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Vida y obra (continuación)
b) Temas (continuación)
El bardismo
La figura del bardo, poetizada e ilustrada por los románticos, aparece identificada con el mismo poeta. El bardo, figura de trágico y misterioso perfil, representa un plano ideal y un modelo moral, proyectándose en la figura del poeta. Cuando vimos el ossianismo, hablamos del bardo pondalián. Éste aparece estrechamente relacionado con el canto para expresar a través de él la memoria del pueblo y su destino:
Sinxela rapaceta,
non me teñas temor
non son un vagamundo,
non son ningún ladrón.
Xeroglífico ousado
do limo soñador
vou e, ignoto a min mesmo,
escuro enigma eu son.
Siendo superior a los mortales, aparece distinguido con trazos físicos identificados con su retrato moral: vestido de forma extraña, barba crecida, semblante pálido. Otros aspectos que lo caracterizan son la memoria y la melancolía.
La conciencia de pueblo
Relacionado estrechamente con el bardo aparece el sentimiento de libertad, tanto en el plano individual como en el colectivo. El bardo es el portador de la dignidad de su pueblo y de sus signos de identidad. Su propósito será despertar la conciencia de aquel. Debemos tener en cuenta que la poesía de Pondal se sitúa en el contexto histórico del «Rexurdimento» pleno, en que se conjuga el deseo de la restauración cultural y lingüística con el propósito de una organización política de carácter regionalista. Y también debemos considerar el propio ideal federalista de Pondal, la unión de los pueblos ibéricos y el destino histórico de Galicia en ese proyecto.
La defensa del idioma
La defensa de la lengua es un tema recurrente en la poesía gallega desde el siglo XVIII. En la obra de Pondal se muestra el tono idealista propio de su obra, denunciando la situación del gallego, lengua de esclavos, olvidadda por los propios hijos. El gallego es calificado en Pondal como aquel de los patrios acentos o de los dulces acentos, opuesto a las extrañas palabras de siervos, ignorantes y oscuros.
Esta actitud es coherente con el esfuerzo del poeta por dignificar el gallego, especialmente en el campo de la creación literaria, preocupándose del escollo léxico, introduciendo cultismos y cultivando una especial sonoridad.
La melancolía
La melancolía pondaliana, desde un plano esencialmente literario, se puede interpretar como la pérdida de la patria o de la libertad, valores abstractos sobre los qaue se proyecta el yo poético. También está relacionada con la figura del bardo, en tanto que es un ser incomprendido y trágico.
Aparece, pues, como punto de encuentro de dos líneas: una, en el contexto de la realidad histórica y social gallega del siglo XIX, como manifestación de un poeta dotado de una conciencia superior a lo común, culto e idealista, con responsabilidad moral relacionada con un fondo ideológico y de compromiso cívico; la otra, como tendencia del poeta a la turbación y la tristeza.
Relacionados con la melancolía aparecen también la preocupación por el paso del itempo y la muerte, presentada en ocasiones como ausencia del bardo.
La invocación del paisaje
La naturaleza que Pondal presenta en sus poemas es salvaje, lejos del paisaje profundamente alterado por la cultura humana que nos presentan Rosalía de Castro y los demás poetas de la época.
La identificación del poeta con el paisaje no es sólo afectiva, sino llena de significado mítico e histórico. Los seres elementales de la tierra (árboles, aves, mamíferos) o los relativos al aire (viento) y mismo aquellos relativos a la cultura humana (castros), están fuertemente simbolizados. Destacamos algunos de los valores simbólicos más interesantes:
— el viento, como testimonio de la historia y como expresión del paso del tiempo, está relacionado con la voz humana y la música (arpa).
— las aves (cuervos, cisnes, golondrinas…) simbolizan la libertad, el paso del tiempo, el sentimiento de nobleza, la nostalgia, la muerte y el mismo poeta.
— toponimia: la presencia de numerosos nombres de lugares, generalmente de la región de Bergantiños, indica la relación del poeta con la tierra y la búsqueda de la noción de patria.
— los árboles simbolizan la revelación y el sentido trascendental; la identificación de los pinos con las arpas de los bardos simboliza el canto de los tiempos pasados, con valor mítico, el ideal de certeza, la soledad y la fortaleza.
Fuente de este artículo: Asociación Socio-Pedagóxica Galega
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