ÉXITO REPRODUCTIVO DE CHAYOTES EN EL SUR DE GALICIA

Nunca pensé que el chayote pudiera llegar a ser tan productivo en el sur de Galicia, una planta extraña por estas latitudes como lo fue en su día el Kiwi, frutal que arraigó aquí de tal manera que ahora mismo Galicia es el principal exportador de kiwi de España a toda Europa y otras áreas.

Al principio, el chayote era para nosotros una simple curiosidad botánica, que cayó en nuestras manos a través de un familiar, y ni siquiera sabíamos cómo consumirla, ni qué propiedades tenía. En una ocasión, mi esposa llevó un ejemplar a la escuela de cocina, donde cursaba, y una alumna brasileña se quedó entusiasmada al ver aquel fruto, que al parecer consumía habitualmente en su país de origen; tanto le emocionó recordarlo que le pidió si se lo regalaba. Decir que Brasil es uno de los países importantes en la producción de chayotes en Iberoamérica. Aquel episodio nos hizo pensar que podíamos tener una planta de importancia en nuestro haber, así que comenzamos a cultivarla, primero al pie de los frutales, pues al tratarse de una trepadora estos árboles harían de sostén o tutor.

También nos interesamos por las recetas habituales en las que entraba el chayote, hallando numerosas formas de preparación, aunque yo particularmente encontré una poco común que sorprendió incluso a los habituales consumidores de este fruto: simplemente a la plancha en rodajas (o más bien medias lunas), con sal y pimienta como único aliño, aunque si le añadimos queso, pimiento, cebolla y otras verduras para la plancha, haremos una ensalada caliente mediterránea deliciosa; quién desee la receta aquí le paso el enlace: https://natureduca.com/b…/ensalada-mediterranea-con-chayote/
e igualmente otra forma de preparación en pisto: https://natureduca.com/blog/recetas-para-compartir-pisto-a-mi-aire/

Aunque ya tengo publicado más de un post sobre este fruto, su cultivo y forma de consumirlo, me gustaría hacer un compendio de todo ello para los que acaban de llegar:

El chayote, chayota o papa del aire, como es conocida popularmente, y de nombre científico Sechium edule, es una cucurbitácea, es decir, una planta de la misma familia que la sandía, el melón o la calabaza (zapallo en Hispanoamérica). Una notable diferencia con otras cucurbitáceas, es que no crece rastrera como aquéllas, sino que necesita una viña o superficie por la que trepar y desarrollarse, de ahí el apelativo de «papa del aire».

El chayote es un fruto con alto contenido en agua e importantes minerales beneficiosos en los procesos metabólicos (potasio, cinc, manganeso…), por ello resulta muy diurética y remineralizante, muy útil en dietas depurativas. Posee además aminoácidos esenciales para el organismo; existen nueve aminoácidos esenciales de los cuales siete se hallan en el chayote, pero además contiene otra serie de aminoácidos no esenciales, es decir, que el cuerpo puede sintetizarlos por sí mismo pero también pueden ser ingeridos en la alimentación, por ejemplo a través de frutos como el chayote.

El cultivo del chayote es de los más sencillos. Como semilla se utiliza el propio fruto, nada pequeño sin duda, pues cada ejemplar puede llegar a superar el medio kilo de peso. Por eso, quien desee realizar intercambio de semillas que lo tenga en cuenta (un paquete con sólo seis semillas puede superar los 3 Kg.)
El sustrato debe estar abonado pero sobre todo bien drenado, si es necesario añadiremos arena para que el agua filtre bien y no encharque. Muchos de los fracasos en el cultivo de este fruto se debe a ese problema, porque el agua se acumula y termina pudriendo la semilla o atacada por hongos.

La semilla debe germinar antes de ser plantada. Normalmente germina igual que una patata (papa) cuando se halla almacenada. Podemos mantenerlas en un frutero, por ejemplo, hasta que se haga presente su poder germinativo. Cuando el tallo tenga unos 5 a 10 cm. de altura ya podemos plantarla, pero nunca enterrarla totalmente, sino dejando un tercio de la semilla con su brote asomando sobre la superficie. Seguidamente regamos y mantenemos la humedad en lo sucesivo, pero como ya dije nunca encharcando.

Para que el chayote pueda desarrollar necesita un tutor, viña, espaldera, etc., por el que poder trepar. Los tallos crecerán en todas direcciones, y muchas veces incluso aparecerán nuevos tallos en el pie que se unirán al primer tallo o principal. Por eso, hay que ir guiando las puntas para que siempre exista sostén y objeto por el que extenderse, sea un alambre, una caña, las ramas de un árbol, etc.
Podemos plantar al pie de un frutal, por ejemplo, y los tallos treparán por él y los frutos colgaran de las ramas. Pero, lo adecuado es montarles una viña exclusiva para ellos, de esta forma multiplicaremos la producción. Si usamos una viña, tenemos que colocar una caña o palo al lado de cada planta, con objeto de que los tallos puedan trepar y alcanzar el alambre. Para asegurar la plantación, se suelen colocar hasta tres semillas en cada hueco. Y muy importante, si hay topos en el lugar es obligado proteger las semillas colocando una barrera enterrada a su alrededor, que podemos hacer con tejas viejas o también con piedras u otros objetos preferentemente planos; el objetivo es que los roedores se encuentren con una pared cuando intenten alcanzar el tubérculo.

Pasada la época productiva la planta secará en superficie, pero permanecerá el tubérculo en estado latente (como una patata) hasta que llegue la primavera, momento en que brotará de nuevo, por ello conviene mantener limpia la zona donde se halla plantada, así como en condiciones el soporte por el que trepará. Siendo cuidadoso en este sencillo mantenimiento, tendremos frutos durante varios años.

Por último, destacar también que el tubérculo, una vez la planta haya cumplido su mayor periodo productivo y comience a decaer tras varios años, puede desenterrarse y ser consumido como otros tubérculos; en algunos países es una delicia culinaria.

En cuanto a las formas de preparación y consumo, aparte de mi receta a la plancha, os recomiendo buscar en Google por la expresión «recetas con chayote», se mostrarán más de 400.000 páginas de referencia.