LENGUA - LAS LENGUAS PENINSULARES: El léxico castellano - 8ª parte
 Cultureduca: Cultura educativa
 Menú principal - Índice principal Menú rápido - Índice rápido Contacto Buscar artículos aquí 81 usuarios conectados    

 

/cultureduca/leng_penin_lexcaste08



Lengua

LAS LENGUAS PENINSULARES

El léxico castellano - 8ª parte


1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12



Niveles léxicos

omo ya se ha dicho, las lenguas viven en una relación dialéctica entre unidad y diversidad. Los hablantes castellanos comparten la misma lengua, pero no todos la poseen exactamente en la misma medida ni la usan de forma enteramente homogénea. La diversidad responde al cambio histórico (la lengua hablada en el siglo XVII no es por completo igual a la actual, e incluso una generación no habla como la siguiente), a la extensión geográfica (un argentino no habla como un chileno, un murciano no lo hace como un canario) y a la estructura social (la clase sociocultural, el nivel de instrucción, la pertenencia a un grupo profesional..., condicionan el registro lingüístico). Igualmente, la materia de que se habla, la situación de elocución y el uso que los hablantes hacen de la lengua, explican la diversidad de ésta.

Diversidad que es, sobre todo, léxica. Se entiende, así, por niveles léxicos la variedad de las palabras de una lengua según sus distintas modalidades (cronológicas, geográficas y sociales).

Lengua estándar y léxico común

La diversidad de una lengua supone, naturalmente, la existencia de algo común a todas las variedades: el sistema lingüístico unitario, que, realizado según las exigencias de la norma, se muestra en la lengua estándar. Las palabras que pertenecen al estándar pueden llamarse palabras comunes. Son las que más fluidamente circulan por encima de las divergencias de todo tipo y constituyen el vocabulario esencial para el conjunto de los hablantes. Tales palabras apenas dicen nada de diferencias dialectales, cronológicas ni sociales, salvo, por supuesto, que quien las utiliza se somete ya a la norma y hace, en algún sentido, un uso culto de la lengua.

Arcaísmos y neologismos

Si se reflexiona sobre el eje diacrónico o histórico de una lengua, se observa que, en un momento dado de su evolución, existen, junto a lo que se siente como léxico común, dos conjuntos de palabras bien diferenciados: uno es el de los arcaísmos, otro el de los neologismos.

Son arcaísmos las palabras que la generalidad de los hablantes considera viejas, antiguas, desusadas, aunque permanezcan en los textos y en los diccionarios y aun en la memoria de algunos hablantes. Suele distinguirse entre arcaísmos propiamente dichos y arcaísmos de cosa: éstos son los términos que designan objetos o realidades desaparecidos de la vida social, cuya desaparición ocasionó la de la palabra, como, por ejemplo, "behetría" o "lansquenete", "chinela" o "guardainfante"; son arcaísmos propiamente dichos los que simplemente han sido sustituidos por otras palabras: "marfuz" ("engañoso"), "ardido" ("intrépido"), "alcándara" ("percha"), "desmarrido" ("triste"), "guisa" ("manera"), "contrapugnar" ("combatir una cosa con otra"), etc., de los cuales unos han desaparecido y otros han cambiado de significado.

Frente a los arcaísmos, los neologismos son palabras nuevas que los hablantes sienten como recién incorporadas a la lengua, bien por los procedimientos de formación habituales (derivación, composición: "informatización", "superconductividad", "precocinado"; acronimia: "IVA", "CDS", "SIDA"), bien como préstamos ("rock", "marketing", "telex", "squash", "punk"). Esa incorporación refleja los cambios que se producen en la cultura material -objetos- y espiritual -conceptos, ideologías- y también el prestigio de lenguas diferentes y de saberes específicos que a veces imponen términos que desplazan a otros de uso común: piénsese en el peso que los anglicismos o los tecnicismos tienen hoy sobre el castellano.

Normalmente, los neologismos tienen un período de fluctuación hasta que se generalizan en la lengua: los diccionarios tardan en incluirlos.

Existen también neologismos de sentido: un ejemplo clásico es "azafata", que adquirió su significado actual a expensas del arcaico "criada de la reina", o "bujía" (antes "vela"); hoy son neologismos de sentido "carátula" de vídeo (antes "máscara" o "profesión histriónica") o "prestaciones" (de un coche), entre otros muchos.

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

  

Visita nuestra web dedoclick Naturaleza educativa

 Menú principal - Índice principal Menú rápido - Índice rápido Contacto Buscar artículos aquí



Logo Asociación Española para la Cultura, el Arte y la Educación ASOCAE© ASOCAE ONGD, Asociación Española para la Cultura, el Arte y la Educación - ww.asocae.org - RNA 592727 - CIF.: G70195805 ¦ Quiénes somos  ¦  Contacto  ¦  Bibliografía  ¦  Política de privacidad ¦ Esta web NO utiliza cookies, ni guarda datos personales de los usuarios