Tras más de cinco siglos de su descubrimiento por parte de Cristóbal Colón, hoy nos detendremos en las islas Bahamas que con anterioridad estuvieron habitadas por los Lacayos [de ahí que en muchas referencias se diga de ellas que son las islas Lacayas].
Colón llegó a la actual Watling y él la denominó San Salvador de Guanahaní. Este sería el primer territorio documentado por los europeos en América, aunque ese honor corresponde a otros navegantes como la historia ya ha documentado en diferentes ocasiones.
El Almirante de la Mar Oceana realizó los primeros contactos con los indígenas de esta minúscula isla de doce millas de largo por seis de ancho y en donde actualmente se yergue el Monumento al desembarco [Columbus Landfall] que puede visitarse en la denominada Bahía Fernández, justo unos kilómetros al sur de uno de los pocos lugares habitados en esta islita, Cockburn Town.
El hecho de haber sido la primera tierra avistada por el intrépido navegante la ha convertido en un imán que atrae a curiosos de todo el mundo. Aquí la naturaleza fue generosa y la isla es una de las más bellas de todas las islas Bahamas.
El archipiélago ocupa una extensa zona al Este del estado norteamericano de La Florida y al Noreste de la isla de Cuba. Hay 22 islas habitadas y multitud de islotes y cayos deshabitados que en total cubren una zona de 13.939 km². La población apenas llega a las 300.000 personas que esencialmente viven de la pesca y el turismo, sobre todo del norteamericano y sus frecuentes cruceros desde Miami. Este hecho ha conformado una infraestructura que depende esencialmente del alto poder adquisitivo del vecino del norte y en realidad todo está preparado para satisfacer al crucerista más exigente.
En la capital y su zona de influencia prácticamente vive la mitad de la población del archipiélago que está esparcido en una zona marítima de 233.000 km²., sobre una meseta submarina que se eleva desde las profundidades del Océano que crean grandes hendiduras o canales entre las islas y el continente; en total apenas si sobresalen 120 metros.
El suelo es de poca profundidad pero sumamente fértil. Uno de los problemas es el del agua potable y no existen ríos (salvo en Andros, que es la mayor de todas), la mayor parte del líquido elemento se extrae de pozos. Las islas disfrutan de un clima subtropical que prácticamente da una media de 30 grados (junio-septiembre) y 23 (enero a marzo, sin duda los meses más fríos). Lamentablemente, esta relativa bonanza climática no la libran de los terribles huracanes tropicales que suelen azotar la región entre junio y octubre.
Tras aquella primera presencia de Colón, poco hubo más en cuanto a la presencia de los europeos en aquellas tierras hasta la llegada de otro español Ponce de León, aunque tampoco se llegaron a poblar las islas.
Fue en 1648 cuando se establecieron en Eleuthera William Sayle y un puñado de puritanos ingleses [escapaban de las purgas religiosas que en Europa provocaron muchas penalidades y desencuentros] que establecieron varias colonias en el Nuevo Mundo como forma de salir con vida de aquellos enfrentamientos.
A partir del pequeño núcleo de británicos se fue expandiendo y poblando el archipiélago. En 1650 saltaron algunos de ellos a Nueva Providencia y establecieron otra nueva colonia y dos décadas más tarde las islas Bahamas pasaron a poder de los propietarios de Carolina [hoy Estados Unidos].
Sería en 1783 cuando el gobierno inglés daba carta de naturaleza a la colonia, mientras tanto se habían sucedido una serie de enfrentamientos en las tierras del continente que dan lugar a la célebre “Revolución de las Trece Colonias”. Entonces los leales a Gran Bretaña escapa y se establecen en el archipiélago y comienza el cultivo del algodón para el cual se empleará, básicamente, mano de obra esclava hasta la abolición de la esclavitud en 1838, cuando el cultivo del algodón pierde su rentabilidad y hoy la mayoría de sus descendientes son los habitantes que entonces se emanciparon de sus amos granjeros.
La etapa de la independencia arranca en 1964 cuando se dota de su primera Constitución que concedía una autonomía al archipiélago aunque jurídicamente continuaba bajo mandato del Reino Unido. Casi diez años más tarde consiguieron la plena independencia (1973) y tomaba posesión, tras casi tres siglo de mandato británico, el primer ministro de las islas el Gobernador Sir Milo Butler.
Desde entonces prácticamente todos los gobernantes de las islas se han visto envueltos en no pocos problemas y los negocios relacionados con el narcotráfico llevaron, en 1984, a la renuncia de tres ministros y la destitución de otros altos cargos y, curiosamente, ese mismo año, los norteamericanos conseguían también el control de tres bases militares.
EL CORREO Y LA FILATELIA
Como en todas las colonias británicas los servicios postales fueron administrados por los representantes de la corona que, cuando las circunstancias obligaban, también se convertían en censores directos del correo.
Inicialmente se recolectaba y se entregaba en los despachos oficiales que se embarcaban hacia la metrópoli. Las comunicaciones no tenían un patrón fijo y a veces hubo largos períodos de silencio. Siempre dependían de las circunstancias económicas y la marcha de los acontecimientos entre las islas y el continente europeo.
Se empleaba el sistema monetario británico (actualmente es el dólar, la tasa de cambio y paridad se estableció en 1967) hasta que de manera pragmática deciden pasarse a la divisa norteamericana.
Los signos postales empleados eran los del Reino Unido hasta 1859 que eran cancelados con la marca A05 que se aplicaba en NASSAU, la capital de las islas. Sellos con esa marca alcanzan verdaderas millonadas cuando se encuentran en las subastas, aún tienen más valor si están en piezas completas.
Los primeros timbres con la mención BAHAMAS aparecieron en 1859, inicialmente fue la clásica imagen de la soberana Reina Victoria de perfil. En 1901 fue cuando introdujeron las estampillas con otros motivos, concretamente los paisajes y jardines donde se reproducía la célebre Escalera de la Reina.
En 1942 se sobrecargó, con motivo del 450 aniversario de la llegada de Colón a San Salvador, la serie que se había emitido en 1931 con la leyenda «1492 LANDFALL OF COLUMBUS 1942”. Esa emisión sería reproducida en el 500 aniversario y, de esa manera, una de las series claves en la temática colombina podía tenerse a precios más asequibles; aunque la importante es la original.
En varias ocasiones ha llegado Colón a los sellos del servicio postal de Bahamas, la historia para ellos es también un orgullo y no tienen reparos en honrar al gran navegante, en los años previos al V CENTENARIO también lanzaron un ambicioso plan dedicado a conmemorar aquel desembarco.
Durante su autonomía política empleó frecuentemente el sistema de sobrecargar emisiones precedentes. Actualmente realiza preciosas emisiones manufacturadas y comercializadas en el mercado internacional por agentes británicos.
Debemos señalar que Bahamas sigue una muy sensata política emisora, cinco o seis emisiones por año y una de carácter básico que generalmente se renueva cada lustro. La belleza y la buena factura es la nota predominante de sus sellos. Suele escoger temas locales, flora, fauna, paisajes, etc. Podemos decir que no abusan del bolsillo del coleccionista y son un capítulo poco oneroso para el aficionado.
BAHAMAS PHILATELIC BUREAU
GPO P O BOX N 8302
NASSAU (BAHAMAS) BAHAMASPHILATELIC@bahamas.gov.bs
JUAN FRANCO CRESPO
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