La desobediencia es la virtud original del
hombre. Mediante la desobediencia y la rebelión se
ha realizado el progreso.
Como no fue genial, no tuvo enemigos.
Es peligroso escuchar. Se corre el riesgo de que
le convenzan; y un hombre que permite que le
convenzan con una razón, es un ser absolutamente
irracional.
Detesto la vulgaridad del realismo en la
literatura. Al que es capaz de llamarle pala a una
pala, deberían obligarle a usar una. Es lo único
para lo que sirve.
Se llama matrimonio de conveniencia a un
matrimonio de personas que no se convienen en
absoluto.
El encanto del matrimonio es que provoca el
desencanto necesario por las dos partes.
Cualquier hombre puede llegar a ser feliz con
una mujer, con tal de que no la ame
Matar es una estupidez. Nunca debe hacerse nada
de lo que no se pueda hablar en la sobremesa.
Sólo los superficiales llegan a conocerse a sí
mismos.
La tierra es un teatro, pero tiene un reparto
deplorable.
Las pequeñas acciones de cada día hacen o
deshacen el carácter.
La mayoría de las personas son otras: sus
pensamientos, las opiniones de otros; su vida, una
imitación; sus pasiones, una cita.
Siempre es bueno dar consejos, pero darlos
buenos es fatal.
En asuntos de vital importancia, el estilo, y no
la sinceridad, es lo verdaderamente vital.
Todos matan lo que aman: el cobarde, con un
beso; el valiente, con una espada.
En los mejores días del arte no existían los
críticos del arte.
El único deber que tenemos con la historia es
rescribirla.
Un tonto nunca se repone de un éxito.
La vida es simplemente un mal cuarto de hora
formado por momentos exquisitos.
Lo único que se conseguirá diciendo siempre la
verdad es ser siempre descubierto.
Los viejos lo creen todo; los adultos todo lo
sospechan; mientras que los jóvenes todo lo saben.
Parecer discreto vale tanto como entender una
cosa, y es mucho más fácil.