FILATELIA: PAISES DEL MUNDO: IRÁN

Situado en el Oriente Medio, tiene 1.648.190 km² (algo más de tres veces España), es el sexto país más extenso del continente asiático, fronteras con Armenia, Azerbaiján (y el enclave de Nakhichevan), Turkmenistán, Afganistán, Pakistán, Irak y Turquía. Mantiene zonas marítimas en el Mar Caspio, Golfo de Omán y Golfo Pérsico. Casi el 90% del territorio es una meseta en torno a los 1000 metros, también encontraremos la cordillera de Zagros y Elburz. Su población, a finales del siglo XX, pasaba de los 60 millones de los que algo más del 60% está considerada urbana que, como ocurrió en otras latitudes, ha huido del campo a la ciudad, sobre todo Teherán, creando [de paso] innumerables problemas y acentuando el desarraigo.

El estudio del poblamiento de la región nos llevaría a tiempos pretéritos, intentaremos centrarnos en la época que va del tercer milenio a. C. a nuestros días.  En la zona de Mesopotamia surgieron los primeros elamitas y sumerios [en la parte del lago Urmia y Susa, una de las ciudades más importantes de la época; el reino de Elam alcanzó, incluso India y Afganistán, hacia el 2.800 los sumerios sometieron a los elamitas y se adoptó la escritura cuneiforme]. En el II milenio hizo su aparición el pueblo asirio y la llegada de los persas se producirá en torno al 1.500, documentos asirios los identificaron como persas y medas.

Al estar en una encrucijada de caminos, la entrada en escena de pueblos de diferentes orígenes no se hizo esperar y con ello los conflictos político-militares que provocaron grandes movimientos de población prácticamente hasta nuestros días. Los kurdos penetraron en el I d.C., los selyúcidas hacia el XI y en el XIII los descendientes de Gengis Kan, junto a pueblos originarios de la península arábiga, conformarán el mapa étnico actual que se rige por la religión islámica (chiíta) y cuya lengua mayoritaria es el persa (o farsi); encontraremos, sobre todo en las zonas montañosas o fronterizas, azerbaijano (los azeríes representan la mayor minoría étnica con un 20%), kurdos (el idioma es una las antiguas formas del farsi, hay diferencias dialectales y está también asentado en territorio de Turquía y de Irak) que profesan la fe sunita -y mantiene viva la llama de la independencia, aunque esa lucha sea más suave en Irán, pero sus aspiraciones pasan por tener territorio propio y alcanzar la independencia, por lo tanto esa zona hay que considerarla susceptible de “levantarse” en cualquier momento-. Los árabes, básicamente asentados en la parte costera del Golfo y en las diferentes islas. Los lur -uno de los linajes más antiguos de Irán-, mayoritariamente en el Lurestán -apenas es el 2% de la población del país- y, como curiosidad, sus alfombras son las más apreciadas del orbe, generalmente las confeccionan sus mujeres. Los turcomanos (2%, Golestán y Khorasán principalmente) mayoritariamente sedentarios; armenios, judíos y asirios conforman el abigarrado mosaico humano de estas tierras habitadas, prácticamente, desde el origen del hombre que ha ido impregnando su historia y su visión del mundo desde el mítico imperio persa que no deja de sorprender al visitante que queda extasiado ante la grandeza y perfección de sus vestigios arqueológicos. Trajano (98-116 d.C.) llegó a conquistar Mesopotamia y Armenia, época en la que la frontera iraní, en su franja occidental, quedó configurada casi como la conocemos hoy.

La historia moderna nos lleva a la I Guerra Mundial en donde ya aparecen en escena las diferentes potencias y los intereses petroleros, les suena ¿verdad? En 1919 se firma el acuerdo anglo-persa y se crea el protectorado que da lugar a la dinastía Pahlevi (1925) que acometió la modernización del país y acabó siendo el germen para las revueltas de los poderes religiosos [habían sido relegados del mundo de la enseñanza, el primer conflicto grave explotó en 1936; en 1941 el rey abdicó, tres años después moría en Johannesburgo (Africa del Sur)]. Su hijo, atrapado en los preludios de la II Guerra Mundial, se vio obligado a firmar un tratado con ingleses y soviéticos, acabará desembocando en la declaración de guerra contra Alemania en 1943.

El Sha Mohammad Reza Pahlevi fue realizando reformas que nos llevan hasta 1963 cuando le toca el turno a la agricultura; los grupos políticos y religiosos consideraron que era una pérdida de sus privilegios y explota la Revolución Blanca liderada por el ayatolá Jomeini: los días de la dinastía Pahlevi estaban contados, las protestas, escaramuzas y levantamientos puntuales eran sistemáticamente reprimidos hasta que el sha se ve obligado a huir. En 1979 se inicia el nuevo régimen islamista que, desde la poderosa maquinaria informativa norteamericana, se bautizó como “el eje del mal”, sobre todo con la célebre crisis de la Embajada cuando se rompió el “status quo” de los principios de respeto y extraterritorialidad de las legaciones extranjeras; esa afrenta, ni se olvida ni se perdona, por parte de los Estados Unidos.

La religión ha sido uno de los pilares de la antiquísima cultura persa y ahora lo es de la iraní, quizás ahí radica la diferencia para encarar los problemas y vivir el día a día entre Oriente y Occidente: unos, apegados a la tradición, otros al oprobioso consumismo que nos esclaviza y deteriora. Las luchas por el poder político y religioso no son sólo exclusivas de otros países, Irán sigue el mismo camino que otras naciones del mundo.

Tratan de abrirse al mundo pero su peculiar manera de enfocar esa apertura y sus compañeros de viaje, entre ellos los populistas Castro, Chávez, Correa, Evo Morales [por citar los hispanos] no parece que sean las mejores credenciales para rebajar las tensiones en la región. Zapatero mantiene una buena sintonía con el régimen iraní, hecho que tampoco crea simpatías para los chicos del Tío Tom; podemos declinarnos hacia una salida que no escapa a la espiral de violencia que azota la región, donde confluyen múltiples intereses y chocan dos formas de enfrentarse a la realidad del mundo.

Quizás las emisiones diarias de la IRIB [equivalente a nuestra RNE-Radio Exterior de España] radiodifusión pública iraní, que emplea la onda corta [con notable éxito] para explicar su posición y su política en diferentes idiomas, entre ellos el Español, estén consiguiendo una corriente de popularidad y simpatía que no se daba en otras épocas, gracias al poder penetrante de la radio como fuente de ese posicionamiento en oyentes de todo el mundo que contrastan las noticias de uno y otro bando.

HISTORIA POSTAL Y FILATÉLICA

Los primeros sellos del viejo imperio aparecen en 1870 bajo la denominación de PERSIA, primero sin el nombre en carácter latino, generalmente con retratos del monarca; luego siguieron como Poste Persane o Postes Persanes que, hasta 1935, fueron  cerca de 750 ejemplares diferentes impresos la mayoría de ellos fuera del país.

Hubo una etapa de sellos provisionales cuyas tiradas fueron sumamente reducidas, en 1909 apenas 500 ejemplares o la del correo aéreo de 1927 en las que algún facial sólo se lanzaron 600 piezas. Entre 1867-1923 las oficinas del correo indio en territorio persa emplearon losa sellos de la India [por entonces bajo control británico]; estos valores son sumamente difíciles de localizar y los mejores precios, en usado por supuesto, son cuando aparecen en sobres completos y circulados de aquella época, a veces los he visto en los mercadillos de viejo londinenses aunque cada vez son más escasos; en cualquier caso conviene buscarlos en las cajas de postales antiguas que, en ocasiones, tienen precios bastante asequibles y son un excelente documento para realzar la calidad de las colecciones temáticas.

A partir de 1935 se adapta el nombre de IRÁN y los sellos existentes se sobrecargaron como POSTES IRANIENNES. Tras la caída del Sha en 1979 su retrato fue tapado con sobrecargas hasta que finalmente llegaron los nuevos sellos del régimen islamista. En la actualidad sus emisiones suelen reflejar el estado propio del régimen político y no faltan mártires y escenas de escaso gusto para un occidental, sobre todo cuando se enaltecen algunas conductas que todos conocemos en España con la situación del País Vasco. Buena factura tienen sus sellos dedicados a la fauna, tema que encabeza los motivos de su serie básica actual dedicada al mundo de la ornitología (especies poco conocidas fuera de la región de sus pájaros e insectos).

Si viaja por el país no olvide darse una vuelta por su coqueto museo postal para poder comprender mucho mejor el mundo de las comunicaciones en esta parte del orbe, está instalado en pleno centro de su capital, busque MUSEO POSTAL (o del Correo), en Meydan-e Iman Khomeini, Teherán (junto al correo central).

www.irpost.com/philairan
philairan@tehran.IR.Post.com

JUAN FRANCO CRESPO
lacandon999@gmail.com

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