A veces pienso que Dios creando al hombre
sobreestimó un poco su habilidad.
El arte no es algo que se pueda tomar y dejar.
Es necesario para vivir.
Los libros que el mundo llama inmorales son los
que muestran su propia vergüenza.
Mejor ser un cohete caído que no haber
resplandecido nunca.
Los hombre jóvenes quieren ser fieles y no lo
consiguen; los hombres viejos quieren ser infieles y
no lo logran.
Ser natural es la más difícil de las poses.
El sufrimiento es el medio por el cual
existimos, porque es el único gracias al cual
tenemos conciencia de existir.
Logro resistirlo todo, salvo la tentación.
Los músicos son terriblemente irrazonables.
Siempre quieren que uno sea totalmente mudo en el
preciso momento que uno desea ser completamente
sordo.
La mejor base para un matrimonio feliz es la
mutua incomprensión.
Adoro los placeres sencillos; son el último
refugio de los hombres complicados.
Resulta de todo punto monstruosa la forma en que
la gente va por ahí hoy en día criticándote a tus
espaldas por cosas que son absolutamente y
completamente ciertas.
Siempre traspaso los buenos consejos que me dan.
Es para lo único que sirven.
El valor de una idea no tiene nada que ver con
la sinceridad del hombre que la expresa.
Más veces descubrimos nuestra sabiduría con
nuestros disparates que con nuestra ilustración.
La diferencia entre literatura y periodismo es
que el periodismo es ilegible y la literatura no es
leída.
Experiencia es el nombre que damos a nuestras
equivocaciones.
Las mujeres son un sexo decorativo. Nunca
tienen, nada que decir, pero lo dicen
deliciosamente.
Nada se parece tanto a la ingenuidad como el
atrevimiento.
Los niños son siempre el símbolo del eterno
matrimonio entre el amor y el deseo.
El patriotismo es la virtud de los depravados.
Tengo gustos simples. Me satisfago simplemente
con lo mejor.