Peregrinos ilustres de la historia que pasaron por La Coruña: Mariana de Neoburgo

Mariana de Neoburgo, hija de Felipe Guillerme de Baviera, fue una peregrina ilustre y también una de las más documentadas. Llegó a Coruña en 1690, tras casarse por poder (en Neoburgo-Alemania, donde vivía), con el rey español Carlos II. Antes de salir por barco haica España, para realizar la boda en persona con el monarca (se celebraría en mayo en Valladolid), Mariana manifestó su deseo de peregrinar a Santiago, algo que Carlos II celebró enviándole a Alemania un rosario para la ocasión. Por tal motivo, y después de numerosas peripecias, el buque de la marina inglesa Duke, tomó rumbo A Coruña en marzo de 1690.
Sin embargo, los temporales acabaron llevando la nave a la ría de Ferrol, donde la reina desembarcó tomando el camino de Coruña. En esta ciudad permaneció desde el 12 al 15 de abril de 1690.

Peregrinos ilustres de la historia que pasaron por La Coruña: Mariana de Neoburgo

Mariana de Neoburgo

Lo que sigue es lo que escribe Guillermo Escrigas en la introducción al facsímile que relata el viaje real:

“Ni un solo día de los días de la semana en que la Reina permaneció en la ciudad quedó el vecindario sin fiestas. Las calles estaban engalanadas y, día a día y noche tras noche, se celebraron festejos con máscaras y luminarias, bailes, mojigangas ecuestres y juegos diversos”.

Luis Antonio, el hermano de la reina, continúa Escrigas, “escribió a su padre entusiasmado por el recibimiento que habían tenido en nuestro país”.

Fue, sin duda, la peregrinación más popular salida nunca de la ciudad de Coruña camino de Santiago. Baste decir que cuando Mariana de Neoburgo parte el 15 de abril hacia el sepulcro apostólico lo hizo con un séquito que alcanzaba las mil quinientas personas. Al día siguiente la reina estaba ya en Santiago, en donde el recibimiento no desmereció a la que se le dispensara en A Coruña. Como muestra de agradecimiento a la ciudad herculina los monarcas donaron a la colegiata de Santa María del Campo una arca eucarística de plata (1691) y una custodia (1695). Ambas obras pueden contemplarse actualmente en el
Museo de la Real Colegiata de Santa María.

Fuente: A Coruña, corazón del Camino Inglés (Manuel F. Rodríguez)

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