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os cultivos de fondo en la zona intermareal o marítima son exclusivos para moluscos. En zona continuamente sumergida (marítima) no se puede modificar el sustrato por dificultades prácticas y razones económicas. Por el contrario, en la zona intermareal (zona marítimo-terrestre) el acondicionamiento del terreno representa un factor viable e importante.

Antiguamente se consideraba conveniente subdividir los parques emergentes por pequeños muretes. Esta práctica no resulta conveniente, pues da lugar a aglomeración de algas desprendidas (argazos) que pueden cubrir y asfixiar a los moluscos y pueden crear problemas de putrefacción; los muros, además, favorecen la retención y aglomeración del fango. Por tanto, se considera más conveniente dejar las superficies de los parques libres de obstáculos, con lo que se facilita el paso de la corriente sobre ellos y se minimizan los inconvenientes apuntados.

Estanque exterior (Laboratorio Torre de la Sal)

El suelo de los parques emergentes se habrá de acondicionar según el molusco a cultivar. Así, como ejemplos característicos señalamos los sustratos de gravilla, que precisan las ostras para que no queden enterradas y el de arena, que exigen las almejas para que se entierren con facilidad.

Para acondicionar un parque conviene allanar el terreno, a fin de evitar hoyos en los que se retenga el agua en bajamar, con una suave inclinación hacia el agua. En los parques de ostra, sobre una capa de grava que hace de firme -si no lo fuera ya el terreno en sí- se coloca otra capa de gravilla más fina. Tales superficies son fáciles de manejar con simple rastrillo de labrador en bajamar, tanto para la recolección de las ostras como para la limpieza y no ofrece inconveniente a la limpieza por chorro de agua ni por cadenas arrastradas por embarcación.

Aclimatación de salmones (Marcultura S.A.)

Si se trata de un fondo muy fangoso, se hundirá toda la gravilla que depositemos sobre él, por lo que, de no poder eliminar el fango, será preciso crear un soporte previo, resultando lo más barato y cómodo extender sobre la superficie fangosa un entramado de red de plástico, de malla amplia (1 cm.), que se adquiere por rollos de 2 m. de ancho fácilmente localizable en el mercado y que no precisa sujeción alguna, ya que queda enterrado y afirmado por la capa de grava, que se va echando sobre él a medida que se extienden los rollos.

Rodaballos en estanque de cemento

Las almejas precisan un sustrato mínimo de arena de 20 a 30 cm. que deberá "ararse" cada año para evitar apelmazamiento y para limpieza y oxigenación. En caso de fango habrá que colocar, como para las ostras, una capa soporte inferior de grava. Los sustratos indicados representan una disminución del fondo, por lo que el cultivador habrá de estudiar bien la superficie a emplear para que ésta no disminuya en extensión más de lo previsto.

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