Aunque el perro y el gato copan el universo de los animales domésticos y de compañía, cabe citar el conejo como una interesante alternativa si deseamos adquirir una mascota. Existen varias razas y características, son habitualmente muy dóciles, aunque pueden variar en sus comportamientos; los hay de naturaleza independiente o con temperamentos más inquietos, pero en general son amigables, cariñosos y juguetones. Con paciencia, pueden incluso ser adiestrados y responder al ser llamados por su nombre.
Los conejos domésticos utilizados como mascotas, suelen vivir más tiempo que los salvajes si están bien alimentados (el heno y el pienso para conejos es la alimentación habitual). Los conejos silvestres viven menos porque se hallan más expuestos a enfermedades, y sufren mucho estrés debido a su naturaleza de presa, que les obliga a mantenerse constantemente alerta ante el peligro de ser capturados por variados depredadores. Por ese motivo, es extraño que la esperanza de vida de un conejo silvestre alcance los 8 años; sin embargo un conejo mascota, puede llegar a vivir tanto como muchos perros, hasta unos 15 años, gracias a que su vida transcurre en un ambiente pacífico, protegido, de buena alimentación y raramente sujeto a situaciones de estrés.
Aunque la domesticación del conejo es históricamente muy antigua, su destino como mascota es muy reciente. En la época victoriana, cuando la nobleza comenzó a darles ese fin, los conejos se popularizaron como animales de compañía y eran incluso exhibidos en las ferias. Mucha de esa popularidad se debió especialmente al cuento «The Tale of Peter Rabbit» (publicado en España con el título «Perico el conejo travieso») que Beatrix Potter escribió en 1893.
Como todo ser vivo en cautividad, los conejos también necesitan unos cuidados y alimentación específica, y atender otra serie de necesidades acordes con este tipo de mamíferos, que pueden diferir bastante de otras mascotas habituales de pequeño tamaño, como hámsters o cobayas.
El primer ingrediente que debemos atender en la alimentación de un conejo doméstico es el heno. Un heno de calidad es fundamental para su desarrollo y bienestar, especialmente para las crías que ya están destetadas. El heno nunca puede faltar, ya que les aporta fibra para que realicen digestiones más fáciles. Además, constituye un excelente material como cama y para mantener la higiene de su habitáculo.
Aunque los piensos específicos para conejos mascota ya incluyen todos los ingredientes que nutricionalmente necesitan, también pueden comer productos frescos, habitualmente verduras y hierbas, como zanahoria, col, acelga, nabo, remolacha, apio, espinacas, alfalfa, trébol…, también la mayoría de hierbas aromáticas en fresco como albahaca, orégano, hinojo, hierbabuena, salvia, cilantro…
A las crías recién destetadas se les debe racionar el alimento sólido, al principio ofreciéndoles pequeñas cantidades de verduras, para después ir aumentado las cantidades progresivamente. Los conejos dejan de crecer a partir de los seis meses, momento en que también debe racionarse el alimento, ya que comen continuamente y eso provoca problemas de peso y de los dientes.
Hay alimentos que los conejos no deben comer nunca y que incluso pueden resultar venenosos para ellos, como patata, cebolla, ajo, coliflor, chocolate…; tampoco ningún tipo de semillas, cereales, legumbres y frutos secos. Las frutas frescas también están contraindicadas porque suelen acarrear problemas digestivos. La única fruta que se le puede dar a los conejos son las que ya vienen deshidratadas. Las grasas y carbohidratos hay que restringirlos al máximo.
Por supuesto, nunca dar a los conejos mascota alimentos que han sido formulados para otros animales, como gatos o perros. Tampoco alimentos cocinados, lácteos, carnes, pescados, frutas en almíbar o conserva… En general, no utilizar piensos a granel que no se tenga certeza sobre su composición ni garantía de su origen o fabricación.
Finalmente, los conejos mascota deben tener siempre agua limpia a su disposición, es elemento fundamental para que puedan digerir adecuadamente los sólidos que ingieren y no se presenten problemas digestivos.