Historia postal: «Anthony Trollope»

El correo irlandés nos sorprendió con un sello alusivo a la historia postal pero que nos lleva hasta un gran escritor del XIX, nació y falleció en Londres [24 de abril de 1815 – 6 de diciembre de 1882]. Está enterrado en el cementerio londinense de Kensel Green.  Fue un trabajador del correo que cautivó con su narrativa sobre la vida cotidiana de su tiempo; legó hilarantes historias sobre el mundo de los abogados, los burócratas, el clero o los políticos: tan real que, en algunos casos [y salvando las distancias] nos servirían para retratar a más de un personaje de nuestro tiempo. Trollope hizo, de la novela, una analítica herramienta que retrató fielmente la época victoriana. Llegó a escribir algo más de medio centenar de obras en las que nos demuestra su acerada capacidad para al análisis de la sociedad de su tiempo, centrándose en la floreciente clase media y la aristocracia.

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Era hijo de un magistrado y de la novelista Francis Trollope también autora de libros de viajes, la familia emigró en 1827 a Cincinatti (Estados Unidos) en donde abrieron un bazar que no les deparó mucho éxito, cuatro años después volvieron a las islas británicas (1831) en donde la fortuna les continuó siendo esquiva y Lord Nortwick acabó acusando al padre, viéndose obligados a escapar a Bélgica en 1834 ante el colosal volumen de deudas, la familia vivió muy cerca de Brujas, en donde falleció el padre, Thomas Trollope en 1835.  Se formó en Harrow y Winchester, pero no llegó a completar sus estudios ante las continuadas deudas que acumulaba su progenitor; fue entonces cuando ingresó en el Ministerio de Correos, en donde permaneció hasta 1867, cuando le llegó el retiro y fundó la célebre revista St. Paul’s Magazine que dirigió hasta 1870, en ella aparecieron, en forma de capítulos, algunas de sus obras. Luego emprendió largos viajes que le llevaron hasta África del Sur, Australia y Nueva Zelanda.

Entre 1834 y 1841 estuvo destinado en Irlanda como Supervisor del Servicio Postal (entonces dependiente de Londres) que le permitió conocer profundamente la sociedad irlandesa de su tiempo y le tocó padecer la famosa hambruna que afectó a la isla verde y obligó a una diáspora sin precedentes; contrajo matrimonio con Rose Heseltine en 1844, vivió en la isla verde hasta 1859. A él se le atribuye la instalación de los célebres buzones callejeros que aún hoy se pueden localizar por las islas británicas: los buzones columna rojos.

Se inició en el mundo literario como una forma más de aumentar sus ingresos; la primera novela apareció en 1847 (The Macdermon of Ballycloran), aunque la segunda sería la que le acabaría consagrando al año siguiente: The Kellys and the O’Kellys. De entre sus más reconocidos trabajos están los realizados sobre el imaginario condado de Barsetshire o las novelas de Barchester; en la primera serie encontramos la sátira sobre El custodio (1855) en la que denunciaba los abusos del clero y la manipulación de la prensa [como vemos los problemas en ambos estamentos vienen de lejos y parece que se han recrudecido en este recién comenzado siglo XXI]. Su obra maestra es The last chronicle of Barset (La última crónica de Barset, 1867).

La segunda serie le llevó hasta otro estamento que parece reproducirse con especial énfasis en cada nueva generación: los políticos y el deterioro constante de la vida y las costumbres que, en su literatura, evidentemente, era la Inglaterra victoriana, pero son plenamente vigentes sólo cambiando el nombre de los protagonistas y los escenarios, de ahí que no deje de ser uno de los autores presentes en la literatura universal. ¡Pobre Trollope si viera lo que acontece en la actualidad! Otros títulos de interés son El doctor Thorne (1858), La casa rectoral de Framley (1861), La casita de Allington (1864), etc.

En 1868 fue candidato por los liberales al Parlamento británico y, en El mundo en que vivimos, denuncia con inusual crudeza los bajos estándares morales, el doble juego del dinero y todo lo que ello conlleva, sobre todo en la política. ¡Ya ven: un adelantado a su tiempo, pues dos siglos después nos damos el gran batacazo y el pueblo sigue tan tranquilo, a verlas venir, mientras tanto los políticos no paran de vaciarle los bolsillos y aumentar la deuda!

Su herencia literaria es de un gran interés, sobre todo desde el punto de vista de su tiempo, su estilo costumbrista se caracterizó por una redacción lineal e irónica, sin héroes ni grandes hechos, pero sumamente serena que nos descubre de una manera vigorosa la época que le tocó vivir en la etapa victoriana.

Su legado literario fue también de gran uso por personajes de toda clase y condición, entre otros encontramos a Sir Alec Guinnes, Harold MacMillan, John Major, John Kenneth Galbraith, Sue Grafton, Dominick Dunne o Harding Lemay. A mediados del siglo XX volvió a recuperar el favor de la crítica y en los célebres bombardeos de la aviación hitleriana sobre Londres, sus obras constituyeron la lectura favorita de miles de personas. Señalar que contribuyó poderosamente a la literatura de viajes, en este género encontramos trabajos dedicados a Las Indias Occidentales (1859), Norteamérica (1862), Australia y Nueva Zelanda (1873) y Sudáfrica (1878). Su autobiografía aparecería tras su muerte (1883).

El sello que le dedicó el servicio postal irlandés apareció el 26 de junio de 2009 y se basa en el álbum que sobre el escritor creó Julia Margaret Cameron en 1864 y que se conserva en el National Portrait Gallery de Londres. Se trata de un sello de 82c en donde encontramos al autor de luenga barba. Para nuestro gusto, excesivamente cargado el marrón oscuro que apenas nos deja ver el retrato, el diseño fue obra de Q Design, impreso en hojas de 16 ejemplares en litografía por la Irish Security Stamp Printing Ltd y una tirada de 260.000 ejemplares. El matasellos nos ofrece su rostro y en el sobre de primer día aparecen apilados cinco de sus más influyentes producciones literarias:

Castle Richmond,
The Kelly and the O’Kellys,
The Macdermon of Ballycloran,
An Eye for an Eye,
The Landleaguers.

Un sello que también nos permitirá llevarlo a diferentes temáticas, cada uno deberá buscar el hueco que más se acomode a sus intereses, aunque la historia postal, el periodismo, la literatura o el mundo de los viajes sean las más visibles.

http://www.irishstamps.ie/

JUAN FRANCO CRESPO
lacandon999@yahoo.es

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