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Introducción

a en el siglo XV surge en Italia un movimiento que parte del interés por la cultura clásica greco-latina. La novedad que presentaba frente al mundo medieval y su difusión, hicieron que se convirtiera en un movimiento ideológico general, que se manifestaría en un siglo de notables cambios culturales, políticos y religiosos, además de avances científicos y técnicos.

En el siglo XVI, ese movimiento artístico, intelectual y literario alcanza carácter europeo. Hablamos del Renacimiento.

Así pues, el siglo XVI marca el inicio de los tiempos modernos. De una sociedad medieval eminentemente feudal, se pasa a un estado autoritario y centralizado. Comenzaría aquí una lucha de los principales países europeos pos fijar sus límites territoriales, a la vez que se intenta imponer la supremacía política, dando origen con frecuencia a conflictos bélicos.

En el Renacimiento se potencia el anhelo de investigar más allá de las fronteras, produciéndose viajes y expediciones marítimas de diversa índole, aunque en principio con el interés de los soberanos europeos de descubrir e incorporar nuevas tierras a sus patrimonios nacionales. En consecuencia, nacen y se forman los imperios coloniales portugués y español.

La expedición de las carabelas colombinas supuso un nuevo capítulo en la etapa de la historia universal, pero de importancia trascendental para las naciones europeas, que vieron como se producían profundos y constantes cambios con una rapidez inusitada en relación con otras etapas precedentes de la historia.

Mural del monasterio de la Rábida, donde Daniel Vázquez Díaz narra gráficamente los preparativos del viaje de Colón

Bastante después tendrían lugar algunas expediciones científicas sobre nuevas tierras y continentes, especialmente a cargo de Inglaterra, aunque también de otros países como Francia; la Antártida sería uno de esos destinos, un lugar inhóspito que fue reto de avezados exploradores, científicos, e incluso balleneros y cazadores de focas.

El Renacimiento y el consiguiente paso a los tiempos modernos fue fruto de los cambios manifestados en el arte y la literatura. El disfrute y admiración del mundo greco-latino y la belleza que englobaban, ocupó el primer lugar en esta etapa, y supuso un cambio en la estética, temática e ideología reinantes hasta entonces. Toda Europa fue partícipe de las nuevas ideas renacentistas a lo largo del siglo XVI, que habían germinado en Italia ya en el siglo XV.

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