El pariente más próximo del ser humano, el gorila, se halla en peligro de extinción. el desarrollo económico, la caza furtiva y las guerras han diezmado una de las pocas especies animales que saben servirse de utensilios como el hombre. sin embargo, los proyectos de la UNESCO para proteger a los gorilas han empezado a dar resultados positivos en 2009, declarado año internacional del Gorila. El objetivo principal del año internacional del Gorila es movilizar a los responsables de la adopción de decisiones, así como al público en general, para que contribuyan a salvar a este gran simio, que es capaz de reflexionar y cuyo ADN es idéntico al del ser humano en un 95%. La acción en pro de su salvaguardia reviste una importancia crucial, ya que las poblaciones de gorilas han disminuido considerablemente en los últimos decenios.
Un gorila de montaña joven (Rwanda)
Todas las especies animales son de un valor inestimable y desempeñan un papel en el mantenimiento del equilibrio ecológico de sus hábitats naturales, pero la causa de la protección de los gorilas suscita una simpatía especial debido a su gran parecido con la especie humana. Tan cierto es esto que su propio nombre se deriva de la palabra griega “gorillai”, con la que se designaba a una tribu de mujeres peludas. Fue el cartaginés Hanón el Navegante quien utilizó esta palabra para nombrar una suerte de criaturas simiescas peludas –probablemente auténticos gorilas– apercibidas durante su periplo por las costas del África Occidental en el siglo V a.C.
A falta de testimonios gráficos de la expedición de Hanón, es imposible saber si lo que él denominó “mujeres peludas” eran efectivamente gorilas. Incluso hoy en día no siempre se puede disponer de datos completos y actualizados sobre este animal. Sin embargo, la ciencia moderna distingue dos especies del mismo –el gorila del África Occidental y el gorila del África Oriental– y cuatro subespecies.
Las cuatro subespecies de gorilas
la ciencia moderna distingue dos especies del mismo –el gorila del África occidental y el gorila del África oriental– y cuatro subespecies: el gorila de las llanuras occidentales, el gorila del río cross, el gorila de montaña y el gorila de las llanuras orientales.
Un joven gorila de las llanuras a lomo de un adulto (Congo
El gorila de las llanuras occidentales (Gorilla gorilla gorilla)
El número de ejemplares de esta subespecie se ha reducido en un 60% en los últimos veinte años, debido a la caza furtiva y las enfermedades, en particular por la fiebre hemorrágica viral de Ébola. En el decenio de 1980 se estimaba que la población de este tipo de gorilas ascendía a unos 100.000 especimenes. Desde entonces, se han descubierto nuevas poblaciones que viven bosques pantanosos apartados de zonas ubicadas en el norte de la República del Congo.
Se calcula que esta subespecie cuenta hoy en día con unos 150.000 a 200.000 especimenes diseminados por los territorios del Camerún, el Gabón, Guinea Ecuatorial, la República Centroafricana y el Congo. Por su talla y peso, el gorila de las llanuras occidentales es el más pequeño de los cuatro tipos de gorilas existentes.
El gorila del río cross (Gorilla gorilla diehli)
Es una subespecie del gorila del África Occidental. Vive a altitudes comprendidas entre 200 y 2.000 metros, en una región de bosques tropicales y subtropicales de árboles de hoja ancha, que abarca algo menos de 10.000 km2 y está situada en frontera septentrional del Camerún y Nigeria. Este tipo de gorila puebla once sitios de esa región, que en su mayoría están unidos entre sí por una cobertura forestal continua. El número de ejemplares de esta subespecie –que se halla en grave peligro de extinción– apenas llega a los trescientos. Los gorilas del río Cross son especialmente huraños con los seres humanos y, por eso, sólo han podido ser objeto de un número muy limitado de observaciones directas. Toda la información esencial de que se dispone sobre su ecología y comportamiento emana de las observaciones de los nidos donde duermen y de los itinerarios que siguen en búsqueda de comida, así como de los testimonios de los cazadores de la región.
La principal diferencia morfológica entre el gorila del Río Cross y el gorila de las llanuras occidentales estriba en la forma del cráneo.el gorila de montaña (Gorilla beringei beringei). Al parecer, el número actual de ejemplares de esta subespecie se cifra tan sólo en unos 650 a 680, que viven en dos grupos aislados entre sí. El primero puebla las zonas protegidas del Parque Nacional de Virunga (República Democrática del Congo), del Parque Nacional de los Volcanes (Rwanda) y del Parque Nacional de Gorilas de Mgahinga (Uganda). El segundo se encuentra en el Parque Nacional del Bosque Impenetrable de Bwindi, situado en el sudoeste de Uganda. Un censo de la población de gorilas de montaña, llevado a cabo en 2003 en la región protegida del macizo volcánico de Virunga, ha puesto de manifiesto que el número de especimenes de esta zona ha aumentado en un 17 % desde 1989. Sin embargo, esta subespecie se halla todavía en grave peligro de desaparición debido a la escasez de su población, la pérdida de hábitats, la práctica de la caza furtiva, la contaminación con enfermedades humanas y la guerra.
El pelaje del gorila de montaña es muy denso y de color negro intenso. Su rostro es sumamente ancho y está provisto de mandíbulas enormes. El pelaje dorsal de los machos adultos encanece y por eso se les denomina gorilas de lomo plateado.
El gorila de las llanuras orientales (Gorilla beringei grauer)
El hábitat natural de esta subespecie se ha visto gravemente afectado desde el decenio de 1990 por la inestabilidad política y las guerras. En efecto, en el este de la República Democrática del Congo, devastado por la guerra, se ha observado una intensificación de la caza de este tipo de gorilas. Además, su hábitat ha sufrido la triple agresión de la explotación minera del coltan, la producción de carbón vegetal y la extensión de la agricultura. Los datos empíricos de que se dispone parecen indicar que su población ha disminuido considerablemente en los dos o tres últimos decenios.
Hacia mediados del decenio de 1990 se calculaba que su número ascendía a unos 17.000. De talla y peso mayores que los gorilas de las llanuras occidentales, los ejemplares de esta subespecie poseen un pelaje más largo y de un color negro más intenso.
Organización social
Aunque las dos especies se diferencian por sus características morfológicas y formas de vida y alimentación propias, todos los gorilas son animales migratorios que viven en grupos de cinco a treinta especimenes dominados por un macho adulto de lomo plateado, cuya edad por regla general es de 12 años como mínimo. Este macho es el centro de atención del grupo, sobre el que ejerce su autoridad tomando todas las decisiones, arbitrando los conflictos, determinando la dirección de los desplazamientos colectivos, guiando la manada hacia los lugares donde ha de alimentarse y responsabilizándose de la seguridad y el bienestar de todo el tropel.
Los machos jóvenes, de lomo negro, a veces cumplen el cometido de guardaespaldas del macho dominante. Hacia los 11 años de edad, éstos empiezan a abandonar su grupo de origen y por un lapso de dos a cinco años se desplazan solos o acompañados de otros machos, hasta que atraen a una hembra y empiezan a reproducirse formando un nuevo grupo. Los gorilas se alimentan de frutos y plantas, pero los machos de lomo plateado matan a las crías de sus predecesores y se ayuntan con las hembras que las parieron.
Los gorilas se reproducen solamente cada tres o cuatro años. Además, necesitan un gran espacio vital debido a su modo de vida migratorio. Por eso, la UNESCO estima que para su protección se deben acotar extensiones vastas que comprendan una gran zona tampón con reservas de biosfera, donde sus habitantes puedan encontrar medios de subsistencia compatibles con la protección del medio ambiente. Además, para que los proyectos de preservación de los gorilas tengan éxito, es esencial poner en marcha programas de educación que ayuden a los pobladores de las reservas a comprender, valorar y optimizar los beneficios que trae consigo una gestión de los recursos conforme a la noción de desarrollo sostenible.
Todas las especies son importantes
Mambaele Mankoto, especialista del Sector de Ciencias Exactas y Naturales de la UNESCO, se congratula por el reciente aumento observado en las poblaciones de gorilas que viven en el Parque Nacional de Virunga, sitio del Patrimonio Mundial. Esa mejora se debe a los ambiciosos proyectos de conservación de la biodiversidad en regiones azotadas por conflictos armados que puso en marcha la UNESCO en el año 2000, junto con la Fundación pro Naciones Unidas y la Unión Europea. Esos proyectos se centran principalmente en la aportación de ayuda a los guardas forestales para que puedan llevar a cabo su importante misión. “Es preciso que sigamos vigilantes, porque los conflictos siguen latentes”, advierte Mankoto, antes de hacer hincapié en la necesidad de convencer a los donantes de que destinen fondos a los proyectos que tienen por objeto proteger a los gorilas.
Convencer a las poblaciones locales de que los gorilas valen más vivos que muertos es un medio de reducir la caza de animales silvestres y su uso en la medicina tradicional. Los organismos de conservación de la naturaleza de la República Democrática del Congo y la Oficina de Parques Nacionales de Rwanda han llegado a un acuerdo, en virtud del cual los turistas que vienen a este último país pueden visitar las zonas frecuentadas por gorilas procedentes del primero, a cambio de la entrega a las autoridades congoleñas de un porcentaje de los ingresos obtenidos por Rwanda con esta actividad turística: unos 30.000 dólares anuales, por término medio. Mankoto considera que este acuerdo es un excelente ejemplo de cooperación transfronteriza, en el que los gorilas han cumplido, por así decir, un papel de “embajadores” en el marco de la misión de la UNESCO de contribuir a la consolidación de la paz en la región.
No obstante, el turismo en las zonas pobladas por gorilas debe organizarse con sumo cuidado, ya que el contacto con los hombres puede tener repercusiones negativas en la salud de estos grandes simios, cuyo sistema inmunitario es incapaz de secretar defensas contra algunas enfermedades de las que son portadores los humanos.
El viejo gorila de montaña Titus con su grupo de congéneres (Congo)
Por otra parte, cabe señalar que los hombres siguen matando gorilas no sólo para alimentarse con su carne, sino también por motivos culturales. En efecto, entre algunas personas está todavía extendida la creencia de que un hueso de gorila sumergido en el baño de un niño pequeño vigoriza su salud. Por último, la deforestación, la construcción de carreteras, las actividades de extracción minera y la colocación de cepos preparados para cazar otros animales siguen constituyendo los mayores peligros para la supervivencia de nuestros parientes más próximos del reino animal.
Mambaele Mankoto espera que el Año Internacional del Gorila contribuya a la defensa de un animal que ha demostrado, en situaciones de cautividad, su capacidad para adquirir un pasmoso dominio del lenguaje por señas de los humanos. En su hábitat natural, los gorilas prestan de hecho una valiosa ayuda a la ordenación forestal, diseminando con sus heces las semillas de determinadas plantas y creando claros en los bosques a lo largo de sus itinerarios de emigración, con lo cual facilitan la penetración de la luz solar en la maleza de la selva. Mantoko advierte que es preciso evitar cualquier tipo de antropocentrismo: “Todas las especies que pueblan la tierra son importantes y la pérdida de una sola de ellas entraña un empobrecimiento físico, cultural y espiritual de nuestro medio ambiente”.
La educación, un factor imprescindible para la protección de los gorilas
Al igual que los elefantes, los gorilas son una especie migratoria que necesita grandes espacios. para proteger esta especie animal no hay que acotar vastas extensiones de terreno, sino enseñar a las poblaciones cómo pueden contribuir a su preservación aplicando políticas adecuadas de ordenación territorial. una empresa de este tipo exige educar a la juventud y la UNESCO no ha esperado la proclamación del año internacional del Gorila para iniciarla.
Las principales actividades de la UNESCO en favor de la protección de los gorilas se llevan a cabo en el marco del Centro del Patrimonio Mundial y del Programa sobre El Hombre y la Biosfera (MAB). No obstante, el Sector de Educación de la Organización aporta también su contribución, sobre todo con motivo de la acción llevada a cabo en el marco del actual Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible.
Recientemente, la UNESCO ha financiado con una suma de 100.000 dólares una serie de becas de investigación del Proyecto para la Supervivencia de los Grandes Simios (GRASP). Esas becas se otorgan a científicos jóvenes que han efectuado estudios sobre los grandes simios durante dos años.
La Organización también colabora con la Escuela Regional Postuniversitaria de Ordenación y Gestión Integradas de los Bosques y Territorios Tropicales (ERAIFT). Este centro docente fue creado hace diez años en la Universidad de Kinshasa por el gobierno de la República Democrática del Congo, con la cooperación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Unión Europea, Bélgica, Francia y otros copartícipes como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). La Unión Europea acaba de anunciar la asignación de una ayuda de tres millones de euros a esta institución de enseñanza superior. La originalidad de la ERAIFT estriba en que agrupa a jóvenes investigadores especializados en ciencias humanas y sociales (geógrafos, sociólogos y economistas), así como en agronomía, gestión forestal, biología y ecología. Todos ellos cursan un programa de enseñanza de 18 meses de duración conducente a la obtención de un master.
Las actividades sobre el terreno abarcan un tercio del tiempo lectivo, esto es, seis meses. La formación dispensada es interdisciplinaria, lo cual permite abordar los problemas planteados desde múltiples ángulos y ayuda a los estudiantes a adoptar nuevos enfoques. Hasta la fecha, han obtenido el master de la ERAIFT 81 personas procedentes de 12 países africanos y otras tres más se han doctorado. Si todo va bien, de aquí al año 2013 esta escuela habrá formado a otros 60 investigadores jóvenes del continente africano.
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Fuente: www.unesco.org
Roni Amelan (UNESCO)
Excelente este blog muy pero muy buen diseño y buena informacion, ya lo estoy poniendo entre mis faboritos, un abarazo, re bueno ..- y a ca estoy de nuebo por este blog …
DEJO PARA TODO AQUEL QUE SE INTERESE POR NUESTROS COMPAÑEROS INSEPARABLES Y FIELES QUE SON LOS ANIMALES ESTE VIDEO DEDICADO SOLO A ELLOS http://youtu.be/Q86Hq_WcpiI ,LO HICE PARA QUE TOMEN CONCIENCIA A QUIENES LES LES LLEGUE EL MENSAJE DEL MISMO .-