Cuando el hombre va por la conquista del espacio con avasallante tecnología, hay fenómenos que ocurren en nuestro planeta que siguen y seguirán requiriendo de la silenciosa y desinteresada labor de los rafioaficionados.
Cada vez son más frecuentes las catástrofes naturales. Junto a las calamidades y desgracias humanas, mientras haya una estación de radioaficionado en esos lugares, estará asegurada la primera voz para requerir socorro, para que las sociedades reaccionen.
Gritemos a los cuatro vientos para que el mundo sepa que la radioafición sigue vigente.
— Texto, cortesía de Carlos LU7DSY
Ver abajo dos vídeos de radioaficionados chilenos en acción: