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Cocina y gastronomía
EL VINO
Derivados: el aguardiente - 1ª parte
Antecedentes culturales
l aguardiente
de orujo es una bebida tradicional en la Galicia rural. Antes de explicar
su proceso de elaboración es interesante conocer sus antecedentes, pues
no se trata solamente de un simple licor espirituoso e incluso medicinal
(como es el elaborado con hierbas), sino que todo lo que le rodea,
especialmente el alcohol con que se elabora, constituye una verdadera
parafernalia místico-cultural, en la actualidad un poco devaluada, pero
que todavía es representativa del arraigo de un pueblo como el gallego,
en sus tiempos emigrante y nostálgico ante el recuerdo de su tierra, y
que puede ser definida con una sola palabra: "morriña", es
decir, nostalgia, añoranza o melancolía ante la ausencia de la propia
tierra.
Destilación artesanal
Aspectos legales
Debemos tener muy en cuenta que la destilación de alcoholes es una actividad legislada y regulada, y que es preciso obtener la licencia correspondiente antes de proceder a ello.
En Galicia, los particulares podemos destilar nuestro propio aguardiente, sólo es preciso disponer de un pote de destilación (alambique, normalmente de cobre) y darse de alta en el registro territorial de destiladores artesanales de la Agencia Tributaria; nos entregarán una tarjeta identificativa.
Impresos para la solicitud de
la licencia de destilación y precintas para cada litro obtenido.
Foto: Abel Domínguez
El proceso de registro es gratuito, y sólo hay que abonar el impuesto correspondiente cuando se vaya a destilar según el número de litros que se calcule se van a obtener. Para ello, cada año una vez finalizada la cosecha, la Agencia Tributaria abre la campaña para destiladores artesanales; nos dirigimos a ella y cubrimos los modelos 517, 518 y 559; pagamos el impuesto resultante y seguidamente nos entregarán las precintas (normalmente para cada litro).
El alambique
Para destilar nuestro propio aguardiente es fundamental disponer de un alambique, el llamado por nosotros "pote". En el sur de Galicia y norte de Portugal se puede conseguir fácilmente en las ferias y establecimientos afines; son generalmente de cobre y los hay de muchas capacidades.
Un alambique de 250 litros, ya
funcionando, con su capacete y depósito del condensador.
Foto: Abel Domínguez
Normalmente, un pote de 250 litros puede destilar más o menos 14 litros de aguardiente, aunque su volumen depende fundamentalmente del contenido en alcohol del vagazo y su nivel de humedad. Si en vez de agua añadimos vino de años anteriores, podemos entonces obtener mayor cantidad de litros.