Natureduca - Portal educativo de ciencia y cultura |
Historia y Arte
EL SIGLO XIX
Economía y sociedad - 11ª parte
El sistema económico capitalista: teorías económicas (continuación)
Intervencionismo (continuación)
a implantación del sistema capitalista modificó la propia
concepción del dinero, ya que desde mediados del siglo XIX se generalizó el uso
del papel moneda (billetes sin valor intrínseco) frente a la moneda en metálico
(de oro, plata o cobre). El papel moneda tuvo como principal misión no frenar la
economía cuando los metales preciosos escasearon, aunque, durante cierto
tiempo fue convertible, esto es, podía cambiarse en los bancos por su
equivalente en oro o plata. Esa posibilidad fue precisamente la que permitió
imponer el sistema de papel moneda sin generar desconfianza. La nueva forma de
entender el dinero entroncaba directamente con la teoría del valor de Adam Smith,
ya que lo importante de éste no era más que su valor de cambio y no su valor de
uso.
Por todo ello la posesión del dinero (capital) fue la auténtica fuente de riqueza de la época, desplazando en este sentido a la tierra. Buena muestra de esta nueva concepción de la riqueza fue el poder que alcanzó la banca o la aparición de los denominados holdings, que no fueron asociaciones productoras, sino grupos financieros cuya misión era la de aportar capitales a otro tipo de empresas.
El desarrollo del sistema capitalista alcanzó, en el siglo XIX, su punto culminante en el último tercio del siglo, coincidiendo con la expansión colonial y el imperialismo económico que llevaron a cabo las naciones europeas más poderosas y los Estados Unidos de América.
Se gestó así la denominada "era del gran capitalismo", cuyas características más destacadas fueron:
-- Un fortísimo aumento de la producción industrial mundial y, por consiguiente, de la actividad comercial.
-- La tendencia a considerar el dinero en sí mismo como un medio de producción, lo que se manifestó a través de las inversiones de capitales fuera de los países en los que se habían acumulado.
-- La creación de un mercado mundial (gracias a la revolución de los transportes) en el que los países pobres actuaron, a través de la explotación colonial, como suministradores de materias primas, mientras que los países colonialistas suministraban productos industriales.
-- La constitución de empresas multinacionales gigantescas y de asociaciones empresariales que tendían hacia el monopolio, alejándose del principio del liberalismo que defendía la libertad del mercado.
-- La aparición de crisis periódicas producidas por diversas causas, entre las que destacan los problemas generados por las superproducciones que los mercados no podían absorber.
-- La agudización de los conflictos de política internacional generados por la presión que los grupos financieros ejercían sobre los gobiernos y que obligaban a éstos a actuar en defensa de intereses económicos que superaban el ámbito de las propias fronteras.