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Vista de la Entrada al Archivo
El Archivo General de Simancas es uno de los archivos más importantes de Europa. La consulta de sus fondos es imprescindible para el estudio de la historia que abarca desde fines del siglo XV (reinado de los Reyes Católicos) hasta 1800, o sea, la época conocida como Edad Moderna.
A este inigualable valor documental une una singularidad especial: la arquitectónica, pues aunque tiene apariencia de castillo en realidad es un archivo construido ad hoc a mediados del siglo XVI, lo que lo convierte en el primer edificio construido para archivo. Es, pues, simultáneamente, joya documental y joya arquitectónica.
Que tenga apariencia de castillo necesita una explicación. Hacia 1465, en una época de oposición continua entre la nobleza y la monarquía por el debilitamiento de ésta, una de las poderosas familias nobles, los Almirantes de Castilla, tomaron por la fuerza la villa de Simancas y construyen un castillo. Cuando los Reyes Católicos comienzan su reinado con un fortalecimiento de su poder, exigen a los Almirantes la devolución de la fortaleza pasando de esta forma a poder de la corona. Durante los reinados de los Reyes Católicos y Carlos V el castillo continuó con las funciones de fortaleza: depósito de armas, de dinero y prisión.
Pero aunque Carlos V sea iniciador del Archivo, el verdadero creador del proyecto archivístico es Felipe II, plenamente consciente del decisivo poder de la escritura para la administración del imperio. Decide ocupar todo el espacio de la fortaleza para archivo. Para ello envía a Juan de Herrera para que haga las trazas del futuro depósito documental. Juan de Herrera llega a Simancas en 1574 y levanta los planos del actual archivo, aunque respetando ciertas partes que dan apariencia de castillo: muro que rodea al archivo, estructura de los cuatro cubos o torres, cubo de entrada y capilla. Todo lo restante es derribado para concebir un espacio archivístico dedicando una parte a depósito documental y otra a dependencias.
Con una pequeña excepción. En 1540 Carlos V decide guardar los documentos más importantes en una de las torres del castillo. Para ello acondiciona el piso alto del cubo situado al Norte, que pasa a denominarse cubo del Archivo. Era el comienzo del Archivo de Simancas.
540 , septiembre, 16. Bruselas
Cédula de Carlos V ordenando el traslado de documentos a la fortaleza de Simancas. CC.247
Es el documento fundacional del Archivo
Vista del Cubo de Felipe II
El espacio destinado a guarda de escrituras consta de cuatro salas, amplias, majestuosas, que denotan el alto valor que Felipe II y sus consejeros otorgaban a la documentación. Un conjunto tan noble no se construye en el siglo XVI para mero almacén de papel.
Para guardar los documentos más importantes, aquellos que se relacionaban directamente con sus derechos reales, destinó la planta baja del cubo del Archivo, llamado por eso cubo de Felipe II, de una belleza artística difícilmente superable, y dos salas de la parte Este, de gran elegancia arquitectónica.
No contento Felipe II con haber construido un edificio para archivo, lo dotó de un reglamento, promulgado en 1588, considerado el primer reglamento de archivos del mundo. Edificio y reglamento constituyen las bases de su riqueza documental.
1588, agosto, 24. San Lorenzo
Instrucción para el gobierno del Archivo de Simancas.
AS. 10
Constituye este documento el primer reglamento conocido sobre archivos.
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