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Jalea

e hace del mismo modo que la mermelada, salvo que la fruta, una vez cocida, se pasa por una servilleta o estameña antes de cocerla con el azúcar, con el fin de que quede más transparente. El colado llevará unas seis horas.

Como la fruta ha de ser colada no es necesario quitarle la piel, corazones o tallos. Sólo lave la fruta y quítele las partes dañadas. Se pueden poner especias, en el cazo.

Antes de comenzar el colado, pase la manga por agua hirviendo para impedir que ésta absorba los jugos de la jalea. Deje la manga sobre un cuenco. No la apriete mientras se está colando la fruta, ya que de hacerlo la jalea saldría turbia.

Vierta lo que salga tras el colado en una jarra de medidas para calcular la cantidad de azúcar que va a necesitar (vea más arriba el apartado "azúcar") y vuélvala a verter en el cazo, que habrá enjuagado previamente, añadiéndole entonces el azúcar. Siga el mismo proceso que para la mermelada.

Envasado y conservación

La mermelada y la jalea deben ser cerradas herméticamente, ya que, de lo contrario, ciarían moho.

Los tarros para conserva tienen una tapa a rosca (kliner) o una tapa de cristal con arandelas de caucho y cierres de clip con muelle. Si no cuenta con ninguno de estos dos tipos puede usar cualquier tarro de cristal, siempre que no tenga resquebrajaduras o melladuras por las que se pueda salir el contenido. Es útil guardar los tarros con tapas de rosca porque son los más adecuados para el cerrado hermético. Caliente los tarros antes del envasado, para impedir que estallen, al llenarlos con la mermelada o la jalea calientes. Póngalos en el horno a una temperatura de 110º C., mientras se cuece la fruta.

Para cubrir la mermelada antes de cerrar el tarro con su tapa se necesitan las cubiertas. Las más utilizadas son las que se adquieren en paquetes que contienen discos de papel encerado, discos de celofán más grandes y gomitas.

Llene el tarro hasta el borde e inmediatamente póngale encima un disco encerado, con la parte de la cera hacia abajo, presionando suavemente para que salga todo el aire. Puede tapar la mermelada inmediatamente o dejarla que se enfríe totalmente y taparla entonces. Para ello, humedezca sólo una parte del disco de papel de celofán y póngalo sobre el tarro con la parte húmeda hacia arriba. Sujételo con una gomita. Al secarse se contraerá quedando así herméticamente cerrado.

También puede usar para cubrir los tarros, antes de cerrarlos con su tapadera, cubiertas de plástico instantáneas. Si usa tarros con tapa a rosca, ponga primero un disco de papel antigrasa para prevenir la corrosión. También se venden cubiertas y anillos de metal, úselos siguiendo las instrucciones del paquete.

Limpie los tarros una vez tapados, séquelos y póngales la etiqueta. Guarde la mermelada y la jalea en un lugar fresco, oscuro y aireado. La  mayoría de ellas están  mejor si se consumen dentro del año en que han sido envasadas.

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