Amigos/as, hacía tiempo que no compartía una de mis recetas «a mi aire», hoy llegó el momento de participaros una forma distinta de cocinar el codillo de cerdo. Habitualmente, se utilizan verduras para elaborar el codillo clásico (zanahoria, cebolla, pimiento, ajo…), pero en esta ocasión voy a echar mano de algunos productos «dulces», que como sabéis le sientan muy bien a las carnes de cerdo y sus rellenos, como puede ser la manzana.
Para acompañar, recurriré a unas patatas panadera y un poco de arroz, que congenian perfectamente con el plato que os presento hoy.
Paso a enumerar los ingredientes que he utilizado para 3 personas:
– 3 codillos de cerdo
– 3 puñados de arroz
– 6 patatas grandes
– 2 cebollas
– 1 manzana reineta
– 12 ciruelas negras sin hueso
– 1 puñado de pasas sultanas
– 1 lata de cerveza de 1/3 de litro (suave, de poca acidez)
– Aceite de oliva
Para el cocinero:
– 1 cerveza
– 1 trozo de queso mezcla
(estos dos ingredientes son fundamentales para mantener al cocinero contento, y que no se malogre el plato)
Elaboración:
Primeramente pelo la manzana reineta pero guardo la piel, que una vez bien lavada añadiré más tarde a la cocción. Corto la manzana en gajos finos y reservo todo para más tarde.
Corto las dos cebollas en juliana (como si fueran hilos) y añado la mitad en una sartén a fuego mediano. No dejo que se tueste la cebolla, sino que la pocho y retiro en cuanto está transparente y la añado a una cazuela ancha.
En la misma sartén pero a fuego vivo, añado los tres codillos ya sazonados de sal y los doro bien por todas partes en aceite de oliva. Cuando están bien sellados vuelco toda la sartén en la cazuela donde ya tengo la cebolla pochada. Pongo el hornillo a fuego vivo.
A la cocción no le añado nada de agua, en su lugar vierto en la cazuela una cerveza de lata de 330 ml. de las más suaves, para que la salsa no quede ácida. Añado también la manzana en gajos incluida la piel bien lavada, las 12 ciruelas y el puñado de pasas sultanas.
Tapo la cazuela y dejo cocer a fuego fuerte durante unos pocos minutos, sólo los suficientes para que se estabilice la temperatura interior. Seguidamente, paso la cazuela al hornillo más pequeño que tengo, y lo pongo al mínimo de todo. Me aseguro que no haya corrientes de aire para que esa pequeñita llama sea suficiente para mantener una cocción muy lenta (al menos dos horas), evitando así que el líquido se evapore.
Mientras tanto, preparo las patatas panadera. Existen variadas recetas, al horno, con mantequilla, etc. Yo utilizo una fórmula muy simple pero deliciosa: primero las corto muy finas, para eso utilizo un cortador-rallador como el de la imagen, que permite dejar las láminas de patata de 1 mm de grosor aproximadamente. Pongo bastante aceite de oliva en la sartén y añado la otra mitad de cebolla que tenía cortada en juliana, la dejo freír sólo unos segundos y a continuación añado la patata ya cortada como dije. Para que queden ricas, las patatas las dejo tostar un poco por una cara y seguidamente le doy vuelta a todas, de forma que muchas láminas quedarán pegadas entre si como si fuera un emparedado. Dejo que se tueste un poco por la otra cara; el resultado es un conjunto de láminas que están blanditas en el medio pero tostadas por los costados.
Cuando queda media hora para terminar la cocción del codillo, voy preparando el arroz en blanco, pero muy suelto. Para ello tomo una cazuela alta y le pongo agua como mínimo hasta la mitad, con un poco de sal. La pongo al fuego y añado el arroz cuando comience a hervir, removiéndolo un poco al principio para evitar que se pegue algún grano al fondo.
Cuando veo que la carne del codillo se despega fácilmente del hueso, los retiro a una fuente de horno y le doy un golpe fuerte de grill durante unos pocos minutos nada más.
Todo lo que queda en la cazuela lo añado al vaso de la batidora y lo paso muy bien. Si queda una crema muy líquida la pongo a reducir en la cazuela hasta que tenga la consistencia deseada. Finalmente la añado a una salsera.
El plato lo preparo con un codillo para cada comensal, patatas panadera y un pocillo de arroz (prensado dentro del pocillo y volcado en el plato como si fuera un flan) . Lo salseo todo y lo presento así.
¿Os gusta?
¡Buen provecho!