Diego Rodrigues fue el que nombró el archipiélago Islas Mascareñas en 1507, pero fue en 1528 cuando se bautizó en honor del navegante luso [Honraba al Almirante Pedro Mascarenhas] y le dio su apellido a la segunda isla más grande de la actual república de Mauricio, con poco más de 109 km², también se le conoce como “La Cenicienta de las Mascareñas”. En el XVII la flota holandesa comenzó a visitarla de manera regular en sus derrotas hacia la entonces colonia de la Nueva Guinea Holandesa [actual Indonesia].
Isla Rodrigues se localiza unos 600 kilómetros al nordeste de la República de Mauricio, camino de Australia [19º 40’ – 19º 47’S y 63º 20’ – 63º 31’ E], y todavía aparece como un lugar idílico, no contaminado por la actual ola globalizadora. Los árabes ya la conocían en el siglo X; el primer cartógrafo que la incluyó en un mapa fue el musulmán Ash-Sharif al-Idrisi en el XII. Se calcula que la isla tiene una edad de 1,4 millones de años y su aislamiento hizo el resto en materia de evolución de las especies, las temperaturas oscilan entre los 29-34 grados (noviembre-abril) o 15-29 (mayo octubre). Está rodeada por una barrera de coral que la protege de la furia marina pero no de los huracanes que la han destruido en varias ocasiones, a veces alcanzan los 200 k/h. De origen volcánico, se compone de lavas emergidas, rodeada por un arrecife y numerosos islotes, su punto culminante es el Monte Limón [Citronelle, 396 metros en donde se hallan las antenas de la emisora pública de la MBC-Radio Rodrigues].
El primer habitante se instaló en estas solitarias latitudes en 1691, cuando llegó el hugonote François Leguat con siete compañeros más y montaron la primera colonia protestante de la historia insular, aunque la abandonaron apenas dos años más tarde. Desde entonces la explotación de los recursos naturales ha sido una constante, así que prácticamente no queda flora original, el suelo está cubierto por maleza, si exceptuamos la vakoa habitual en su paisaje, especie de palmera que evita la desertización, la naturaleza dotó a los colonos de abundantes tortugas, galápagos, pájaros, pescado e infinidad de otros recursos marinos.
Los británicos entran en escena en 1809 con 16.000 hombres que acantonan en Rodrigues [tenía 20 europeos con 80 esclavos] y preparan el asalto a las mayores de las Mascareñas: Mauricio y Borbón [actual Reunión] en esa época fue cuando los británicos abolieron la esclavitud. En 1889 el volcán Krakatoa (Indonesia) dicen los cronistas fue escuchado desde aquí y el hecho quedó grabado en las mentes de sus habitantes que fueron transmitiendo aquél terrible desastre natural de manera oral.
Su primera oficina de correos comenzó a funcionar en 1861 en la villa principal que en la actualidad hace de capital insular: Port Mathurin que debe su nombre a uno de los primeros habitantes llegados de Francia: Mathurin Bréhinier. Hasta 1872 la ruta estuvo asegurada por los navíos que ocasionalmente pasaban por la zona y aprovechaban para recargar sus bodegas con productos frescos. En 1883 el gobierno aprobó la asignación de una goleta para asegurar la línea comercial y postal entre Port Louis y Rodrigues, la Harmonie fue la responsable de asegurar esa línea hasta 1885 cuando fue declarada no apta para la navegación, hasta el siglo siguiente no se volvió a tener una conexión postal regular con la capital.
En 1972 se inaugura el servicio aeropostal [el nuevo aeropuerto entró en servicio en 2004 en Plaines Corail, al sudoeste de la isla] que deja fuera el tradicional correo marítimo que hoy en día se cubre con un navío que tarda 30 horas en llevar la mayoría de los pertrechos y útiles para la economía insular, sus 40.000 habitantes que, mayoritariamente, viven de la agricultura aunque tratan de desarrollar una incipiente industria turística. Sus habitantes practican, mayoritariamente, la religión católica aunque encontraremos hinduistas, budistas o islámicos. La isla está dividida en 14 municipios o zonas que a su vez se subdividen en 182 núcleos urbanos.
Hasta tiempos relativamente recientes la correspondencia se repartía directamente en la oficina de correos, cuando llegaba el barco se recogían las sacas postales se ordenaban y se abría el de cartas para comenzar a “cantar” la correspondencia recibida que era retirada por los presentes o, en caso contrario, se quedaba en la oficina que confeccionaba la tradicional “Lista de Correos” expuesta para general conocimiento. En la actualidad esta pequeña isla de apenas 109 km² tiene en servicio cinco oficinas de correos y realiza reparto a domicilio.
A pesar de su poco tamaño tiene cuatro cabeceras periodísticas [Ici Rodrigues, Le Plus, Le Voix du Peuple y Le Vrai Rodrigues]; según el WRTH tiene una emisora de onda media MBC-Radio Rodrigues en los 1206 kHz, 97.3 MHz FM, utiliza regularmente el criollo, francés e inglés en sus transmisiones, la mayoría generadas en la isla de Mauricio. Lamentablemente, a pesar del tiempo transcurrido desde nuestro retorno a casa y de haber enviado los sellos de Mauricio para la respuesta, no hemos recibido la correspondiente QSL que podría haber servido para ilustrar también este trabajo sobre tan exótico destino. Seguiremos soñando con la llegada de la QSL, aunque sin grandes esperanzas visto el tiempo transcurrido.
En 1968, junto con Mauricio, alcanza la independencia, Rodrigues goza de una gran autonomía y tiene su propia Cámara de 18 miembros que gestionan todo lo interno y dentro de la república mauriciana se le conoce como el distrito X.
La isla dispone de un servicio de autobuses relativamente económico para un occidental, cada media hora salen y realizan el recorrido, el servicio se presta entre las 06-16 [pero cualquier viajero deberá de comprobar la validez horaria para evitarse sorpresas, aunque su distancia mayor sean 18 kilómetros, hay que recordar que el taxi es casi desconocido: apenas una decena prestan servicio, generalmente están en el Aeropuerto o en la capital], a veces también hay que tener en cuenta los inevitables retrasos debidos al tránsito y lo obsoleto de los vehículos que componen la flota del transporte público en toda la república.
Algunas veces los radioaficionados montan expediciones (una de las más recientes fue la 3B9C cuya QSL está disponible en diferentes webs, entre otras la Asociación de las Cinco Estrellas (FSDXA), puede ser otra forma de confirmar esta isla tan escasa en los logs y boletines DX.
A pesar de su escaso tamaño no deja de sorprender al visitante por su tranquilidad, parece haberse detenido el tiempo. Podemos visitar sus sorprendentes cuevas, la de la Patata [Caverne Patate] es la más grande de todas, tiene un kilómetro de longitud debidamente cartografiado de cuyo recorrido, más de la mitad, es visitable durante todo el año. Lo más sorprendente es bajar casi 30 metros para iniciar el recorrido, sólo recuerdo un río subterráneo cerca de Foix (Francia) de similares parámetros.
Su coqueta capital de “bolsillo” nos proporciona lo básico sin asfixiarnos o podemos escaparnos a algunas de las islitas que la envuelven, entre ellas Isla de Cocos con una larga y fina capa de arena blanca, su suelo está cubierto de árboles “casuarina” y declarada Reserva Natural, hecho que le confiere un plus de autenticidad, sumamente atractiva para las miles de aves que tienen aquí su zona de nidada en millones de kilómetros a la redonda. Para los que quieran sentirse “Robinsones” les proponemos la escapada a la solitaria: HERMITAGE ISLAND donde podrán escapar de la tediosa y asfixiante sociedad consumista y sin valores de esta etapa en la historia del hombre basada en la más genuina aversión al extraño, nada mejor que compartir con uno mismo un tiempo de reflexión.
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