectores económicos. Para ello estableció la socialización de los medios de producción e impulsó el desarrollo de la industria pesada, basada en el aprovechamiento de los recursos minerales del rico subsuelo y también en un rápido y masivo flujo de mano de obra rural, excedente para una óptima modernización del campo, hacia las ciudades. En el campo se había acometido una supresión del latifundismo existente, impulsando la creación de cooperativas de producción. Sin embargo, los planes de colectivización agraria que se dieron en otros estados de orientación socialista, en Polonia fueron desestimados en 1956 a causa de la fuerte resistencia pasiva del campesinado y la iglesia. Así, más de un 75 % de la tierra siguió estando privatizada.A pesar de todos los esfuerzos para la modernización del sector agrario, Polonia siempre tuvo que depender del exterior para satisfacer sus necesidades, hecho que conllevó una insuficiencia y un encarecimiento en los suministros, que fueron un germen fundamental para una progresiva agravación de la situación social. Otros dos aspectos fundamentales de la economía polaca durante las cuatro décadas posteriores a 1945 fueron la orientación de su comercio exterior en el marco del COMECON, y la importancia de la riqueza energética como base del desarrollo: el 80 % de su producción energética provenía del carbón, mientras que la obtención hidroeléctrica tenía escasa importancia. Un programa de obtención de energía nuclear fue abortado por dificultades financieras.
El desarrollo de la economía polaca tuvo su punto de inflexión a partir de los años 70, cuando se pusieron de manifiesto sus debilidades estructurales, especialmente la obsolescencia de la industria y la baja productividad, que cada vez más imposibilitaban el acceso de sus productos a los mercados mundiales. Ello se agravaba con un constante crecimiento de la deuda exterior, pese a que un producto de enorme peso en el conjunto de las importaciones, el petróleo, era adquirido a la U.R.S.S. a precios más bajos que los del mercado. La grave situación económica desembocó en las manifestaciones de descontento popular de principios de los 80, conducidos por el sindicato Solidaridad, por una población que obtenía alimentos y bienes de consumo cada vez con mayores dificultades de suministro o a precios muy elevados.El deterioro de la situación social obligó a un intento de reforma económica a partir de diciembre de 1981, tras la proclamanción de la ley marcial en el país. Los intentos de mejorar la economía y atender las necesidades más perentorias de la población dieron como resultado la formación de un sistema mixto de funcionamiento entre planificación centralizada y una relativa autonomía de las empresas. En general, estos intentos de reactivación económica resultaron un fracaso y, ya a principios de 1990, con la desaparición del COMECON, y cuando la transición política que puso fin a la República Popular lo hizo posible, Polonia se encaminó definitivamente hacia una economía de mercado, bajo una política de fortísima austeridad, y con unos dramáticos costes sociales: gran aumento del paro, crecimiento acelerado del coste de la vida, descenso de los salarios, etc.
La enorme reconversión industrial y modernización que requiere la economía polaca hace imprescindible el total desmantelamiento de extracciones mineras, plantas siderúrgicas, astilleros, fábricas textiles, etc. A esta imperiosa necesidad debe añadirse el problema de la fuerte deuda exterior, que forzosamente acrecentó paraobtener créditos y ayudas del FMI y del Banco Mundial a fin de iniciar la reorientación económica. A pesar de todas estas dificultades, Polonia ha solicitado su ingreso en la CE., cuyo apoyo se considera fundamental para superar tan profunda crisis. Aunque a principios de los 90 la producción industrial había disminuido considerablemente, todavía aportaba más del 60 % de la renta nacional y ocupaba casi el 45 % de la población activa.El principal sector es el alimentario (más de un 20 % de la producción industrial total), seguido en importancia por la siderurgia, la metalurgia, la construcción de maquinaria (principal sector exportador), la química y farmacéutica, y la textil. A pesar de una clara voluntad descentralizadora durante los años de industrialización, existe una clara polarización en cuatro centros fundamentales: la región de Silesia, y los entornos de las ciudades de Cracovia, Varsovia y PoznaL. Las ciudades portuarias de Szczecin y Gdynia-Gdansk constituyen los únicos núcleos industriales importantes del N del país. El sector agrario aporta un 15 % de la renta nacional y ocupa el 28 % de la población activa. Sus principales productos son los cereales y, en menor medida, las patatas y la remolacha azucarera.