El perro: cualidades, evolución y domesticación. Perros pastores y guardianes


Introducción histórica

Por determinación de arqueólogos y paleontólogos, se describe que hace unos 60 millones de años vivía en Eurasia un animal del género Miacis (ya extinto); se trataba de un pequeño mamífero de morfología parecida a una comadreja. Este género es el antepasado de los animales que evolucionaron hacia lo que hoy conocemos como perros, lobos, zorros y chacales. El primer perro verdadero evolucionado a partir de Miacis habría surgido alrededor de hace unos 30 o 40 millones de años. El actual can o perro doméstico que habría derivado del lobo gris, ha evolucionado hasta distinguirse más de 400 razas distintas. El mastín español, o la raza pastor alemán, por ejemplo, son dos razas destacables de esas 400 descritas.
Los humanos han estado estrechamente asociados con los perros, o con sus ancestros los lobos, durante miles de años, aunque el origen concreto de esa relación todavía es objeto de teoría y debate. Durante la primera parte de la historia de la evolución humana, éstos obtuvieron el sustento de la caza y la recolección, siendo la relación con otros animales de competencia, coexistencia, predador o presa.

Mastín español. Imagen cortesía de https://www.perromastin.com

Probablemente los primeros perros que se acercaron a los humanos no se convirtieron en compañeros sino que, tratándose de cánidos salvajes, éstos serían carroñeros y habitarían cerca de los campamentos tribales. Esa relación se habría transformado en una asociación de subsistencia, pudiendo los humanos descubrir habilidades de caza en aquellos canes que se aventuraban a acercarse y establecer vínculos de confianza.

Domesticación y selección

La revolución neolítica implicó que los humanos se experimentasen en la domesticación de animales y plantas, e incluso del cultivo y producción de sus propios alimentos. Las evidencias halladas con datación en el paleolítico y neolítico, estiman que los humanos pudieron comenzar la domesticación de lobos grises hace al menos unos 12.000 a 14.000 años.

Los perros habrían jugado un importante papel en la historia de la civilización humana, al ser uno de los primeros animales en ser domesticados. Cuando se domesticó el ganado, hace unos 7.000 a 9.000 años, los perros sirvieron como guardianes y pastores, especialmente de ovejas y cabras. Se estima que en el antiguo Egipto ya existían varias razas de perros, a los que se le atribuían características divinas; tenían sirvientes humanos que los mimaban, alimentaban con dietas selectas y adornaban con collares enjoyados. Nadie en Egipto, salvo la realeza, podía poseer perros de raza pura, y tras la muerte de un gobernante su perro favorito era a menudo enterrado junto a él, como una forma de proteger al difunto de los daños que pudiese sufrir en el más allá.

En Egipto, los perros tenían categoría de seres divinos.
En Egipto, los perros tenían categoría de seres divinos.

Se han hallado ilustraciones de perros en muros, tumbas y pergaminos, en toda Europa, Oriente Medio y América del Norte, que datan de la Edad del Bronce. A menudo, esas figuras representaban juegos de caza junto a los humanos. En muchos casos, estos perros mostraban claras semejanzas con los cánidos modernos. Esas reliquias testimonian la importancia que el ser humano ha dado al perro a lo largo de los siglos.

Los restos fósiles sugieren que existieron cinco tipos distintos de perros a comienzos de la Edad del Bronce. Se tratarían de los mastines, los tipo lobo, los lebreles, los perros de muestra o pointer y los perros de pastoreo.

Perro de muestra  Pudelpointer.
Perro de muestra Pudelpointer. Imagen Wikimedia Commons

En la obtención de las diferentes razas ha tenido mucho que ver la mano humana. Arovechando las diferentes características que presentaban los perros y, mediante una rudimentaria ingeniería genética, comenzaron a criar y acentuar aquellos instintos más evidentes, para satisfacer las distintas necesidades sociales. Los primeros perros serían cazadores y poseerían agudos sentidos de la vista y el olfato; los humanos desarrollaron estos instintos y, mediante cruces, crearon nuevas razas según las necesidades que surgían. En Oriente Medio los sabuesos fueron venerados por los nobles, al tiempo que en Europa se desarrollaron perros grandes y poderosos como el mastín, para proteger el hogar, otros animales domésticos y los viajeros.

La agricultura y la caza se convirtieron en medios para vivir, y eso favoreció el desarrollo de otras razas de perros; para los granjeros los perros pastores y de guardia eran muy importantes. Al mismo tiempo, las razas de perro más pequeñas comenzaron a ser apreciadas; los pekineses en China y otras razas de poco porte como el Chihuahua, fueron criados para ser compañeros de juego o acompañantes para las familias nobles. En Inglaterra se desarrollaron principalmente las razas terrier, para liberar de roedores los graneros. Otras razas de apuntar y recuperar presas fueron seleccionadas para realizar tareas especiales, como ayudar al cazador a encontrar y capturar las presas abatidas. Aunque existen muchas razas extremadamente antiguas, un gran mayoría de ellas fueron desarrolladas recientemente, a lo largo del siglo XIX.

El pastor alemán es uno de los mejores perros guardianes. Imagen cortesía de https://www.pastoraleman10.com/

La utilidad del perro. Explotación de sus capacidades innatas

En determinados países en desarrollo y muchas áreas del continente asiático, el destino de los perros puede ser la de bestia de carga, alimento, entrenamiento para pelea, etc. Esto choca con el concepto que se tiene de estos animales en nuestra sociedad occidental, donde los perros son vistos como compañeros y amigos, y en donde se le ha dado una gran importancia a su relación con los humanos.

Los perros son animales corredores, con excepción de aquellos criados específicamente para diferentes propósitos. El bulldog, por ejemplo, con sus cortas y arqueadas piernas y su cabeza grande, no parece apropiado para destinarlo a la caza. Sin embargo, la mayoría de perros sí se hallan adaptados para correr largas distancias. La morfología de los hombros, huesos pélvicos y la forma en que se articulan con los huesos de las piernas y columna vertebral, permiten que la mayoría de razas desarrollen esa capacidad.

Aunque la mayoría de razas de perro no se dedican a las actividades para las que fueron criadas, los instintos naturales se conservan fuertes y la estructura física sigue permitiendo realizar sus tareas específicas. Al igual que los humanos, los perros poseen cinco sentidos, pero el olfato es con mucho el más agudo y desarrollado, inmensamente superior al del olfato humano. Esa notable capacidad olfatoria les habilita para ser utilizados en tareas de rastreo de personas desaparecidas, identificación de sustancias tóxicas, gases, drogas, explosivos, etc. Aún así, existen razas de perros con más capacidad olfativa que otros, como el pastor alemán y los conocidos como sabuesos.

Algunos perros de rescate pueden ser entrenados para oler el suelo o el aire, y pueden distinguir a diferentes personas, incluso después de haber pasado mucho tiempo, por las partículas olfativas que detectan en el ambiente. Los perros de caza, perdigueros, punteros y de aguas, por ejemplo, son capaces de oler aves y distinguir una variedad de otra. El oído es otro de los sentidos que los perros han desarrollado, superior al del oído humano. Las razas aborígenes, por ejemplo, tenían orejas grandes, erectas y con gran movilidad, que les permitían escuchar sonidos a grandes distancias y en cualquier dirección. Al igual que sucede con el olfato, algunas razas tienen mejor audición que otras, pero todas son capaces de detectar sonidos mucho más allá de lo que alcanzaría el oído humano (35000 ciclos por segundo, en comparación con el máximo de 20.000 de los humanos).

Terranova, un perro famoso por su instinto para salvar vidas.
Terranova, un perro famoso por su instinto para salvar vidas. Imagen Wikimedia Commons

Los perros tienen personalidades distintivas de razas típicas, que se han ido desarrollando tras generaciones de selección de determinados rasgos. Los perros de trabajo y de pastoreo tienen más disposición de tipo analítico y de decisión, tienden a evaluar las situaciones y establecer sus tareas de acuerdo con aquéllas; los perros guardianes tienden a proteger sus territorios incluso a edades tempranas; los perros de Maremma o los húngaros Kuvash poseen instintos básicos de protección, por ello suelen ser colocados junto a las ovejas desde que son cachorros para que refuercen esos instintos; los Terranova son famosos por sus instintos para salvar vidas; los Terriers son criados para perseguir y atrapar roedores, etc.

En definitiva, existen variadas razas de perros para cometidos específicos y con capacidades igualmente variadas, destinados como apoyo a la caza, de pastoreo, para vigilancia, de ayuda en la identificación de sustancias, para la búsqueda de personas…, incluso para recreo y compañía de los humanos. Pero, todos conservan, en alguna medida, los instintos naturales que alguna vez tuvieron cuando se hallaban en estado salvaje.

¿Te gusta? pincha para compartir en tus redes sociales….

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *