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Formación de los periodos Primario, Medio y Tardío

ara el año 2000 antes de Cristo algunas comunidades rurales en América Central se mantuvieron totalmente, o en gran parte, mediante la agricultura.

La mayoría de estos pueblos estaban situados en el sur de Mesoamérica, pero los hallazgos arqueológicos en Cerro Juanaqueña, Chihuahua, no lejos de la actual frontera con Estados Unidos, sugieren también un temprano desarrollo agrícola en el norte de México. Durante la formación del periodo Primario numerosas plantas comestibles fueron mejoradas por hibridación y técnicas de cultivo más sofisticadas.

El cerro Juanaqueña, en Chihuahua, sugiere que la agricultura en el Norte de México se desarrolló en épocas tempranas. Pinche en las coordenadas para ver el sitio en Google Maps »30° 55' 28.60" N 108° 7' 35.39" W

La formación del periodo Medio fue una época de transición entre la simple aldea agrícola y sociedades más complejas organizadas en torno a las capitales político-religiosas, posiblemente incluyendo las ciudades densamente pobladas. Aunque éstas y otras sociedades debieron de construir numerosas estructuras de madera, cañas y paja (materiales ampliamente disponibles en los bosques de los alrededores) éstos se perdieron hace mucho tiempo por acción de los agentes naturales, y no pueden servir como prueba. Como resultado, para el estudio los arqueólogos han tendido a centrarse en la piedra y estructuras que han resistido los estragos del tiempo.

Los primeros grandes centros ceremoniales de piedra y la primera escultura monumental de piedra, datan del período Medio, alrededor del año 1000 a.C, en el sur de Veracruz y Tabasco. Los sitios en cuestión son San Lorenzo y La Venta, los cuales evolucionaron a partir de pequeñas aldeas agrícolas hasta impresionantes centros urbanos. Son los dos sitios principales del arte olmeca, donde se exhiben formas completas, tanto redondas como de bajorrelieve.

Cabeza olmeca tallada sobre una gran roca volcánica

Los artistas olmecas hicieron grandes cabezas de piedra, altares, mascarones de mosaico, y estelas, también trabajaron exquisitas figuras de jade exquisitos y otros objetos pequeños. A menudo se representan rostros humanos, aunque muchos de ellos tenían la boca y las fosas nasales de jaguar. La influencia estilística olmeca llegó a Oaxaca, Chiapas, Guatemala, El Salvador, y el Valle de México.

La formación del periodo Tardío vio como se desarrollaba la propagación de sociedades complejas en gran parte de Mesoamérica. Aparecieron jeroglíficos y cálculos de calendario complejos. Estos elementos de la civilización se registran primero en asociación con los yacimientos Tres Zapotes, Izapa y el principio de los estilos del arte de Oaxaca.

Las ruinas de la histórica ciudad de Teotihuacán, un extenso centro urbano que alojaba una población superior a las 125.000 personas

La verdadera ciudad o centro urbano también fueron hechas durante este período. Una de las primeras manifestaciones de la vida de la ciudad densamente poblada ocurrió en el Valle de México, en Teotihuacán, y que finalmente cubrió un área de uno 20 kilómetros cuadrados, alojando entre 125.000 y 200.000 habitantes. Las ruinas monumentales de la ciudad, incluyendo la enorme Pirámide del Sol y los 40 metros de ancho de la Calzada de los Muertos, siguen siendo un foco de estudio arqueológico y un importante atractivo turístico.

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