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Agricultura
REPRODUCCIÓN
Métodos - 2ª parte
Reproducción sexual (continuación)
Fecundación y polinización (continuación)
a fecundación es la unión de las células sexuales (gametos) masculinas y femeninas; en las flores se realiza mediante el proceso de la polinización, por el cual el grano de polen alcanza la ovocélula femenina para producir la unión sexual y culminar en la formación de las semillas.
Cuando la polinización se produce con polen procedente de las anteras de una misma flor (flores monoicas hermafroditas) se habla de autogamia o autopolinización; en este caso se produce una variabilidad genética reducida, ya que toda la carga genética proviene de la misma planta, además de ser un sistema de fecundación poco deseado en términos de evolución, ya que cualquier error en el azar evolutivo podría exterminar toda la población de esa especie.
Si la polinización se realiza por el paso del polen de una flor a otra, se habla entonces de alogamia o polinización cruzada; la cual puede ser geitonogamia cuando el polen procede de otra flor de la misma planta (flores monoicas hermafroditas), o xenogamia cuando el polen procede de la flor de otro ejemplar de planta distinto pero de la misma especie (flores dioicas). La polinización cruzada es la que aporta mayores ventajas, ya que permite una alta variabilidad genética y semillas de mejor calidad.
La forma de polinización cruzada suele quedar a cargo de los agentes polinizadores, como las abejas
Como ya se dijo, las plantas monoicas hermafroditas son las más abundantes de todas las plantas superiores; eso significa que poseen órganos masculinos y femeninos alojados dentro de la misma flor, entonces ¿como consiguen evitar la autopolinización estando las anteras repletas de polen tan próximas a los órganos femeninos? El motivo, es que muchas de estas plantas (las llamadas dicógamas) han desarrollado la capacidad de escalonar la maduración de sus partes masculinas y femeninas, de forma que el polen puede sufrir un retraso en su maduración aunque el órgano femenino esté maduro y listo para ser fecundado, por tanto cualquier polen de otra planta próxima o mediante polinizadores, como las abejas o el viento, puede alcanzarlo y fecundarlo antes que lo consiga el polen de la propia planta.
La rosa es un ejemplo de flor completa, hermafrodita.
La forma de polinización cruzada suele quedar a cargo de los agentes polinizadores, tales como el viento, las abejas, insectos, pájaros, etc., que transportan el polen en sus cuerpos hasta otras plantas. Aunque los agentes polinizadores por excelencia son las abejas, por su gran eficacia, en realidad el más común de todos ellos es el viento (polinización anemófila), y para que resulte eficaz en las plantas que utilizan este sistema, por ejemplo las coníferas, tienen que producir inmensas cantidades de polen para poder cubrir grandes extensiones de terreno y así asegurar la fecundación.
En algunos países donde se cultivan determinadas especies para la alimentación, ejemplo la palmera del dátil, ese proceso anemófilo natural suele ser realizado a mano, mediante operarios que se dedican expresamente a polinizar cada una de las flores, asegurando así la mayor cantidad posible de plantas fecundadas por tanto un mayor rendimiento.