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Historia y Arte
LAS CIVILIZACIONES FLUVIALES
Egipto - 8ª parte
Las tumbas (continuación)
Hipogeos
stas tumbas eran enterramientos situados en los acantilados del
valle del Nilo. En las pareces rocosas de las montañas se excavaban unos túneles
más o menos profundos y en su interior se depositaba el sarcófago que contenía
la momia del faraón. Los hipogeos comenzaron a realizarse durante el Imperio
Medio, pero los más grandiosos pertenecen al Imperio Nuevo y se encuentran en el
Valle de los Reyes y el Valle de las Reinas, cerca de Tebas. Allí se encontró la
famosa tumba del faraón Tutankhamon (XVIII dinastía). Este faraón no fue
importante en la historia de Egipto, pero su tumba fue la única hallada sin
profanar por los arqueólogos del siglo XX. Entre los hipogeos que merecen ser
citados, están los de Ramsés VI y los de la reina Nefertari, que destacan por su
decoración interior, ya que estas tumbas carecían de estructura exterior para
evitar su localización y reducir así el riesgo de profanación.
La fórmula de enterramiento en hipogeo se adoptó en Tebas, probablemente por no disponer de un terreno llano cerca del Nilo que pudiera ser la base de una pirámide. También fue determinante la situación económica del imperio faraónico y ciertos conflictos internos que no permitieron abordar las imponentes obras del Imperio Antiguo.
Los templos
Estas construcciones responden a dos tipos de funciones; por un lado están los denominados templos solares o funerarios, dedicados a las ceremonias de enterramiento de los faraones y los templos de las divinidades.
Los templos funerarios datan de las primeras épocas y su estructura fue siempre bastante sencilla. La construcción, de planta cuadrangular, constaba de un patio central al que daban diferentes salas y dependencias cubiertas con techumbres planas. En estos templos era donde se preparaba el cuerpo del faraón antes de introducirlo en su tumba.
En el Imperio Antiguo cada pirámide disponía de su correspondiente templo solar, que solía estar situado en la misma ribera del Nilo; se les llamó por ello templos del valle y estaban comunicados con la pirámide mediante una rampa de acceso perfectamente pavimentada. Con frecuencia, el cuerpo del faraón llegaba hasta el templo del valle navegando por el río en una compleja y ritual procesión fúnebre, que finalizaba con la introducción de la momia en la cámara sepulcral de la pirámide.
De los templos solares del conjunto de las pirámides de Gizeh sólo se conserva bien el correspondiente a la tumba de Kefrén.
Los templos dedicados a las divinidades ofrecieron fundamentalmente tres tipos: el templo clásico, el espeos y los hemiespeos. En general, la inmensa mayoría de los templos que se han conservado son del Imperio Nuevo o época posterior. En la dinastía XVIII es cuando se crea el llamado templo clásico, cuya estructura básica responde a los siguientes elementos: una avenida de acceso bordeada por esfinges, una fachada denominada pilono, un patio rodeando al santuario y una serie de dependencias para los servicios del culto y administración del templo.
Con frecuencia, ante el pilono se colocaban obeliscos y en algunos templos hay varios pilonos que separan las distintas partes del templo. Los mejores ejemplos del modelo clásico se encuentran en Luxor y Karnak formando un grandioso conjunto unido por una larga avenida de esfinges y destacando el Gran Templo de Amon de Karnak. También son importantes el de Horus en Edfú o el de Isis en Filé (una pequeña isla del Nilo).
Muy cerca de Karnak hay un monumental templo de tipo hemiespeos, construido por la reina Hatchepsut, que consta de varias terrazas a las que se llega mediante unas rampas y que tiene el santuario excavado en la roca del acantilado al que está unido el templo.
Fachada del templo Espeos de Ramsés II
El modelo de templo espeos, es decir, totalmente excavado, tiene su culminación en el de Ramsés II (XIX dinastía) de Abu Simbel. Tiene una fachada de 33 metros de altura directamente tallada en la montaña, con cuatro gigantescas estatuas sedentes del faraón. En el interior de este espeos hay dos salas sostenidas por pilares y doce dependencias más, que culminan en una capilla central que contiene cuatro estatuas, una de ellas la del faraón.