ESTRENO MUNDIAL DEL BARDO DE GALES

El correo húngaro puso en circulación el 21 de junio de 2011 un entero postal dedicado al estreno mundial de EL BARDO DE GALES, una cantata inspirada en el poema épico de János Arany [Juan Arany, 2 de marzo de 1817 en Nagyszalonta -Salonta en la actual Rumania- 22 de octubre de 1882 en Budapest, 130 aniversario de su desaparición en 2012] en el que se inspiró uno de los grandes músicos galeses de nuestro tiempo Karl Jenkins para llevar a lo más alto del mundo de la música clásica el poema TOLDI donde sobresale el coraje y la valentía del hombre ante la tiranía y la opresión. El correo se unió a la premiére con un precioso sobre de un facial de 27-10 Ft [Vendido a 330 Ft.] diseñado por Mihály Zichy que se inspiró en el trabajo de Arany. Para el sello se recuperó el emitido en 1997 para recaudar fondos para los jóvenes, entonces se conmemoraba el 150 aniversario del célebre texto de Arany, imprescindible para comprender la literatura húngara moderna; tuvo una tirada de 2.000 ejemplares y podría estar llamado a convertirse en una rareza filatélico musical si tenemos en cuenta todo lo que representa en el campo literario y musical.

Jenkins acumuló su experiencia musical en la que forma parte de la historia viva de géneros como el Jazz o el más puro Rock; logró llevar a buen puerto un coro mixto que cantó a tres voces [galés, inglés y húngaro] acompañado por unos reputados solistas a los que se les sumó la Orquesta Sinfónica de Hungría (MAV) que se atrevió con uno de los más grandes poetas épicos que, seguramente, le reportará un bien ganado reconocimiento a su ya larga y exitosa carrera en el terreno de la música donde, tal vez en un futuro no lejano pueda llegar a considerarse uno de los personajes más influyentes en las islas británicas..

Nicolás Toldi fue considerado, durante muchos años, un personaje ficticio hasta que se descubrieron ciertos documentos medievales en donde aparece la referencia a Toldi Miklós (Nicolás Toldo nació 1320 y falleció el 22 de noviembre de 1390); terrateniente de la región de Bihar, es preservado en la literatura magiar con excepcional mimo. En 1354 se le menciona como alispán de la entonces provincia húngara de Bratislava [actual capital de la República de Eslovaquia]; al año siguiente presta servicios al arzobispo de Esztergom para pasar, en la década siguiente, al servicio del rey como caballero. Sirvió a la monarquía hasta el reinado de Segismundo de Luxemburgo.

Arany, cuando publicó su primera obra, trabajaba como funcionario. Su texto iniciático, al parecer, fue LA CONSTITUCIÓN PERDIDA narraba, faltaría más, desde una posición satírica, la vida del funcionario que como podemos ver tiene mala fama desde tiempo inmemorial. Sin embargo [aunque nos pese], hacen funcionar el sistema y todos los tienen, valga la expresión, como el pito del sereno. En España sólo nos faltaban estas dos últimas legislaturas del siglo XXI para que gobierno central y autonomías del más distinto pelaje, nos azotaran públicamente. Quizá la desprofesionalización que se inició hace décadas, la injerencia política y el todo vale, nos ha abocado a ese callejón sin salida en donde Arany nos retrató en lo que luego sería una trilogía de éxito literario sin precedentes para las letras magiares. Toldi es, a fin de cuentas, el núcleo que cierra uno de los mejores textos sobre la rica tradición húngara que siempre apeló al orgullo de su pueblo.

En 1860 se trasladó a Pest [uno de los tres distritos de lo que hoy conocemos como Budapest] y, diez años más tarde, sería nombrado Secretario General de la Academia de Ciencias. Además de sus baladas, realizó numerosas obras de vital importancia para la historia literaria de esta región centroeuropea. Destacan la epopeya de los doce cantos titulada La muerte del rey Buda (1864), la segunda y tercera parte  de Toldi en 1848-1879 [Los amores de Toldi o Toldi Szerelme] y, en 1854 El ocaso de Toldi [Toldi estéje]. La citada trilogía, según la wikipedia, narra las aventuras del caballero húngaro que poseyó una extraordinaria fuerza física. La obra homenajeada por el correo húngaro está compuesta por doce cantares que contienen entre 10 y 19 estrofas, cada estrofa, a su vez, tiene 8 versos. La noche de Toldi fue más larga, estaba compuesta por 7 cantares que contienen entre 35 y 41 estrofas y cada una de ellas 8 versos.

En 1848 sus paisanos lo eligieron diputado al parlamento húngaro, honor que no aceptó y se retiró a su finca en donde permaneció hasta que Lajos Tisza lo contrató para enseñar poesía a su hijo que luego tendría un papel de vital importancia en la gobernabilidad de la entonces Hungría. En 1851 fue escogido como profesor de literatura para el gimnasio de Nagy-Kdrds donde estuvo casi una década en la que apenas entregó nuevos textos si exceptuamos Una cosa sobre la asonancia (1854) o El húngaro versificado (1856).  El 15 de julio de 1860 fue elegido director de la Sociedad Kisfaludy. Dos años después de su súbita muerte se comenzaron a publicar sus obras completas en 8 tomos que finalizaron en 1885.

Arany, poco antes de morir redactó Öszikék, reflexionaba, de manera conmovedora, sobre una realidad que a todos nos llega si antes no hemos salido del camino. La soledad y la sensación de vacío en la vida cuando ya apenas quedan fuerzas para continuar. Claro está que uno tiene que pararse a reflexionar y, en cierta medida, me recuerda una de las máximas favoritas de mi viejo: “La única verdad en esta vida es que todo es mentira”. Con los cambios, los corralitos, los vaciados de bolsillos, la falta de control con lo público y la explotación, que nos someten, los cuatro charlatanes de nuestro tiempo, hacen aún más clara la perspectiva de nuestro tocayo Juan Arany.

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