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Geografía
PAÍSES
Polonia - 2ª parte
l pueblo polaco tiene su origen en las migraciones eslavas venidas del este, algunas de cuyas tribus se establecieron inicialmente en las llanuras entre el Oder y el Vístula. Las vicisitudes históricas que desde entonces ha sufrido el territorio polaco explican que su estructura poblacional dependiera tradicionalmente más de factores políticos que de la propia dinámica demográfica. La inestabilidad fronteriza y los acontecimientos políticos han sido causa de constantes y notables variaciones en el volumen total de población, su crecimiento y su distribución espacial. Así, en la historia más reciente, la Segunda Guerra Mundial supuso una disminución de la población polaca de casi 11 millones de habitantes (de 34 800 000 se pasó a 23 900 000), entre víctimas del conflicto, cambios fronterizos y migraciones forzadas. Con todo ello, Polonia se convirtió en un país étnicamente muy homogéneo, con más de un 90 % de población polaca, mientras que durante el período de entreguerras tenía una variada composición étnica, y sólo un 69 % de la población era polaca.
Actualmente las escasas minorías se concentran principalmente en las zonas periféricas; los más numerosos son los alemanes, hallándose también ucranianos, bielorrusos, lituanos, eslovacos, gitanos, etc. En cuanto a los judíos, que antes de la Segunda Guerra Mundial eran unos 3 500 000, hoy son únicamente unos pocos millares. También en el campo religioso la homogeneidad es el principal rasgo: más de un 90 % de polacos son de confesión católica, en un país en el que la iglesia no sólo es un símbolo de identidad, pilar de la supervivencia de la nacionalidad polaca en muchos momentos de la historia, sino que sigue manteniendo actualmente una enorme influencia social y política. Los grupos ortodoxos y protestantes son muy minoritarios. A partir de 1945, Polonia entró en un período de fuerte crecimiento demográfico con altas tasas de natalidad, a pesar de lo cual llegó a alcanzar escasamente el volumen de población anterior a la guerra. Sin embargo, esta tendencia se fue moderando progresivamente, y a partir de los años 70 se acentuó el descenso de las tasas de natalidad a causa de la aguda crisis económica por la que atraviesa el país. Ello comportó un cierto envejecimiento de la población y un ligero aumento de las tasas de mortalidad, aunque la estructura demográfica polaca denota que se trata todavía de una población joven.Otra característica del poblamiento del país forjada tras la Segunda Guerra Mundial es el aumento de la población urbana, que alcanzó una tasa del 60 % en un país de tradición rural. Ello supuso grandes flujos de migraciones internas y, a pesar de la voluntad equilibradora del territorio, acentuó las desigualdades en la distribución de la población. La densificación de los grandes núcleos industriales creó una franja central de concentración humana, extendida de N a S, desde Gdansk, siguiendo el eje del río Vístula, para ensancharse en el S, en la región de Silesia, donde se concentra la mayor parte de la industria pesada del país. Así, frente a voivodinatos (provincias) con más de 200 h/km 2 en el sur y el centro, en el norte, así como en las franjas del este y el oeste la densidad poblacional se encuentra muy por debajo de la media polaca.
En cuanto a la distribución de la población, cabe también destacar que Polonia fue uno de los grandes focos de emigración europea desde el s. XVIII, y sobre todo desde la segunda mitad del s. XIX, y actualmente se estiman en unos 15 millones los polacos repartidos por el mundo, especialmente en Estados Unidos. La localización de la población polaca viene también determinada en gran medida por la configuración histórica de dos grandes ejes de desarrollo económico, extendidos paralelamente de N a S, con los ríos Oder y Vístula como tradidionales vías de comunicación entre el litoral y el interior. En las regiones litorales de Pomerania y Mazovia, alemanas antes de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad de Szczecin y la conurbación Gdynia-Gdansk-Sopot, ubicadas en las desembocaduras de los dos grandes ríos polacos, constituyen los dos importantes puertos del país.El Odra constituye la espina dorsal de las regiones de Alta y Baja Silesia, fuertemente industrializadas ya desde que formaban parte de Alemania. Sus dos núcleos principales son las ciudades de Wroclau y Katowice. En el eje del Vístula, de mucho mayor dinamismo económico, se asientan las principales ciudades de Polonia: Bydgoszcz, Poznán (situada en la principal zona de transición entre el Vístula y el Oder), LódW, Varsovia, Lublin y Cracovia.