Cocina y gastronomía
UTENSILIOS DE COCINA
Recipientes para horno - 3ª parte
Moldes
os moldes y recipientes para hornear pan, pastas, bizcochos y otros postres suelen ser de metal por su eficiencia en la conducción del calor, de fácil manipulación; algunos llevan un acabado antiadherente. La mayoría están fabricados de hojalata o aluminio. Algunos tienen bases móviles con los que resulta más fácil sacar el bizcocho. Los que tienen un acabado que impide la adherencia son más caros, pero al final le compensará. Los recipientes de buena calidad constituyen siempre una buena inversión, duran más y nos se deforman fácilmente.
Elija los moldees que tienen los bordes redondeados, menos peligrosos y de fácil manejo, que no tengan uniones, de paredes lisas, de rincones bien marcados para que se puedan desmoldar mejor y que sus platos tengan buena presentación. Cuanto más pese un molde metálico menos posibilidades tendrá de mellarse, abollarse o quemarse.
Siempre que pueda elija los moldes de fondo desmontable, ya que son los que se pueden desmoldar más fácilmente. Recuerde que un molde demasiado grande para su contenido acelerará la cocción, por lo que no subirá correctamente y correrá el riesgo de que se le queme. Un molde demasiado pequeño hará que se desborde el contenido y que éste también se queme, atrasando la cocción e impidiendo que suba.
Por regla general, una mezcla que tiene que subir durante la cocción debe alcanzar la mitad o las dos terceras partes de la altura del molde en crudo, para que tenga el suficiente espacio para el volumen total.
En cuanto a la forma, recuerde que, con tal de que su altura sea la misma, un recipiente cuadrado contendrá más mezcla que uno redondo de 2,5 cm. más de alto. Por ejemplo, puede utilizarse un recipiente cuadrado de 18 cm. en vez de uno redondo de 20 cm., y viceversa.
Diferentes tipos de molde
Moldes hondos para bizcocho
Pueden ser redondos o cuadrangulares. Elija al menos dos tamaños diferentes para sus hornadas de diario; los más corrientes son de 18 y 20 cm.
Moldes para bizcocho de capas
Son poco hondos, de paredes y fondos lisos. Suelen adquirirse por pares para hacer bizcochos de capas. Los más usuales son los de 18 y 20 cm. de diámetro que se venden de dos en dos.
Moldes con cierre de resorte
Tienen un fondo desmontable que encaja en un aro que cierra con un clip. Adquiera un juego de un aro más una base lisa, una base de dibujo y una base con tubo central para convertir su molde en uno de corona.
Molde para brazo de gitano
Es rectangular, de paredes bajas y lisas. Puede usarse para gran variedad de bizcochos enrollados, dulces y salados, y también como placa para hornear.
Moldes para tartaletas, tortitas y bollos
Se fabrican en varias alturas y tamaños y pueden ser lisos o con dibujo. Según su tamaño y forma pueden servir para elaborar bizcochos pequeños y pastelitos, pudines individuales de pasta o bollitos.
Moldes para quiches
Suelen tener un fondo desmontable con paredes lisas y onduladas que pueden ser rectas o inclinadas. Comience su colección eligiendo dos moldes, uno de 18 y otro de 20 cm. de diámetro.
Moldes para cakes rectangulares
De paredes altas, son los que tradicionalmente se usan para hacer pan de molde y cakes, para presentar cortado en rebanadas y poder untar con mantequilla; también para patés y terrinas. Lo ideal es disponer de uno pequeño, de 500 g., cuyo volumen equivale a 850 ml., y uno mayor, de 1 kg. que equivale a 1,75 litros.
Moldes para emparedados (sandwiches)
Son llanos y rectangulares o redondos. Se emplean también para hacer tartas y algunos pasteles. Por lo general tienen unos 4 cm. de hondo. Adquiera al menos un par de 19 cm. de diámetro.
Aros para tartas
Se emplean con la placa pastelera. Son de paredes rectas y lisas para platos salados, y onduladas para repostería. Estos aros son más económicos que los moldes completos, y son de gran utilidad cuando hay que hornear varias tartas, pues se pueden volver a usar cuando una tarta recién hecha todavía está caliente.