ANTÁRTIDA - EXPLORACIÓN - HISTORIA: Eras antárticas - 3ª parte

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Antártida

EXPLORACIÓN - HISTORIA

Eras antárticas - 3ª parte


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La "era heroica" (continuación)

letra capitular El australiano Dowglas Mawson en 1911 fue otro hombre de tantos protagonistas que experimentaron penalidades extremas y privaciones, y que en nombre de la ciencia y la exploración emergieron a lo largo de esos primeros heroicos años de la exploración antártica, abarcando muchas nacionalidades.

Pero pocos relatos son tan dramáticos como el de este hombre, el cual fue Jefe e impulsor de la expedición antártica australiana de 1911-14. El equipo empleó dos inviernos en la Bahía de la Comunidad de Naciones, el lugar que Mawson hiciera famoso más tarde en su libro "El hogar de la ventisca, el lugar más ventoso del mundo". Dowglas Mawson estaba con Shackleton en 1908 en la primera expedición al Polo Sur Magnético, cuando concibió la idea de organizar su propia expedición en el área antártica al sur de Australia, acerca de la cual se sabía muy poco.

Dowglas Mawson
Mawson

Hoy en día es vista como una de las más grandes expediciones científicas de todos los tiempos, a causa de las detalladas observaciones en magnetismo, geología, biología y meteorología realizados. Fue capaz de superar la inanición, envenenamiento, ventiscas innumerables, y la caída en una grieta cuando se dirigía de regreso al campamento de invierno en cabo Denison, después de una expedición de exploración al este de la base: pero todo ello en total soledad, tras ver morir a sus dos compañeros de equipo, Xavier Merth y Belgrade Ninnis. Ninnis se despeñó por una profunda grieta junto con su trineo, los seis perros que tiraban de él y la mayor parte de los alimentos. Corto de suministros, Mawson y Merth iniciaron un épico viaje hacia la base alimentándose de los perros que quedaban para poder sobrevivir. A 160 km. de cabo Denison Merth, envenenado por los hígados de los perros, comenzó a delirar y murió. Mawson también envenenado y muy enfermo, continuó arrastrando su cuerpo durante un verdadero calvario hasta llegar a cabo Denison, con tiempo justo para ver como su buque, el Aurora, desaparecía en el horizonte. Mawson y seis hombres de un equipo de rescate que se habían quedado en tierra, tuvieron que permanecer todavía un invierno más confinados en la cabaña hasta el verano siguiente, en que fueron finalmente rescatados por el Aurora.

Shackleton en 1914 protagonizaría una de las hazañas de mayor coraje de la historia de la exploración antártica. Aunque el desafío del Polo Sur Geográfico ya había sido ganado, todavía quedaba mucho por descubrir y desafíos que vencer. En vísperas de la Primera Guerra Mundial, Shackleton regresó a la Antártida. Su meta en esta ocasión era cruzar el continente entero con una expedición compuesta por dos equipos. Una expedición de apoyo viajaría a isla de Ross con el Aurora, la misma nave que utilizara Dowglas Mawson en 1911; su tarea era establecer depósitos de suministros por la ruta hacia el Polo Sur, para auxiliar a la otra expedición (la principal) que avanzaría desde el Mar de Weddell. En 1915, la expedición principal de Shackleton estaba todavía a bordo de su nave, el Endurance, en medio de un mar de hielos que le impedía llegar al lugar donde debería establecer el campamento de invierno.

Ernest Shackleton
Shackleton

Las placas heladas crecieron en volumen y comenzaron a aplastar el buque. 28 hombres desembarcaron todo lo que pudieron, e instalando tiendas sobre el hielo vieron como el Endurance se iba gradualmente disolviendo y desapareciendo bajo los hielos. Durante 281 días flotaron entre los hielos a la deriva unos 24.000 km., pero se encontraban a 560 km. de la costa más cercana.

Después de varios intentos caminando sobre las placas heladas, tirando de los botes salvavidas y navegando en ellos por las grietas abiertas en el hielo cuando tenían ocasión, lograron acampar sobre una placa de hielo estable a esperar su disolución en la primavera. Fue entonces cuando decidieron poner rumbo hacia isla Elefante, en el archipiélago de las Shetland del Sur, donde bajo la dirección de su segundo Frank Wild pasaron una parte de los expedicionarios 105 días de amargo invierno, viviendo bajo los botes y comiendo carne de foca. Mientras tanto, Shackleton y otros cinco hombres partían en uno de los botes hacia las Islas Georgia del Sur en busca de ayuda.

Este viaje fue uno de los más asombrosos de todos los tiempos, por el coraje demostrado en una travesía con muy pocas posibilidades de sobrevivir. Seis hombres navegaron 1.300 km. en un bote de 6 m. de largo, empapados, helados y con mares montañosos. Cuando milagrosamente alcanzaron las Islas Georgia del Sur no habían terminado las penalidades; aun tuvieron que cruzar las empinadas montañas y glaciares sin equipo de escalada, sin alimentos, derrotados por el cansancio, todo ello para poder llegar a la estación ballenera de Stromness, que se encontraba al otro lado de la isla.

El rescate de los compañeros de isla Elefante no fue tarea fácil; hasta tres intentos precisó Shackleton para llegar hasta ellos, finalmente lo consiguió en el vapor chileno Yelcho, que rescató el equipo entero.

Aunque Shackleton pudo recuperar a todo su equipo sin perder una sola vida, no ocurrió lo mismo con la otra expedición de apoyo a bordo del Aurora que se encontraba al otro lado de la Antártida, en el Mar de Ross. Los equipos que trabajaban estableciendo depósitos de suministros en el interior, permanecían ignorantes de la suerte de Shackleton y sus hombres al otro lado del continente. Uno de los miembros del equipo murió de escorbuto durante el regreso al Mar de Ross. Más tarde, otros dos hombres desaparecieron bajo los hielos cuando intentaban retroceder a cabo Evans a través de una placa de falso hielo. En enero de 1917 el Aurora consiguió recoger al equipo.

La fallida expedición tras-antártica de Shackleton ha llegado a ser un clásico en los relatos de las exploraciones heroicas, más incluso que el propio descubrimiento del Polo Sur por Amundsen, gracias al alarde, coraje, empeño y determinación de Shackleton. Léase el relato más detallado en: Shackleton 1914.

En 1921, Shackleton era una vez más arrastrado al Antártico en un intento de trazar 3.200 km. de litoral, efectuar observaciones meteorológicas e investigación geológica, pero falleció al poco de la partida, siendo enterrado en las Islas Georgia del Sur. Su muerte cierra una etapa dorada de la exploración antártica la "era heroica".

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