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l programa de tareas que tiene encomendadas el operario de la oficina ya descrita podría enunciarse de la siguiente forma:

Rellena el documento de facturación con los datos y resultados correspondientes al cliente y los artículos solicitados y deposita dicho documento (factura) sobre la ventanilla de salida (5).

Vuelve a repetir estas operaciones para el siguiente albarán, comenzando de nuevo con la primera instrucción del programa, y así cuantas veces haga falta hasta terminar con el último albarán y su correspondiente factura.

De acuerdo con lo anterior, parecerá que el administrativo en cuestión tiene ya resueltos todos sus problemas a la hora de realizar sus trabajos. Sin embargo, es posible que pronto se le plantee el problema de la limitación de espacio disponible en el tablero, para almacenar toda la información necesaria para efectuar su trabajo.

Esto representa un grave inconveniente cuando:

• a) Los datos a utilizar en un determinado trabajo, como el de facturación, resultan excesivamente numerosos (lista de precios de artículos demasiado voluminosa, lista de descuento aplicada a un número muy grande de clientes, etc.).
• b) La lista de normas o instrucciones para efectuar el trabajo concreto (por ejemplo programa para realizar facturaciones) es demasiado extensa dada la complejidad o dimensión de la tarea a realizar.
• c) Además del trabajo de facturación debe realizar otros trabajos, por ejemplo la nómina de la empresa, la contabilidad, etc.; probablemente el tablero no podrá contener simultáneamente todas las normas correspondientes a los diferentes trabajos.

Por tal motivo el administrativo se ha visto obligado a utilizar algo así como una «ampliación» de su tablero, concretamente una biblioteca o archivo situado fuera de su oficina en una habitación separada (6).

En el citado archivo existen debidamente ordenados una serie de ficheros que guardan la información utilizable por el administrativo, y que no puede tener permanentemente sobre el tablero por falta de espacio.

Así, nuestro administrativo pondrá sobre el tablero la información temporal suficiente para ejecutar una parte del trabajo encomendado. Cuando los datos que esté tratando se hayan «agotado» o bien no sean los adecuados en ese momento, solicitará al archivo que le envíe nuevos datos y los situará encima de los anteriormente empleados, con lo que dispondrá de nueva información a tratar.

El proceso es análogo en el caso de que el administrativo haya ejecutado la última instrucción de la lista de normas o programa del trabajo (facturación) que está realizando. Si dicha instrucción no es la última del programa, deberá solicitar al archivo una nueva lista de instrucciones. Recibida ésta y colocada encima de la anterior, procederá a ejecutar de nuevo su trabajo.

Asimismo, cuando haya finalizado la ejecución de un trabajo, podrá solicitar del archivo las instrucciones que componen el programa de la siguiente tarea a ejecutar.

Este ciclo de ejecución-petición de información-ejecución se realizará cuantas veces haga falta hasta completar todo su trabajo.

El lector está ahora en condiciones de poder prever los diferentes órganos o elementos de que consta un ordenador, partiendo del simple hecho de que dicho ordenador tuviera que «mecanizar» o «automatizar» la oficina administrativa que se ha presentado.

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