En el mundo medieval románico del siglo XII fue una gran novedad la aparición de una poesía clerical, de carácter culto, sin intención didáctica ni moral, escrita por poetas conocidos en lengua romance.
Los primeros poetas cultos eran llamados «trovadores» en provenzal. El trovador, además de poeta culto, era también un compositor de la música que acompañaba a los textos literarios.
Se desarrolla, pues, una lírica cantada para un público que escucha. La música asociada a la poesía era un divertimento en las fiestas de palacio medievales, dentro de otras actividades como los torneos o la caza.
Los trovadores eran los compositores de las «cantigas» y pertenecían a una clase social elevada. Los juglares, de condición social más humilde, eran con frecuencia sus intérpretes. La interpretación de las cantigas era acompañada con frecuencia por mujeres bailando, llamadas «soldadeiras».
En la lírica galaico-portuguesa medieval confluyen dos tradiciones poéticas:
— La autóctona
— La provenzal, llegada por diversas vías: las peregrinaciones y el camino de Santiago, la Orden de Cluny, las relaciones comerciales marítimas, e incluso el desplazamiento de trovadores y juglares de un lado al otro de los Pirineos.
Sus orígenes puede estar en la presencia activa del folclore (canciones de trabajo, de mujer, de berce -de cuna-), en la literatura medieval en latín o bien en la relación de la poesía culta eclesiástica con la utilización del folclore en el culto. Bien podría tener relaciones con la importante poesía árabe o mozárabe (las Kharxas).
En la lírica medieval galaico-portuguesa tenemos los siguientes tipos de Canciones: de amigo, de amor, satíricas y otros tipos como la pastorela, las que proceden de las francesaslais, el planto, además de la poesía religiosa de las Cantigas de Santa María.
Esta poesía se desarrolló desde finales del siglo XII hasta la mitad del siglo XIV, época ésta en que el gallego y el portugués formaban una misma lengua. A partir de este momento comienza la decadencia de la escuela galaico-portuguesa.